Nacionalismo y música. Paraíso natural, veranos luminosos, mil lagos, noches claras, ríos bravíos, invierno eterno, Sol de medianoche. En 1899 el músico Jean Sibelius, nacido en la histórica ciudad de Hämeenlina, compuso Finlandia, opus 26, un poema sinfónico dedicado a su país. La pieza tiene un alto sentido patriótico, en un momento en que Finlandia trataba de conseguir la independencia plena del Imperio Ruso.
Finlandia tiene un inicio solemne y un punto trágico y melancólico, evoca un paisaje tranquilo y embriagador, la taiga invernal, un lago helado, una tarde lluviosa de verano, la tierra, la Naturaleza en estado puro. La melodía se va transformando, progresa heroicamente y narra la historia del país, un sentimiento de opresión que cede paso al optimismo, avanzando hacia un final apoteósico, festivo y triunfal. Los deseos independentistas de Finlandia y el amor de los finlandeses por su tierra, condensada en menos de diez minutos sublimes. El propio compositor describió acertadamente su significado: “Luchamos 600 años por nuestra libertad y yo soy parte de la generación que la ha logrado. ¡Libertad!. Mi Finlandia es la historia de esta lucha. Es la canción de nuestra batalla, nuestro himno de victoria”.

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