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lunes, 1 de febrero de 2016

FUENTE DE LOS LEONES EN BAEZA



En la emblemática Plaza del Popolo de Baeza se encuentra la fuente de los leones, que desde el corazón de la misma, lleva más de cuatro centurias contemplando el transitar de la gente y el discurrir del tiempo y la Historia.

Originalmente la fuente estaba en la cercana ciudad ibero-romana de Cástulo, y el traslado a su ubicación actual en el siglo XVI (cuando Cástulo era solamente un montón de ruinas) se interpreta como una transferencia de poderes; desde la antigua sede episcopal de Cástulo a Baeza, que usurpó el papel preeminente de la antigua capital de los Oretanos. En ese sentido, la fuente simboliza el orgullo local al haberse convertido en una ciudad eclesiástica y nobiliaria a comienzos del Renacimiento.



Bueyes y leones esculpidos por manos iberas, que recuerdan a otros felinos hallados en Cástulo, y a través de cuyas bocas mana el agua, son los elementos más destacados de esta bellísima fuente.


En el centro del conjunto, una figura femenina de porte clásico, corona una columna. Para la tradición popular se trata de Himilce, la princesa oretana que se convirtió en la esposa del conquistador cartaginés Aníbal. La original fue destruida durante la Guerra Civil. La actual es obra de un escultor local y fue colocada hace un par de décadas.



En un entorno renacentista, circundando por los restos de un inmediato pasado medieval, la Fuente de los Leones, trata de enlazar el presente con el origen oretano y el desarrollo urbanístico romano; un rincón que sintetiza toda la historia del lugar.  

domingo, 30 de agosto de 2015

ARADO MEDIEVAL SAJÓN



Desde que el hombre domesticó los primeros cereales, la agricultura se convirtió en una actividad de primera necesidad. La escena representada está basada en ilustraciones del siglo XIV. Las tierras de cultivo se disponen en grandes campos abiertos adecuados para el uso del arado de vertedera. Los arados y los tiros de bueyes eran propiedad de la comunidad y eran utilizados de tal forma que cada hombre pudiese realizar su trabajo progresivamente. Este arado, considerado de origen sajón, parece más preparado para romper la tierra que para abrir surcos limpios.  

lunes, 9 de diciembre de 2013

BUEYES LUCANOS



El año 280 a. C. desembarcó en la península italiana el general Pirro, rey del Epiro, para ofrecer a los romanos algunas lecciones de táctica en el campo de batalla. Pirro llegó a Italia acompañado de unos extraños animales, a ojos de los itálicos, a los que llamaron "bueyes lucanos". Era la primera vez que veían elefantes. 

"Italia vio por primera vez elefantes en la guerra con el rey Pirro y los llamó bueyes lucanos, puesto que habían sido vistos en Lucania en el año de la ciudad 472"
Plinio el Viejo, Historia Natural 8, XVI

La identificación de los "bueyes lucanos " con los elefantes se debe a Varrón. 

"Bos luca es un elefante. He encontrado escrita una doble explicación de por qué se llama así. Así, en el Comentario, de Cornelio, lucas deriva de Libyci (los libios) en el de Virgilio, en cambio, se dice que lucas viene de Lucani (los lucanos). Debido a que nuestros compatriotas denominaban "buey" al mayor cuadrúpedo que poseían, y como quiera que la primera vez que vieron los elefantes fue entre las tropas enemigas, en Lucania, durante la guerra contra Pirro  - se trataba así mismo de cuadrúpedos cornamentados, pues muchos denominan también cuernos a los dientes de los elefantes - llamaron a aquel animal bos luca, porque creían que se trataba de un buey lucano. 
Varrón. De lingua latina. 

lunes, 29 de abril de 2013

INICIOS DE LA DOMESTICACIÓN ANIMAL VII. EL ALTO NILO Y EL SAHARA ORIENTAL (última parte)



El reciente, y creciente interés por la zona, ha posibilitado reunir más elementos sobre los inicios de la domesticación animal. El cordero, la cabra, el perro y quizás el cerdo, procedían de los animales domesticados en el Sudoeste de Asia. 


Los habitantes del Sahara Oriental comienzan a domesticar al buey hace entre 9000 y 8000 años. La prueba son las osamentas que van sufriendo cambios como consecuencia de la domesticación. 



Una de las claves fue la mejoría climática acaecida entre hace 12000 y 5000 años. La vegetación del Sahel y de Sudán se extendió hacia el Norte. A pesar de esto, el buey salvaje no hubiera podido sobrevivir en el desierto, se tuvo que domesticar en algún lugar del Valle del Nilo. 

Es probable que la domesticación del buey se llevase a cabo a partir del uro, o tal vez del cebú, que lograron sobrevivir en el Valle del Nilo hasta el periodo predinástico. El perro doméstico aparece después del buey y los yacimientos del Neolítico Medio muestran osamentas de ovinos.


Las cinco especies, también el cerdo encontró un entorno relativamente favorable, están presentes en el Valle del Nilo, durante el Periodo Predinástico. No obstante, la actividad ganadera se centró en cabras y ovejas, mejor adaptadas a un medio cada vez más árido. A finales del VI milenio se añade una nueva especie, el asno. Los primeros animales fueron domesticados por su carne, los bovinos también por su leche. Los asnos lo fueron por su capacidad de trabajo y como bestias de carga, a partir del asno salvaje de Nubia. 

viernes, 26 de abril de 2013

INICIOS DE LA DOMESTICACIÓN ANIMAL VI. CHINA Y EL SUDESTE ASIÁTICO



Desconocemos muchos aspectos de los inicios de la domesticación y prácticas ganaderas en estas regiones del planeta. De las cinco  primeras especies domesticadas, el perro, el cerdo y el cordero vivían en estado salvaje en China, y el cerdo en el Sudeste de Asia. 

Mientras China mantenía contactos con Asia Occidental, el vínculo del sudeste con el subcontinente indio no fue muy fluido hasta los inicios de la Era Cristiana. 

En China las civilizaciones neolíticas más antiguas, Culturas de Cishan, de Peiligian y de Dadiwan, hace unos 8.000 años, ya se había domesticado el perro, el cerdo y la gallina. 

En civilizaciones neolíticas posteriores, Culturas de Yangshao y Longshan, aparecen junto al cerdo, perro y gallina, el buey, el cordero y la cabra. Por lo general el cerdo es el más importante, según se desprende del número de osamentas. Una hipótesis para explicar el gran número de suidos, es la posible domesticación del animal in situ, aunque es no está probado. También se han hallado abundantes restos de ovinos. 

En el Sudeste de Asia, los testimonios osteológicos son bastante escasos. Se piensa que el buey pudo ser domesticado hace 7.000 años, hecho confirmado hace 5.500, momento en que ya se había logrado la domesticación de cerdos y perros. 


Los rebaños en China y el Sudeste de Asia eran explotados por su carne. La importante biomasa que ofrecían los bosques, hacían superfluos los intentos de domesticación. Esto explica, quizás, el retraso con respecto a otras regiones estudiadas. 

miércoles, 24 de abril de 2013

INICIOS DE LA DOMESTICACIÓN ANIMAL V. LOS PRIMEROS ANIMALES DOMÉSTICOS DE EUROPA



La fauna domesticada que aparece al sur de los Balcanes a mediados del milenio IX BP. era similar a la que ya existía en Asia Occidental. Las ovejas y las cabras constituyen entre el 75-80% de los rebaños, seguidas de cerdos y bueyes (mucho más raro) y por último el perro.

En esta región, sur de los Balcanes, existía una importante orientación hacia el ganado ovino, siendo Grecia la primera región de Europa donde constatamos la práctica de este tipo de ganadería. 
Las condiciones naturales, tanto físicas como climáticas, son muy parecidas a las estudiadas para Asia Occidental. Un clima cálido y seco, como el de Grecia, posibilitó el desarrollo de este tipo de ganado que proporcionó a la población proteínas suficientes para no tener que sucumbir ni a la caza ni a la pesca. (En los yacimientos del Neolítico antiguo en Grecia se han encontrado muy pocos restos de animales salvajes y peces).

Este tipo de ganadería ovina pronto comenzó a extenderse hacia el Noreste y hacia el Oeste desde la segunda mitad, del IX milenio BP. La expansión estuvo favorecida por las óptimas condiciones climáticas, aumento de la temperatura en 3 ó 4 grados, lo que permitió introducir especies del sur en regiones meridionales de Europa Central (Macedonia, centro de la antigua Yugoslavia y Bulgaria).


El mismo tipo de ganado - ovino - hizo su aparición en la cuenca de los Cárpatos, antes de finalizar el VIII milenio, se adoptó en Moldavia y también alcanzó el sur de Ucrania a lo largo del VII milenio.

Es interesante aportar, que mientras en la región de los Balcanes prosperaron todas las especies domesticadas durante el Neolítico, los grupos mesolíticos que subsistían en regiones más difíciles e inaccesibles como el desfiladero de las Puertas de Hierro sobre el Danubio, vivían de la caza y la recolección a pesar de algunas incipientes tentativas de domesticar al perro y al cerdo.

Al oeste, la ganadería se extendió hacia el sur de Italia a lo largo del VII milenio, y un poco más tarde, hace 6000 años al sur de Francia. Desde el sur del país galo, se propagaría luego hacia el este de la península Ibérica.



Todas estas regiones marcan el límite septentrional del tipo de ganadería característica del Asia Occidental; ovejas, cabras, bueyes, perros y cerdos.

En regiones de Europa situadas más al norte los animales eran importados desde el sur. Esta importación ocurrió en tiempos tempranos, para el VI milenio se constata la presencia de las cinco especies en la Europa templada.

Al mismo tiempo se producen transformaciones en las prácticas ganaderas de Europa meridional, en las zonas más templadas. La ganadería ovina no terminó de adaptarse y no pudo alcanzar un desarrollo mayor; ni cabras ni corderos encontraron el medio propicio para su crianza. Problema; ninguna de las especies existe en estado salvaje en Europa, lo que impide un aumento de las cabañas de ovicápridos a partir de la fauna salvaje. Otro inconveniente es que la tasa de reproducción de los animales domesticados no alcanzaba para cubrir las necesidad de una población humana en expansión.

La solución pasaba por domesticar otras especies que se adapten mejor al entorno templado y que ya vivieran en estado salvaje en las regiones en cuestión. El buey y el cerdo responden a estos dos criterios, y pronto comenzaron a reemplazar a los ovinos, hacia finales del Neolítico Antiguo.

Se produce un esplendor generalizado en Europa tras la domesticación de estos animales. La cuenca de los Cárpatos se convierte en un auténtico foco de domesticación de bóvidos. Aumentó la cabaña bovina, y el buey se convirtió en el principal animal doméstico de toda la Europa templada.


Sin llegar a los niveles del buey, la domesticación del cerdo tuvo dimensiones considerables, con una importancia igual, o incluso mayor, que los ovinos. En los asentamientos de la Cultura de Cerámica a Bandas, y otras similares, predomina totalmente el buey, seguido unas veces por los cerdos, y otras por los corderos.

Hasta finales del Neolítico Antiguo, los animales domésticos se explotaban únicamente por su carne, si bien es cierto, existían excepciones esporádicas, como el sacrificio, la caza o la utilización de animales (perros) como guardianes de las viviendas y de los rebaños.

Más tarde se descubrió que también se podrían aprovechar recursos secundarios como la leche, la lana y aprovecharse de la tracción animal, para el transporte y la labor agrícola. Todo esto llevó a una segunda fase de domesticación, en la que el hombre buscó la manera (o maneras) de incrementar el tamaño de sus rebaños. Las culturas de Tisza, Herpály y Lengyel, de la Cuenca de los Cárpatos, son ejemplos de esta explosión de la domesticación.

Durante mucho tiempo el hombre consumía la carne de todos los animales domesticados, incluido el perro. Las pruebas de ello son cráneos abiertos para consumir los sesos y los huesos rotos para extraer el tuétano. El hombre no dejó de comer carne de perro hasta finales de la Edad del Bronce; estaríamos con toda probabilidad con el primer tabú alimenticio de la Historia de la Humanidad.


A lo largo del Neolítico, el buey fue el principal aporte de carne, incluso en regiones donde cabras y ovejas eran más numerosas. La carne bovina representa un 40% del total, incluso en regiones netamente ovinas. Debemos tener en cuenta que la carne de un sólo buey, equivale a la de siete ovejas o a la de cuatro o cinco cerdos.

Las cabras y ovejas suponían un importante aporte cárnico durante el Neolítico Antiguo. A partir del Neolítico Medio, el cerdo se convierte en el segundo proveedor de carne tras el buey. En este estadio del Neolítico Medio, se alcanzó la fase de desarrollo de la ganadería.


La caza y la domesticación fueron progresivamente perdiendo peso específico, se ampliaron los diferentes rebaños, aumentó la superficie de tierras cultivadas y como consecuencia del aumento de la población humana se fue destruyendo el hábitat natural de las especies salvajes. Se domesticaron de forma intencionada nuevas especies, como el asno y el caballo, por el trabajo que pueden aportar. En Mesopotamia, se producen los primeros intentos de selección metódica. 

jueves, 18 de abril de 2013

INICIOS DE LA DOMESTICACIÓN ANIMAL IV. PRIMERAS TENTATIVAS DE DOMESTICACIÓN EN EUROPA Y SUROESTE DE ASIA



Parece a todas luces evidentes, el hecho, de que la domesticación no se extendió desde un único foco original, al resto de los continentes. Debieron existir varios focos de domesticación en la misma época, a partir del desarrollo social, económico y cultural. 

La domesticación de un especie no tuvo más remedio que ocurrir, en las zonas de distribución en estado salvaje, teniendo lugar en varios lugares al mismo tiempo. Es factible, que los lugares considerados como la cuna de domesticación de una determinada especie, deba esa suposición a que en esos lugares, han sido más sistemáticas las excavaciones y los estudios arqueológicos. 


Tradicionalmente se ha pensado que la domesticación animal comenzó durante el Neolítico. Recientes investigaciones atestiguan que dicha práctica se remonta al Mesolítico, e incluso a las últimas etapas del Paleolítico. No obstante, a pesar de los intentos (frustrados o no), no se llegó a constituir una auténtica cabaña ganadera. Estas primeras tentativas se llevaron a cabo con perros, y más rara vez con cerdos. Ambos animales tienen una alimentación muy parecida a la del hombre y es posible, que en algunas ocasiones se alimentasen de los restos de banquetes humanos. 

El Mundo Occidental (asiático) iba a ser un foco idóneo para iniciar el proceso de domesticación. Tres factores lo hicieron posible:

* Las cinco especies domesticadas durante el Neolítico (perro, cerdo, cabra, oveja y uro), existían en estado salvaje en estas zonas.

* Pudo ser determinante la presencia de cabras y ovejas salvajes, dos especies que se prestan mejor a la domesticación que otras, y esto es debido a muchos motivos; son rumiantes, se nutren simplemente de forraje rico en celulosa (un subproducto de la agricultura como la paja y el heno), producen carne, el alimento que consumen no es apropiado para hombres (ni para cerdos ni perros), presentan talla pequeña, el hombre puede capturar y mantener sin mucho peligro físico, y por último, y no menos importante, son animales frugales que se adaptan muy bien a duras condiciones climáticas y del terreno. 

* Asia Occidental también era rica en gramíneas silvestres que comenzaron a cultivarse, más o menos a la vez, que el inicio de la domesticación. Las dos actividades se desarrollan de forma paralela y complementaria.


Tres de las especies - perro, cerdo y buey - podrían haber sido domesticadas en otros lugares en que vivieron salvajemente, como en Europa, pero el escaso desarrollo económico y cultural, no permitió más que unas pocas tentativas de domesticar al perro. 

Analizando los datos aportados por la ciencia arqueológica relativos a las cincos especies domesticadas durante el Neolítico, llegamos a las siguientes conclusiones.



El Perro fue domesticado en primer lugar, siendo el lobo su antepasado salvaje. Las osamentas más antiguas datan del Pleistoceno final, hace 14.000 años y fueron halladas en la Cueva de Palegawra, en Irak.

El Cordero, posiblemente también fue domesticado en Irak, a principios del XI milenio en Zawi - Chemi. Con seguridad, encontramos restos de cordero plenamente doméstico en Ali Kosh, en Irán (9500 - 8700 a.C.)

La Cabra Doméstica nos ofrece restos en dos yacimientos de Iran, Tepe Asiab y Ganj Dareh, con unos 10.000 años de antigüedad. Aparecen también restos de cabra doméstica, con la misma antigüedad, en Jericó y Ali Kosh. 

Las osamentas más antiguas de Cerdo Doméstica fueron halladas en Qalat Yarmo (Irak) y cuentan con unos 8750 años.


En Catal Hüyuk, Anatolia, fue domesticado por primera vez el buey hace 8.400 años.

Todas estas especies existían en sus formas plenamente domésticas a mediados del IX milenio a.C. Curiosamente, encontramos estas mismas especies de fauna doméstica en Europa, hacia el 8.500. 

La primera forma de ganadería propiamente dicha conocida en el suroeste de Asia se basaba fundamentalmente en dos animales; la cabra y la oveja. En los yacimientos ambas especies constituyen la mayoría del rebaño, más adaptadas al medio que cerdos y bueyes. En principio el cordero dominaba en valles y llanuras, y la cabra en la montaña. Más tarde el cordero adquirió mayor importancia en todos los medios, ya que presenta dos ventajas sobra la cabra; proporciona lana y soporta mejor el calor.

El éxito de esta forma de ganadería es muy variable en el Suroeste de Asia. En los Valles, riberas de grandes ríos y en los piedemontes el hombre no tuvo la necesidad de cazar para proveerse de carne. En las Estepas las condiciones rigurosas de las estepas saladas obligó al hombre a practicar la caza a gran escala. La Montaña, a todas luces, es un medio aún menos favorable para la cría de ganado. 




lunes, 25 de febrero de 2013

HIPOPÓTAMO

el Caballo de Río 


"Un animal más grande de talla nace en el mismo Nilo, el hipopótamo, de pezuña partida como los bueyes, con el lomo, la crin y el relincho del caballo, chato, con cola y dientes curvos de jabalí, pero menos peligrosos, con una piel que se usa para hacer escudos y cascos impenetrables, excepto si se mojan. Destruye las cosechas devorando una cantidad determinada cada día, según dicen, por una decisión previa y dejando huellas que conducen fuera del campo para que no le tiendan emboscadas cuando regrese.


El primero que mostró en Roma este animal junto con cinco cocodrilos, en un foso hecho para la ocasión, fue M. Escauro en los juegos celebrados con ocasión de su edilidad. El hipopótamo en cierto aspecto de la medicina se ha revelado también como un maestro. Pues cuando está muy gordo por sus continuos atracones sale para inspeccionar la orilla en busca de un lugar donde se hayan cortado cañas recientemente y cuando ve un tallo muy afilado, apoyando su cuerpo sobre él, hace una herida en cierta vena de su pata y así con la pérdida de sangre alivia su cuerpo, antes enfermo, y cubre la herida con limo.
Plinio el Viejo
Historia Natural VII, 95 - 96.

miércoles, 30 de enero de 2013

SOBRE IBERIA
APIANO (III)

4-5 Amílcar en Iberia. Su muerte. 
La primera guerra entre romanos y cartagineses fue una guerra extranjera por la posesión de Sicilia, librada en la propia Sicilia, y la segunda fue ésta de Iberia y en la propia Iberia. En el transcurso de ella, también ambos contendientes, navegando con grandes ejércitos, saquearon mutuamente sus territorios, unos Italia y otros África. La comenzaron alrededor de la ciento cuarenta olimpíada más o menos, cuando disolvieron los tratados que había concertado al final de la guerra de Sicilia. El motivo de la ruptura fue el siguiente. Amílcar, de sobrenombre Barca, cuando precisamente en Sicilia mandaba las fuerzas cartaginesas, prometió dar abundantes recompensas a sus mercenarios celtas y a los aliados africanos. Al serle reclamadas éstas por aquéllos, una vez que retornó a África, los cartagineses se vieron envueltos en la guerra de África, en el curso de la cual sufrieron numerosos reveses a manos de los propios africanos y entregaron Cerdeña a los romanos en compensación por las afrentas causadas a sus mercaderes en esta guerra de África. Por consiguiente, cuando sus enemigos lo hicieron comparecer a juicio por considerarlo, por estos motivos, el responsable de tantas calamidades para su patria, Amílcar, tras asegurarse el favor de todos los hombres de Estado - de entre los que era el más popular Asdrúbal, que estaba casado con una hija del propio Amílcar -, eludió el juicio e, incluso, cuanto tuvo lugar una sublevación de los númidas, consiguió ser elegido general contra ellos en compañía de Annón, llamado el Grande, sin haber rendido cuentas todavía de su anterior generalato. 

Una vez que acabó la guerra y se hizo regresar a Annón a Cartago para responder de ciertos rasgos, Aníbal, que se hallaba él solo al frente del ejército y tenía a su cuñado Asdrúbal como asociado suyo, se dirigió hacia Gades y, tras cruzar el estrecho hasta Iberia, se dedicó a devastar el territorio de los iberos, que no le habían causado daño alguno. Hacía de ello una ocasión para estar fuera de su patria, para realizar empresas y adquirir popularidad; en efecto, todo lo que apresaba, lo dividía, y daba una parte al ejército con el fin de tenerlo más presto a cometer desafueros en su compañía, otra parte la enviaba a Cartago y una tercera parte la repartía entre los políticos de su propio partido. Finalmente, los reyes iberos y todos los otros hombres poderosos, que fueron coaligándose gradualmente, lo mataron de la siguiente forma: llevaron carros cargados de troncos a los que uncieron bueyes y los siguieron provistos de armas. Los africanos al verlos se echaron a reír, al no comprender la estratagema, pero cuando estaban muy próximos, los iberos prendieron fuego a los carros tirados aún por los bueyes y los arrearon contra el enemigo. El fuego, expandido por todas partes al diseminarse los bueyes, provocó el desconcierto de los africanos. Y al romperse la formación, los iberos, cargando a la carrera contra ellos, dieron muerte a Amílcar en persona y a un gran número de los que estaban defendiéndolo. 
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