viernes, 22 de diciembre de 2023

RICK BLAINE, CORTO MALTES, EL MARISCAL TITO Y GEORGE ORWELL

 





¿Qué lugar común comparten Josip Broz "Tito", George Orwell, Rick Blaine y Corto Maltés?.




En el año 1936 Josip Broz, el futuro mariscal Tito, colaboró desde París con la oficina de reclutamiento de las Brigadas Internacionales que apoyaron a la Segunda República. Nunca se ha podido demostrar, sin embargo, su participación directa en la Guerra Civil.




El novelista George Orwell, autor de obras claves de la literatura del siglo XX, como "1984" o "Rebelión en la Granja" si que participó directamente como brigadista. Su experiencia en España se materializó en Homenaje a Cataluña.


Rick Blaine, antihéroe bohemio y romántico empedernido, luchó contra el imperialismo y el fascismo, primero en Etiopía y más tarde en la Guerra Civil Española, antes de hacer fortuna en Casablanca, y forjar una de esas amistades, tan extrañas como sinceras.




Corto Maltés, el hijo de un marino de Cornualles y de una gitana andaluza, aventurero y trotamundos, buscador de tesoros, hombre de acción y de pausada conversación. Su pista se pierde definitivamente durante la contienda civil que se desató en España.

jueves, 14 de diciembre de 2023

VENECIA DUEÑA DEL MAR ADRIÁTICO.




Conjurado el peligro normando, y desaparecido Zvonimir I, rey de Croacia y Dalmacia, en 1089, el dux veneciano recibe (con la aprobación del basileus bizantino) el título de Duque de Dalmacia y de Croacia. Asegurando el control de la costa dálmata, la República prolongó su dominio más al sur, concretamente hasta Durres. Este es el origen de la ulterior denominación de estas tierras, Albania Veneciana. Dueña del extremo occidental de la Vía Egnatia, Venecia podía explotar a conciencia, todas las ventajas comerciales que ofrecía el enclave. Siendo la dueña del Adriático, pronto aspiraría a ampliar su campo de acción.

sábado, 2 de diciembre de 2023

CICLO ARTÚRICO. CHRÉTIEN DE TROYES Y EL DESARROLLO DEL MITO.

 


En la segunda mitad del siglo XII la obra literaria de Chrétien de Troyes contribuyó, casi de manera definitiva, a la consolidación del ciclo artúrico. Chrétien está considerado el primer novelista de Francia, e incluso padre de la novela occidental, y pionero de los libros de caballería. Trabajó sucesivamente para Enrique I, conde de Champaña y posteriormente para su rival, Felipe de Alsacia, conde de Flandes.





Chrétien de Troyes separó el ciclo artúrico de la materia de Bretaña y lo introdujo en el universo cortés. Además convirtió al rey Arturo en un monarca inactivo, dedicado a la contemplación y a la reflexión, que cede todo el protagonismo a jóvenes y valientes caballeros que dedican sus vidas a recorrer el mundo en busca de aventuras, por una geografía fantástica, llena de criaturas imposibles, objetos mágicos y fascinantes prodigios.


Se han conservado cinco de sus obras:

- Erec y Enide

- Cligés

- El caballero de la carreta (Lancelot ou le Chevalier de la charrette)

- El caballero del león (Yvain ou le Chevalier au Lion)

- El cuento del grial (le Conte du Graal)



Eric y Enide.

La primera novela de Chrétien de Troyes cuenta la historia de Erec y Enide. La hermosa doncella Enide y el caballero Erec se conocen, se enamoran profundamente y contraen matrimonio en la corte del rey Arturo. Después de un tiempo de amor compartido en la alcoba, Erec y Enide se lanzaron a recorrer el mundo en busca de aventuras, hasta que el rey Lac, padre de Erec muere y el caballero tiene que ocupar su lugar en el trono. La historia finaliza con la ceremonia de coronación.



Cligés.

Cligés es la segunda novela de Chretien de Troyes, y a diferencia del resto de obras, y a pesar de la aparición de Arturo, la acción principal transcurre en Constantinopla, en un marco geográfico griego y oriental. El héroe Cligés vive enamorado de Fenice, esposa de su tío Alis, que ha usurpado el trono que por derecho correspondía al protagonista. Cuando muere Alis, Cligés y Fenice pueden contraer matrimonio y él convertirse en rey. El nombre Fenice se ha relacionado con el AVE Fénix.





El caballero de la carreta.

El tercero de sus roman, Lancelot ou le Chevalier de la charrette, lo escribió Chrétien de Troyes a petición de María, esposa de Enrique I el Liberal, conde de Champaña, e hija de Leonor de Aquitania y su primer esposos, el rey de Francia Luis VII. Por motivos que desconocemos Chrétien abandonó el proyecto y la novela fue concluida por su discípulo Godofredo de Leigni.





El protagonista, Lancelot, está enamorado de Ginebra, flamante esposa del rey Arturo. Meleagante rapta a la reina y el caballero parte presto en su rescate. Aquí comienza la iniciación del héroe. Para llegar hasta la reina cautiva Lancelot deberá superar complicado retos, como el Puente de la Espada. Una de las pruebas exige que se suba a una carreta, algo que atentaba contra su honor de caballero. La humildad, la determinación y el sacrificio le conducen al triunfo.


La obra se inserta en la temática del amor cortés; un joven, valiente y apuesto caballero, en proceso de formación/iniciación, y sin esposa, seduce a una mujer que es inaccesible por estar casada con otro hombre. El concepto literario de amor cortés se desarrolla en el contexto de una sociedad que considera el adulterio femenino una falta gravísima, que merece severos castigos. Con frecuencia el enamorado establece con su dama una relación cuasi feudal, el se siente vasallo y ella, por supuesto, es su señora. En esta idea del amor cortés y el adulterio, podemos especular sobre la influencia de María de Champaña en la obra. Una reivindicación del amor trágico y pasional, frente a los valores del matrimonio y la caballería. Ideas opuestas a lo que narra Chrétien en el resto de obras.





El caballero del león.

En la novela, de precioso título, Yvain el caballero del león, Chrétien de Troyes continua presentando y narrando las peripecias y los hechos de armas de loas caballeros de la Tabla Redonda. Yvain es hijo de Morgana le Fay y del rey Uriens de Gorre, cuyas hazañas fueron narradas por el legendario bardo Taliesin. Por tanto Yvain, también escrito Owain mab Urien o simplemente Owein, es sobrino carnal del rey Arturo.


Al igual que en otras novelas de caballería, el caballero del león narra el viaje iniciático del héroe, es decir, el viaje del héroe del que escribió Joseph Campbell en su conocida, e influyente, obra, el héroe de las mil caras.


En esta ocasión Yvain será acompañado por un león. Entre los retos que tendrá que enfrentar el paladín, se encuentra la arquetípica prueba de derrotar a un dragón. En palabras del propio Campbell: "El héroe inicia su aventura desde el mundo de todos los días hacia una región de prodigios sobrenaturales, se enfrenta con fuerzas fabulosas y gana una victoria decisiva; el héroe regresa de su misteriosa aventura con la fuerza de otorgar dones a sus hermanos".


El valiente caballero Yvain conquista el corazón de Laudina y se convierte en el señor de su propio castillo. Pero el tedio, la monotonía de la vida conyugal y la innata fascinación por la aventura le llevan a abandonarlo todo y emprender un extraordinario viaje, plagado de proezas y hazañas increíbles. Yvain necesita de esas aventuras para poner a prueba su valentía y su arrojo. El matrimonio es contrario a la reputación del caballero, y aunque Yvain consigue henchir su alma de gloria, también comienza a sentirse atormentado por haber perdido el verdadero amor.





Llegado al borde de la locura acaba perdido en medio de un profundo y oscuro bosque donde encuentra a un león que es hostigado por un peligroso reptil (dragón o serpiente) que escupe fuego. El sobrino de Arturo reacciona instintivamente, derrota al dragón y salva la vida del felino. A partir de este momento comienza una intensa amistad entre el león y el caballero andante. Juntos vivirán una serie de peligrosas aventuras, con demonios, el gigante de la montaña Harpín y un caballero rival al que tendrá que derrotar. Constantemente será puesto a duras pruebas, gracias a las cuales, Yvain aprenderá el significado del honor, la amistad y el amor.


Culminada su formación, Yvain recupera el amor de su dama, cerrando el círculo, completando de esta manera el esquema del monomito; partida, iniciación y retorno.





Perceval ou le Conte du Graal.

El Cuento del Grial (Perceval ou le Conte du Graal) es quizá la novela más conocida de Chrétien de Troyes y una de las de mayor influencia en la historia de la literatura universal. No andamos muy erramos si consideramos a su autor el iniciador del mito literario del Santo Grial.


El Cuento del Grial narra la infructuosa búsqueda del cáliz por parte del joven Perceval, modelo ideal de caballero. La muerte sorprendió a Chrétien antes de poder terminar la narración, por lo que la novela quedó inconclusa. Esta circunstancia dejó abierto el camino a varias continuaciones y múltiples interpretaciones sobre el destino del cáliz y de su buscador.


“Era el tiempo en que los árboles florecen, la hierba, el bosque y los prados verdean, los pájaros cantan dulcemente en su latín por la mañana y toda criatura se inflama de alegría, cuando el hijo de la Dama Viuda se levantó en la Yerma Floresta Solitaria, y sin pereza puso la silla a su corcel, cogió tres venablos y salió así de la morada de su madre”.




El hijo de la Dama Viuda es Perceval, un joven valiente y de buen corazón, que vive con su madre en plena naturaleza, alejado del mundo de la caballería y de la sociedad humana en general. Un muchacho cándido e ingenuo, su única relación se limitaba a los labriegos que trabajaban en las tierras de su madre. Perceval pasa las jornadas correteando por los bosques, persiguiendo y dando caza a jabalíes y venados, o descansando sobre la húmeda hierba, hasta que un día aparecieron por allí unos caballeros de brillantes armaduras y decide unirse a ellos.


En este punto comienza una concatenación de aventuras, se persona en la corte de Arturo, y poco después derrota al caballero Bermejo con sus venablos, una arma que nada tienen que ver con el mundo de la caballería al que pretende ingresar, por eso es necesaria la intervención de un maestro. Por ese motivo se traslada al castillo de Gornemant de Gourhaut, un experimentado caballero que se convierte en el instructor del hijo de la Dama Viuda. El maestro Gornemant adiestra al impulsivo Perceval, arquetipo del buen salvaje, en el arte de la guerra y la aconseja ser prudente y evitar hablar más de la cuenta, pues quién habla demasiado, peca. En la siguiente aventura durante la defensa del castillo de Belrepeire conoce y se enamora de la joven Blanchefleur. Todo esto antes de alcanzar el castillo del Grial.


En el castillo del Grial, su anfitrión, el Rey Pescador o Rey Tullido, que en realidad es primo del protagonista (aunque el joven ignora este detalle) lo agasaja colmándolo de atenciones. Durante la cena una extraña procesión desfila ante los comensales.





“[…] Mientras [Perceval y el Rey Pescador] hablaban de varias cosas, / llegó un paje de un aposento / que empuñaba una lanza / blanca cogiéndola por la mitad, / y pasó entre el fuego / y los que estaban sentados en el lecho. / Y todos los que estaban allí veían / la blanca lanza y el hierro blanco, / y de la punta del hierro de la lanza / salía una gota de sangre / y hasta la mano del paje / iba corriendo esta gota bermeja. / El joven que había llegado por la noche / observa esta maravilla, / y se guarda mucho de preguntar /cómo esto podía ocurrir, / pues se acordaba del consejo / del que le armó caballero, / quien le había enseñado y profesado / que se abstuviera de hablar demasiado. / Además, teme, si hiciera preguntas, / que por ello le tomaran por un patán; / por esto no hizo ninguna pregunta. / En esto llegaron dos pajes más, / que llevaban en sus manos candelabros / de oro fino trabajado con nieles. / Los pajes que traían / los candelabros eran muy hermosos. / En cada candelabro estaban encendidas / al menos diez candelas. / Una bella y noble doncella, / lujosamente ataviada, / que acompaña a los pajes, / sostenía un grial entre sus dos manos. / Cuando hubo entrado allí / con el grial que sostenía, / se hizo tal claridad / que desapareció la luz de las candelas / como ocurre con las estrellas / cuando el sol o la luna se levantan. / Después de ésta llegó nuevamente / otra doncella que llevaba un plato de plata. / El grial, que iba por delante, / era de oro fino purísimo; / tenía el grial piedras preciosas / de muchísimas clases, / de las más costosas y valiosas / que se encuentren en tierra o en el mar; / sin ninguna duda, las piedras del grial / superaban a todas las demás piedras. / Del mismo modo que había pasado la lanza / pasaron por delante del lecho, / y pasaron de un aposento a otro. / Y el joven los vio pasar / mas no se atrevió a preguntar / a quién se servía con el grial […]”.


Perceval no entendía nada de todo aquello, pero no se atrevió a formular ninguna pregunta. El silencio del hijo de la Dama Viuda resultaría fatal para el destino del Rey Pescador y su decadente reino que amenazaba ruina. Apesadumbrado por este primer fracaso, Perceval se entregará en cuerpo y alma a la búsqueda del grial. Entendió que necesitaba comprender.




Una lanza que sangra, una extraño cáliz, un plato, una comitiva de pajes y doncellas. El pasaje más famoso y enigmático de la novela, origen de las más deliciosas y descabelladas interpretaciones, y de una búsqueda que nunca tendrá fin. A lo largo de la historia el auténtico buscador del Grial es consciente de que lo verdaderamente trascendente es la búsqueda en sí misma, el camino y no el destino, la aventura por la aventura. La búsqueda de lo intangible y el árduo camino interior. En la actualidad miles de personas intentan localizar el Grial a través de redes sociales, apps y plataformas varias, y olvidan lo esencial; lanzarse a conocer el mundo.


Otra escena poderosa es la imagen de la sangre en la nieve. Una bandada de ocas volaba cerca de las tiendas de los caballeros y un halcón atacó a una de ellas. Perceval se acercó al lugar donde la desafortunada ave había tocado suelo y contempló como de la herida de la oca caían tres gotas de sangre sobre la nieve. El caballero, apoyado en su lanza contempla las tres gotas rojas sobre el inmaculado fondo blanco, un pellizco en el estómago, un nudo en la garganta, y de inmediato el recuerdo de la hermosa Blanchefleur. Una poderosa metáfora de la idealización del amor.




Llegado a un punto de la novela, otro caballero, Gwain, que sigue la pista de la lanza, también se convierte en protagonista. A partir de ese momento se van sucediendo las aventuras de Perceval y Gwain. Esta superposición de protagonistas se ha interpretado suponiendo que el autor pretendía contraponer al caballero inexperto, Perceval, y el caballero veteraano, Gwain. Otra posibilidad es que el autor estuviese trabajando en dos novelas diferentes cuando le sorprendió la muerte y que los borradores fueron fusionados con la idea de diseñar algo medianamente publicable.


La parte dedicada a Gwain no desmerece en absoluto a la aventura de Perceval, pues constituye un magnífico libro de caballería en el que destacan episodios como el de la Doncella de las Mangas Pequeñas, relato de gran delicadeza, la Orgullosa de Logres que pone a prueba el sentido del honor del caballero o las peripecias en el Castillo de las Reinas, con su envolvente ambiente de magia y misterios.





La obra inconclusa del poeta lleva siglos espoleando la imaginación de buscador de entelequias. Posteriormente el grial y la sangre se unieron indisolublemente con la figura de Jesucristo. Y en este punto nos sentimos animados a especular sobre el origen de la obra.


Chrétien de Troyes escribió el Cuento del Grial en la próspera corte de Flandes y la dedicó a su protector, el conde flamenco Felipe de Alsacia. El padre de Felipe, Teodorico de Alsacia, fue un caballero cruzado y al regreso de uno de sus viajes a Tierra Santa trajo consigo una extraña reliquia, una ampolla que contenía la sangre de Cristo. El conde de flandes la depositó en una pequeña iglesia en la hermosa ciudad de Brujas, la basília de la Santa Sangre, donde sigue siendo venerada en la actualidad. ¿Encontró Chrétien de Troyes la inspiración para su cuerpo conversando amigablemente con Felipe de Alsacia?.


Expertos en literatura, como Riquer y Valverde, entienden a Perceval como un trasunto de Felipe de Alsacia. El conde de Flandes también es primo hermano de un rey Tullido, el rey Leproso Balduino IV, y ambos personajes son recibidos con gran esperanza en reinos decadentess y sumidos en la ruina y destrucción. Los dos fracasaron en su primera visita (al Reino Cruzado de Jerusalén y al Reino del Rey Pescador respectivamente).


En el Cuento del Grial Chrétien de Troyes alcanza la cumbre de su arte, como narrador de historias, y sobre todo, como creador de personajes literarios que se impusieron, muchos de los cuales aún viven entre nosotros en pleno siglo XXI.


“Perceval como un texto lleno de reflejos, como un texto de calculada ambigüedad, como un texto abierto, un texto que esconde misterios que durante los siguientes años fueron convirtiéndose en milagros, en explicaciones y en glosas. Pero el misterio de su origen, el misterio de su final, el misterio del cambio que con el texto se consuma en la obra de Chrétien dio lugar a mil interpretaciones en su época (como las continuaciones y obras basadas en ella ponen de manifiesto) . . . y no menos en la actualidad” (José Manuel Lucía Megías. Introducción al Perceval de Chrétien de Troyes).





La Edad Media, esos diez siglos que transcurren entre 476 y 1492, es una reinvención constante. Tres momentos son clave para comprender esa reinvención: el Humanismo el Renacimiento, el Romanticismo del siglo XIX y las escuelas historiográficas del XX. Los humanistas cubrieron de tinieblas los siglos medievales, los románticos decimonónicos la llenaron de castillos, dragones, delicadas damas, valientes caballeros, un maravilloso estilo gótico, magos y prodigios de todo tipo, e historiadores del siglo XX intentaron adentrarse en el Medievo de forma objetiva y científica. La literatura, el arte, el cine y el comic tienen sus propias interpretaciones de tan fascinante etapa de la historia de Europa. Las obras de Chrétien de Troyes han influido en todas estas visiones e interpretaciones.



jueves, 30 de noviembre de 2023

DIE RHEINTÖCHTER


 

Die Rheintöchter, las tres doncellas del Rhin, Woglinda, Wellgunda y Flosilda, espíritus de la naturaleza encargadas de custodiar y proteger el oro del río. Su inocencia les llevó a no poder cumplir su cometido.




domingo, 26 de noviembre de 2023

MÁS ALLÁ DEL VÉNETO. EL DOMINIO DE DALMACIA.



 

A sus dotes diplomáticas sumaba Pietro II Orseolo capacidad de mando militar, que le hacen aparecer en la historia como un Pompeyo Veneciano. Durante su mandato comenzó Venecia su expansión por el Adriático, más allá de la laguna véneta, hacia las costas de Dalmacia.


El primer objetivo de esta política expansiva era dominar el Adriático, y de paso librarse de los piratas de estirpe iliria que azotaban aquellas costas. Pacificar el mar Adriático redundaría en un considerable prestigio para la República. Por otro lado, como la expansión militar y comercial del Imperio Bizantino estaba concentrada en las rutas terrestres, las islas mediterráneas quedaban a merced de la ambición mercantil veneciana. Las zonas estratégicas para Venecia eran Istria y Dalmacia y para dominarlas organizó una potente flota. El dux Pietro II Orseolo comandaría la expedición.


La escuadra zarpó en el año 1000 y avanzó victoriosa a lo largo de toda la costa de Dalmacia. Fueron muchas las ciudades que fueron cayendo una a una bajo el poderío veneciano: Zara, Veglia, Trau, Spalato, Curzola, Lagosta o Ragusa. Pietro II Orseolo unificó la costa adriática bajo el protectorado veneciano desde Zara hasta Ragusa (lo que viene siendo toda la costa Dálmata de Croacia). Cuando regresaron a Venecia, la flota fue recibida con todos los honores y grandes festejos en honor del dux, que a partir de estos momentos adoptaría el título de Duque de Venecia y Dalmacia (Dux Dalmaticorum).


ARQUITECTURA ISLÁMICA. CARACTERÍSTICAS GENERALES.


 

Los árabes eran nómadas en su mayoría, y no poseían una tradición arquitectónica propia, por ello, en su en su expansión territorial los musulmanes irán adoptando las formas artísticas romanas, cristianas, bizantinas, persas, coptas, visigodas . . . vigentes en las tierras conquistadas, creando un arte plenamente oriental que sintetiza elementos diversos, que posteriormente va a difundir.



Del arte romano copiaron el uso de columnas, los arcos de medio punto y las dovelas bicolores, del arte bizantino la utilización de bóvedas y cúpulas para cubrir edificios y del arte visigodo el arco de herradura.


Los elementos constructivos:


♠ Se trata de un arquitectura que presta poco interés por los problemas constructivos, centrándose en la decoración. La arquitectura tiende a ocultar los elementos constructivos y las estructuras de sus edificaciones, recubriéndolo todo con la decoración. Todo ello obedece al deseo de ocultar la pobreza de los materiales y de adecuar los edificios a su función religiosa.


♠ Edificios de poca altura en armonía con el paisaje, inscritos en volúmenes cúbicos, realizados en materiales pobres como ladrillo (aunque también la piedra y la mampostería), utilizando yeso y madera en la decoración. Una arquitectura de exteriores sobrios, siendo el único elemento vertical el alminar o minarete, por su función de llamada a la oración.


♠ Como elementos sustentantes utilizaron esbeltas y delgadas columnas, que soportan techumbres ligeras y se enlazan con arcos variados. Los capiteles de influencia clásica y de creación propia; capiteles cúbicos, de mocárabes . . .



♠ Utilizan una variada tipología de arcos: adoptan el arco de herradura califal por herencia del arte visigodo, siendo característica la alternancia de dovelas de distinto color, a partir del siglo X se generalizan los arcos lobulados, polilobulados, mixtilíneos, entrelazados y apuntados. Y desde el siglo XIV los de mocárabes.


♠ Las bóvedas utilizadas pertenecen a varios tipos: crucería (con la particularidad de que los nervios no se cruzan en el centro sino dejando un espacio cuadrado o de varias figuras poligonales), de cañón, gallonadas, de mocárabes y bóvedas caladas.


♠ La cúpula se empleó por su simbolismo religioso relacionado con la divinidad. Tiene pequeñas dimensiones y un carácter ornamental. Destaca el empleo de cúpulas esféricas de herencia bizantina.


Los elementos decorativos.

La decoración se sitúa, casi exclusivamente, en el interior de los edificios, siendo extraordinariamente rica, con temas vegetales (ataurique), geométricos y epigráficos, que cubren superficies embelleciendo muros y cubiertas con gran densidad.


En contraste, el exterior se muestra prácticamente desnudo, pues únicamente se cuidan las portadas y las cúpulas.


Es característica la disposición reiterativa y repetitiva de los elementos decorativos que se multiplican hasta el infinito. Esta repetición unida a la densidad ornamental (horror vacui) se una metáfora de la eternidad que todo lo llena y una forma de plasmar la mutabilidad del Universo.


Los motivos decorativos son:


♠ Motivos vegetales. De herencia bizantina y clásica, los más utilizados son rosetas, palmetas, hojas de acanto y hojas de vid. A este tipo de decoración vegetal estilizada se le denomina ataurique, inspirada en el acanto clásico, pero estilizada al gusto musulmán.



♠ Motivos geométricos. La geometría es muy importante en el Islam. A través de ella se representa la indivisibilidad de Dios. La forma perfecta es el círculo, que se utiliza como patrón que permite crear otros motivos. El diseño es sencillo, se aplican los principios de repeteción simétrica, multiplicación o subdivisión. Se trata de un arte de base matemática, más intelectual que emocional. Utiliza ramas mixtilíneas entrecruzadas, dibujos en zigzag, ajedrezados y lazos formando estrellas.


Entre los motivos geométricos destacan lacerías y mocárabes. La lacería es una técnica utilizada sobre la madera que consiste en líneas entrecruzadas formando polígonos o estrellas ordenadas según un ritmo continuo y siguiendo leyes geométricas. El mocárabe es la decoración de prismas, forman a modo de estalactitas racimos en arcos o bóvedas.


♠ Motivos figurativos. Las representaciones figurativas suelen estar ausentes de los edificios religiosos y en los objetos de culto, pero no en las obras de carácter civil, como la ilustración de libros.


♠ Caligrafía. Es el arte de la escritura bella. Se trata de la manifestación artística más importante, pues escribir, es dar forma a la palabra de Alá. La escritura árabe tiene una doble función: ornamental e iconográfica. En la caligrafía árabe podemos ver el equivalente a las imágenes sagradas del arte cristiano, el medio por el que se transmite el mensaje divino. El contenido de estas inscripciones es variado; versículos del Corán, mensajes piadosos, textos poéticos . . .


Si ninguna cultura puede comprenderse sin considerar el hecho religioso, en el mundo islámico el fenómeno religioso impregna toda la vida de la comunidad, no existe diferencia entre lo laico y lo religioso. Por la misma razón los rasgos esenciales del arte islámico están configurados por la fe musulmana, son consecuencia directa del concepto de la divinidad. Estos rasgos son los siguientes: inexistencia de imágenes sagradas, relevancia cultural de la lengua árabe, tendencia a la estilización y estética de lo perecedero y de lo mutable.

El musulmán cree en un Dios único, cuya esencia es inaprehensible, de quien sólo conocemos sus nombres y sus atributos; uno de estos atributos es la palabra mediante la que se ha revelado a la humanidad en un acto de misericordia divina. Esta concepción de la divinidad, enmarcada en una tradición monoteísta anicónica, configura una religión sin imágenes sagradas. A diferencia del antropomorfismo cristiano, para el que las imágenes de la divinidad hallan su justificación en el hecho histórico de la Encarnación de Cristo, el concepto de la divinidad en el Islam no permite su representación en imágenes. Dios es inasible por los sentidos.

Sin embargo, no existe en el Corán una prohibición expresa de las imágenes sagradas; los versículos que se han querido aducir en relación con el tema de la prohibición de las imágenes (5/92 y 6/74), prohíben estrictamente la idolatría y enlazan con la tradición anicónica del monoteísmo judío. Además, el Corán (cuya etimología significa salmodeo, lectura en voz alta, predicación) no es un texto narrativo sino recitativo, basado en el atractivo de la palabra y no se presta a ser traducido en imágenes visuales, no es fuente de ilustración gráfica.

Pero la inexistencia de imágenes de la divinidad se suple con la presencia de uno de los atributos divinos, la palabra contenida en el Corán y revelada en lengua árabe. Aquí radica la trascendencia de la lengua árabe en la cultura musulmana: al ser el árabe la lengua de la revelación divina, su escritura o caligrafía confiere forma y hace visible la palabra de Dios. De este modo el calígrafo se convierte en el artista de mayor consideración social y las inscripciones en árabe juegan en el arte islámico el papel equivalente al de las imágenes en el arte cristiano.

Arte bizantino y Arte del Islam.

Conocer el Arte. Historia 16.

Isidro G. Bango y Gonzalo Borrás.


La importancia del agua y de la luz.

La luz y el agua, sin ser motivos ornamentales per se, inciden en la decoración de manera especial. El agua desempeña un papel fundamental, aumenta las perspectivas al reflejar la imagen arquitectónica que se desvanecen con el movimiento del agua, refresca el ambiente durante el estío y llena de música las habitaciones con el susurro de canalillos y surtidores. Los efectos de luz ayudan a conseguir sensaciones de desmaterialización arquitectónica y la incorporeidad de las construcciones, por ejemplo, con el juego de brillos sobre la cerámica o el juego de entreluces por medio de las celosías.



También cobran especial relevancia los jardines, donde la naturaleza se asocia con el agua y la arquitectura.


TIPOLOGÍA ARQUITECTÓNICA.

La mezquita (lugar de oración de los musulmanes), el palacio (residencia del califa o del rey de la taifa), alcazaba (recinto fortificado defensivo), madrasa (escuela coránica), hamman (baños públicos para aseo personal, con horario de mañana para hombres y de tarde para las mujeres), maristán (hospital), zoco o bazar (mercado, abierto o cubierto), alcaicería (mercado para productos de lujo como la seda, joyas, telas bordadas), fundaq (fondas o mesones con habitaciones para huéspedes), qubba (mausoleo cuadrado con cúpula), ribat (convento o monasterio fortificado para los monjes guerreros), alhóndiga (almacen para mercancías y mercaderes). . .



viernes, 24 de noviembre de 2023

LOS ORIGENES LITERARIOS DEL CICLO ARTÚRICO.

 


El ciclo artúrico lleva siglos inspirando a trovadores, poetas y novelistas. Pero también a cineastas, pintores, artistas varios, compositores, dibujantes y soñadores de toda condición. El ciclo artúrico forma parte de la materia de Bretaña, basada en viejos mitos britones y leyendas de origen celta de tradición oral, siendo además su elemento más conocido y reconocible. Otras historias legendarias incluidas en la materia de Bretaña, aunque no tan conocidas, son Bruto de Troya, el Viejo Rey Coel, Gogmagog o el rey Lear.




Un general romano?, ¿un indígena celta?, ¿un romano celtizado?, ¿un britano romanizado?, ¿ambas cosas?, ¿ninguna?. Prototipo trágico de caballero, de hombre y de rey. Nunca sabremos que se oculta detrás de su maravillosa leyenda, pero no podemos concebir una Edad Media sin Arturo, sin Merlín y sin Excalibur. La mano de un joven Arturo, sacando Excalibur de la piedra es una de las imagenes más icónica del Medievo.




Las primeras menciones al rey Arturo se documentan en la crónica de un monje normando llamado Geoffrey de Monmouth, la Historia de los reyes de Británia. Su obra es pieza fundamental de la literatura europea y constituye (en gran parte) el origen del ciclo artúrico. En Historia regum britanniae relata por vez primeras las desventuras del rey Lear y de sus tres hijas, reinventó la expedición y las correrías del galo Breno por Italia e inserta la historia del rey Cimbelín.




Geoffrey fue un clérigo y literato galés (o britón) de enorme fantasía y exquisita retórica que escribió su obra durante el reinado de Enrique II Plantagenet. La labor de recopilación de los monjes fue fundamental para la conservación de la cultura celta insular.


Sus creaciones literarias encajaron de maravilla en el círculo cortesano de Aquitania, con una historia relatada a la medida de los reyes normandos. Para escribir sus libros aprovechó el profundo conocimiento de los clásicos latinos y de historiadores como Gildas o Beda el Venerable (novelando, reinventando y amplificando lo que ellos habían escrito) a los que había estudiado en las escuelas clericales de Oxford (antecesora de su prestigiosa universidad).




Geoffrey de Monmouth diseña una maravillosa historia de Britania, llenándola de fantasía, prodigios y acontecimientos asombrosos. A partir de la tradición oral (la forma más antigua de preservar el pasado) y otras obras anteriores relata la historia de los britanos desde Bruto de Troya, bisnieto de Eneas y mítico fundador de Britania, hasta la invasión de las tribus germanas procedentes del continente.




Una quinta parte de la Historia Regum Britanniae aproximadamente, está dedicada al rey Arturo y los prodigios que le rodean, sentando de esta manera las bases del mundo artúrico. Geoffrey es considerado el creador de Merlín y otros muchos elementos, personajes, lugares comunes y acontecimientos clave que se irán desarrollando en historias posteriores, como el encuentro de Merlín con Vortigern, los amoríos de Uther e Ygraine, la concepción de Arturo, la maravillosa isla de Avalon . . .



Y por supuesto la primera descripción de Arturo: "Arturo, por su parte, se reviste de una loriga, digna de rey tan grande; se ajusta a la cabeza un yelmo de oro, con la cresta tallada en forma de dragón, y a los hombros su escudo, llamado Pridwen, sobre el que está pintada una imagen de la Santísima Virgen, madre de Dios, para tenerla siempre en la memoria; se ciñe a Caliburn, la espada sin par que fue forjada en la isla [de Avalon] y empuña con la diestra a Ron, su lanza que es larga y ancha, y se encuentra sedienta de sangre".


El escritor Monmouth diseña la imagen literaria del rey Arturo. "A base de la leyenda mitológica de los amores de Júpiter con la esposa de Anfitrión, de los que nació el semidiós Hércules, Godofredo inventa los amoríos de Uther e Ingern, esposa del duque de Cornualles, de los que hace nacer a Arturo, figura que toma de la breve mención de la anterior Historia de los bretones y que convierte en un rey victorioso, mezcla de héroe de cantar de gesta y del Alejandro medieval, y se complace en describir el boato de su corte (inspirándose en la de Enrique I de Inglaterra o en la de Felipe I de Francia), sus guerras contra los romanos y su campaña contra su sobrino, que intentaba desoseerlo de la corona, en la cual el rey Arturo cae mortalmente herido y es transportado a la isla de Avalón para ser curado. He aquí cómo nace a la vida literaria una de las más bellas figuras de la ficción medieval, creada a base de leyendas clásicas y de noticias inventadas por historiadores poco escrupulosos” Riquer-Valverde. Historia de la Literatura Universal.


Más novelista que historiador (en el sentido actual del término) puso de moda en toda Europa (por los siglos de los siglos) las aventuras del rey Arturo y del mago Merlín, personajes que fusionan todo el acervo legendario celto-britónico. Sus inmortales versos llevan ocho centurias nutriendo novelas, obras de teatro, comics, series de televisión y producciones para la gran pantalla.




Robert Wace, clérigo al servicio de Enrique II Plantagenet tradujo la obra de Monmouth al anglonormando, titulandola El Roman de Brut, incluyendo algunas modificaciones. La dedicó a Leonor de Aquitania, mecenas y patrocinadora de las letras.




El Roman de Brut (c. 1155) recibe su título de Bruto y es la última obra en que Arturo es el indiscutible protagonista. En lo esencial sigue el texto de la Historia Regum Britanniae pero excluye las profecías de Merlín, pues al parecer Wace no las entendía muy bien.




La contribución más destacada de Robert Wace al ciclo fue la creación de la famosa Tabla Redonda. "Por los nobles barones que él tenía - pues cada uno se creía superior a otro, cada uno pensaba que era el mejor y en efecto , nadie sabía cuál era el peor -, Arturo estableció la Tabla Redonda, de la cual los bretones cuentan muchas historias. Allí se sentaban los nobles señores en perfecta armonía, todos iguales. Se sentaban en la Tabla en completa igualdad y eran servidos también en completa igualdad. Ninguno de ellos podía presumir de estar mejor ubicado que su compañero: todos ocupaban los puestos de honor, ninguno era ubicado aparte".

PLANETA OMEGA. ÉRASE UNA VEZ EL ESPACIO.


 

viernes, 17 de noviembre de 2023

PALAZZO GIOVANELLI.

 


En origen obra gótica XV aunque posteriormente se acometieron profundas renovaciones. En el siglo XIX fue prácticamente reconstruido por una familia no veneciana, los Giovanelli, que habían pagado cien mil ducados para unirse al Maggior Consiglio.




El Palazzo Giovanelli se abre al Gran Canal en su fachada princial, en las inmediaciones del Fondaco dei Turchi, la sede del Museo de Historia Natural, en el sestiere de Santa Croce.

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