La
cueva de Postojna, en Eslovenia, es un maravilloso regalo, y
espectáculo, de la Naturaleza, y una de las atracciones turísticas
más antiguas de Europa. Fueron abiertas al público en 1819 por el
emperador austríaco Fernando I.
Estalactitas
y estalagmitas te acompañan a lo largo de un sugestivo paseo a
través de millones de años de evolución geológica. Un paso
cadente por las entrañas de la tierra, la fría piedra, el agua, las
galerías y una extraña criatura endémica de estas profundas
cavernas, el Olm (Proteus anguinus)
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