Situado
a 400 metros por encima de la corte de Tirgoviste, el monasterio de
Dealu (Manastirea Dealului) ha escrito alguna de las páginas de la
historia rumana.
Un busto de Mihai Vitazul (Miguel el Valiente) nos
recibe a la entrada.
Ambiente
laborioso, pero sereno. El cielo se había nublado, las mujeres del
templo cortaban verduras en el jardín.
Su interior olía a jazmín y
mientras oía la letanía de la monja ortodoxa, quedaba ensimismado
con las excelsas paredes, adornadas con coloridos retratos de
voivodas históricos. El más conocido de ellos, Vlad Tepes, no se
encontraba entre ellos.
Aunque
les pesa a los anticlericales y ateos fanáticos, buena parte de la
historia de Europa se ha escrito en los monasterios.
La adormición de la Virgen.
Radu
el Grande fundó este monasterio donde se conserva la cabeza de
Miguel el Valiente. El edificio ha resistido varios terremotos.
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