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miércoles, 5 de octubre de 2022

MINA, LA COBAYA.


Durante tres años y medio, Mina llenó de alegría nuestro hogar. Cuando llegó a casa, traía una maravillosa sorpresa en su vientre.


Mina llegó a casa en Febrero, había nacido en Diciembre, y una mañana de primavera descubrimos que la familia había aumentado. Yerry y Princesa habían nacido. 


Una pequeña experta en saltos y en hacer popcorning.




Hubo días que Mina me ayudaba en el trabajo. Especialmente durante las largas y agotadoras jornadas que vivimos durante el confinamiento provocado por la pandemia de Covid'19. 

jueves, 24 de octubre de 2019

REGIONES ZOOGEOGRÁFICAS.



La zoogeografía es una disciplina científica que estudia y analiza la relación que existe entre la fauna, el medio natural y la distribución geográfica por el planeta. Las causas de esa distribución hay que buscarlas en factores climáticos, ecológicos, topográficos y ambientales, pero sobre todo en la historia geológica y paleontológica de la Tierra.

Las modificaciones en el medio han venido acompañadas de la evolución de las especies y de su adaptación a nuevos entornos a lo largo de millones de años. A este respecto son fundamentales (cuando no determinantes) las condiciones de unión o separación, y aislamiento de masas continentales. Ejemplos paradigmáticos de esto último son Australia y Madagascar.

El animal está estrechamente relacionado con el hábitat. Examinando a un animal cualquiera podemos extrapolar las características del paisaje donde vive, y conociendo las condiciones del medio natural, podemos imaginar que clases de animales lo habitan. Cuando estas condiciones cambian el animal tiene tres opciones: sucumbir, emigrar o readaptarse.

Para la zoogeografía el planeta aparece dividido en grandes regiones que poseen características faunísticas semejantes. A su vez, cada una de estas regiones se subdivide en unidades menores.

Región paleártica.
Se extiende por Europa, las tierras que rodean el mar Mediterráneo, África septentrional hasta el trópico de Cáncer y norte y centro de Asia hasta la cordillera del Himalaya y el río Yang – Tsé. Los géneros peculiares son, entre otros, corzo, camello, tejón, yak, rebeco, perdiz, mustélidos, alce, lobo, oso pardo y ciervo. Ningún orden de animales es exclusivo de esta región.

La subregión mediterránea marca la transición entre las regiones paleártica y etiópica, mientras que el centro de Asia se caracteriza por la mezcla entre animales de desierto y de montaña, como las gacelas y los asnos salvajes. La taiga y la tundra son las formaciones vegetales de la regio´ón eurosiberiana, donde habitan mamíferos como el reno, el alce y la marta cibelina.

Región indomalaya u oriental.
Esta región abarca el archipiélago malayo y las tierras del continente asiático al sur del Himalaya y del Yang – Tsé. Ciervos, murciélagos, ardillas, monos, reptiles, oso panda y aves de costumbres terrestres como el pavo real y el faisán, son animales característicos. Las diferentes especies de rinocerontes, el elefante asiático, el tapir malayo, el pavo real y el faisán son los animales exclusivos. Entre los depredadores ocupa un lugar destacado el tigre. En los bosques de Malasia e Indonesia viven el orangután.

Región etiópica o afrotropical.
La región etiópica se extiende por las comarcas africanas al sur del trópico de Cáncer y la mitad sur de Arabia. Es la región de la fauna con mayúsculas y la cuna ancestral de la Humanidad. Lo más característico es la diversificada fauna de la sabana: jirafa, cebra, ñu, búfalo, león, hiena, guepardo, elefante, leopardo, avestruz, hipopótamo, cocodrilo, buitres leonados...

La subregión guineana coincide con la selva ecuatorial africana donde abundan el mandril, el chimpancé, el gorila, los monos, varias especies de aves y murciélagos frugívoros. También es el hábitat el extraño y esquivo okapi.

Incluida dentro de esta región – o formando una región aparte – Madagascar es un tierra de marcada personalidad, que destaca por su singularidad, pues aquí existen animales que no se encuentran en ninguna otra parte del mundo, especies que evolucionaron de forma totalmente independiente al resto de animales africanos; prosimios, lémures, camaleones o el simpático aye-aye.

Región neártica.
Esta región comprende la inmensa isla de Groenlandia y América del Norte hasta aproximadamente el centro de México. Su clima, vegetación y fauna guardan una gran relación con la región paleártica. Entre los animales característicos se encuentra un marsupial, la zarigüeya, una criatura de mala fama, el zorrino o mofeta, y tres rumiantes peculiares: el mazama, el berrendo (o antílope americano) y el toro almizclero.

La zona más septrentrional, o canadiense, es muy parecida al Norte de Europa y es el hogar de caribúes y osos grizzlis. La zona oriental o húmeda está caracterizada por la abundancia de aves mientras que en la zona occidental, o árida, encontramos la típica fauna norteamericana: castor, perrito de la pradera, marmota, oso negro, bisonte, puma y coyote.

Región neotropical.
América Central, las Antillas y toda Sudamérica forman la región neotropical, que destaca por su extraordinaria riqueza de aves, reptiles, anfibios y ciertos grupos de mamíferos. La excelsa avifauna ofrece desde el pequeño e inquieto colibrí hasta el magnífico y elegante quetzal. Muchos de estos pájaros son géneros exclusivos de esta región.

En los bosques tropicales son autóctonos y exclusivos reptiles como la boa y el caimán, mamíferos como el vampiro, el perezoso, el coatí, los monos arborícoras, el tapir, el jaguar, el oso hormiguero o la terrible piraña del Amazonas. Las Antillas presentan tipos únicos como el almiquí, entre los insectívoros, y la jutía entre los rodedores. En el norte Mesoamérica es una zona de transición entre Neártico y Neotropical, y al sur del continente se extiende la región patagona, hábitat, entre otros, del cóndor, el ñandú, la mara, la llama, la vicuña, el guanaco y la alpaca.

Región australiana.
La región australiana ocupa Australia, Nueva Zelanda, Nueva Zelanda y un gran número de islas adyacentes. El continente australiano quedó aislado del resto de tierras emergidas antes de la gran difusión de los mamíferos placentarios, los cuales, al ser más competitivos, fueron sustituyendo a los marsupiales en el resto del mundo (excepto en América del Sur donde aún sobreviven algunos marsupiales).

Esta región estuvo aislada durante muchísimo tiempo, por lo que en la fauna autóctona faltan un buen número de grupos de animales, mientras que tienen representación mamíferos muy primitivos, los marsupiales – koalas, uombats, canguros, ualabis – y monotremas como el equidna y el ornitorrinco, aves de aspecto extraño, como el kiwi, el emú o el casuario, forman la avifauna australiana, y reptiles únicos como el tuatara.

Región antártica.
La Antártida y algunas islas adyacentes conforman una región peculiar, cubierta permanentemente de hielo y con una vegetación prácticamente inexistente. La fauna formada por ballenas, focas, peces, pingüinos y aves marinas, se concentran en las áreas costeras y los mares.


miércoles, 29 de agosto de 2018

TIKTAALIK, ANCESTRO DE LOS ANIMALES TERRESTRE.




La vida antigua prosperó en el mar porque en la tierra, sin existencia de atmósfera, era inviable. El aporte de oxígeno de los primeros seres marinos creó una primitiva atmósfera. La acción de la luna posibilitó que surgieran las primeras criaturas terrestres.


Debido a su cercanía a la Tierra, la atracción que ejercía sobre las mareas, dejaba zonas intermareales de varios kilómetros. En estas franjas de terreno húmedo, hace unos 365 m.a. (durante el Devónico) apareció el primer pez que desarrolló unos mecanismos de adaptación que le permitieron sobrevivir tanto en zonas inundadas, como en zonas secas. Este Tiktaalik, capaz de respirar aire y caminar a cuatro patas, es un ancestro de los animales terrestres.



jueves, 12 de julio de 2018

OLIGOCENO.




Oligoceno se extiende entre 35.4 millones de años y 23, 3 millones de años y durante este tiempo las colisiones entre las diferentes placas tectónicas de la litosfera terrestre continuaron sin parar desde el eoceno.



En el hemisferio oriental, restos afroárabes e indios (desgajados de Gondwana) impactaron con el supercontinente Eurasia al norte, cerrando el extremo oriental del mar de Tetis y dejó en su lugar un residuo muy mermado, el mar Mediterráneo. Las fuerzas de compresión que se generan por la colisión contribuyen a elevar un extenso sistema de cadenas montañosas desde los Alpes, el el oeste, hasta el Himalaya al este. Mientras la placa australiana chocaba contra la indonesia y la norteamericana había comenzado a solaparse sobre la del Pacífico.

El clima siguió siendo subtropical y húmedo en Norteamérica y Europa, aunque se había iniciado una tendencia al enfriamiento global a largo plazo, que continuó en el Mioceno, y culminaría en los gélidos períodos glaciares del Pleistoceno.

Los mamíferos estaban ya plenamente asentados como forma de vida terrestre dominante, como los équidos antecesores de los actuales caballos y rinocerontes. Un subgrupo de estos últimos, el Baluchiterium de Asia Central, es el mamífero terrestre más grande de todos los tiempos.



Los camellos, del tamaño de ovejas, y los primeros elefantes, carentes de trompa y colmillos. Los creodontos se habían diferenciado ya para dar lugar a los antepasados de actuales perros y gatos. Los roedores estaban muy extendidos, y entre los primates tenemos al tarsero y al lémur.

De los estratos del Oligoceno se han extraído huesos de los primeros monos del Viejo Mundo.

jueves, 14 de junio de 2018

PALEOCENO.



El Paleoceno, que se extiende entre 65 millones de años y 56,5 millones de años marca el momento final en la desmembración del supercontinente Pangea, que comenzó a fragmentarse en los albores del Mesozoico. Los movimientos de las inquietas placas tectónicas separaron definitivamente (en realidad para los próximos millones de años) la Antártida de Australia. Al mismo tiempo en el Hemisferio Norte el fondo marino del Océano Atlántico en continua expansión alejó Groenlandia de América del Norte.

Después de la desaparición de los dinosaurios al finalizar la era anterior, la vida mamífera comenzó a dominar todos los medios y ecosistemas de la tierra. Entre los principales mamíferos que hacen su aparición ahora tenemos los marsupiales, los insectívoros, los lemures, los creodontos (ancestro carnívoro común a felinos y a cánidos), y animales ungulados primitivos de los que fueron evolucionando grupos como caballos, rinocerontes, cerdos y caballos.


jueves, 7 de junio de 2018

PALEÓGENO.



El período Paleógeno – o Terciario Temprano – es el primer período de la era Cenozoica, comenzó hace 66 millones de años y finalizó hace 23 millones. Está subdividido en Paleoceno, Eoceno y Oligoceno.


Durante el Paleógeno evolucionaron mamíferos de pequeño tamaño que aparecieron a finales del Cretácico y también se produce el desarrollo de las aves. Los mares eran poblados por los nummulites.  

jueves, 31 de mayo de 2018

CENOZOICO.



El Cenozoico, última era geológica, comprende tres períodos el Paleogeno (65 – 23 millones de años), el Neogeno (23 millones de años – 2.5 millones de años) y el Cuaternario (2.5 millones de años – actualidad). Resumiendo, podemos señalar que el Cenozoico va desde la extinción de los dinosaurios hasta el día de hoy.

Poco a poco los continentes van adquiriendo el aspecto y la situación actuales, aunque en un primer momento el Océano Atlántico era mucho más estrecho. La península del Indostán se encontraba viajando desde el sudeste de África para encontrarse con el continente euroasiático.

El Cenozoico fue una época de efervescencia geológica, protagonizada por el plegamiento alpino, que supuso la elevación de grandes cadenas montañosas como los Alpes, el Atlas o el Himalaya.


En los mares proliferan los foraminíferos, y a su lado nadaban peces óseos, tiburones y cocodrilos. Los fondos son el territorio de los bivalvos, gasterópodos, corales (que formaron arrecifes) y crustáceos.


En muchas regiones del planeta se formaron paisajes similares a la actual sabana africana, por donde pastaban los grandes mamíferos antepasados de ciervos, caballos, cerdos y elefantes (los mastodontes) acechados de cerca por los carnívoros, como el terrible “tigre diente de sable”.


jueves, 24 de mayo de 2018

CRETÁCICO, CUANDO LOS DINOSAURIOS DOMINABAN LA TIERRA.



El Cretácico (145 – 65 millones de años) es el tercer (y último) período del Mesozoico y también el más largo, pues ocupa prácticamente la mitad de la era. El final del cretácico define la frontera entre las eras mesozoica y cenozoica. Menos famoso que el Jurásico, el Cretácico fue un período crucial en la historia geológica de nuestro planeta.


A lo largo de este período Pangea, el supercontinente, completó su fragmentación en los continentes actuales, aunque sus posiciones en el globo difieren a las que tienen hoy día. De Gondwana se fueron desgajando Australia, Antártida y América del Sur. El resto del continente estaba constituido por África y el bloque del que posteriormente se separaron la India y Madagascar. Tanto movimiento de tierras provocaron el surgimiento de grandes cadenas montañosas submarinas y la elevación del nivel del mar. Por otro lado, el mar de Tethys conectaba los dos grandes océanos.


Al período Cretácico pertenecen los dinosaurios más conocidos, los populares triceratops y tiranosaurus rex, herbívoros y carnívoros, predominantes en todos los ecosistemas del planeta, y que alcanzan ahora su mayor diversidad.


En estos cuantos millones de años surgen las plantas angiospermas, que aún eran primitivas y muy escasas. La enorme diversificación de los insectos está relacionada con la expansión de estas plantas. A finales del período la flora había adoptado una apariencia moderna e incluía muchos de los géneros actuales de árboles, como aquellos a los que pertenecen robles, hayas y arces.


En los mares nadan tiburones similares a los que pueblan nuestros océanos y los ammonites siguen disfrutando de gran apogeo.


El acontecimiento más destacado – quizás el más recordado, pero no el más importante – fue precisamente aquel que marcó su trágico final, un asteroide impactó contra la Tierra, causó un gran cambio climático y provocó una extinción masiva dinosaurios; dinosaurios, reptiles voladores y marinos, ammonites . . . dejaron de existir para siempre.


jueves, 17 de mayo de 2018

JURÁSICO: REPTILES, AVES Y MAMÍFEROS.



Gracias al cine, el Jurásico es el más famoso de los períodos en que se divida la historia de la tierra. Gracias al cine, y a ser la época de esplendor de los dinosaurios, unos reptiles de gigantesco tamaño que dominaron el planeta.


Durante el Jurásico (199 – 145 millones de años), cuyo inicio viene marcado por la extinción del finales del triásico, los reptiles colonizaron los tres medios del planeta; la tierra (dinosaurios), el aire (pterodáctilos) y las aguas (ictiosaurios y pleisosaurios). En el mar competían salvajemente con tiburones y rayas (muy similares a los actuales).


Al comienzo de este periodo Pangea se rompió, dando origen a otros dos grandes continentes, Laurasia y Gondwana, al tiempo que se fue abriendo camino el Océano Atlántico, también se estaba formando el mar de Tethys. Al no haber tierras emergidas en las regiones polares, no tenemos evidencias de existencia de casquetes polares. El clima cálido y húmedo permitió que proliferaran las junglas. De Gondwana se escindió Australia y en este mundo comenzaron a evolucionar unas nuevas formas de mamíferos, los marsupiales.


Las aguas marinas seguían siendo un vergel, abundaban los ammonites, comunes y diversos, y era el hogar de peces y reptiles como ictiosaurios, plesiosaurios y cocodrilos. En tierra, los grandes reptiles eran los señores absolutos, fue la Edad de Oro de los dinosaurios, especialmente los saurópodos (Diplodocus, Braquiosaurus...) y por supuesto, sus depredadores.


Aparecen sobre la faz del planeta las primeras aves (que pronto competirán por el espacio aéreo con los pterodáctilos), como el famoso Archaeopteryx, un híbrido entre ave y reptil, tenían plumas y alas, pero aún no poseían pico, sino una dentadura más propia de reptiles que de aves. Los mares son el hogar de ammonites y belemnites, moluscos cefalópodos, además de braquiópodos, gasterópodos, bivalvos, corales, esponjas y equinodermos.


A lo largo del Jurásico comienzan a proliferar también unas criaturas peludas y de sangre caliente, llamadas a dominar todos los ecosistemas del planeta en el futuro, los mamíferos. En aquel entonces la hegemonía absoluta era de los grandes reptiles, una circunstancia que hacía muy complicada la supervivencia de los mamíferos, e incluso limitaba su desarrollo evolutivo. La mayoría de estos animales tenían la apariencia de las pequeñas y escurridizas ratas actuales.


jueves, 10 de mayo de 2018

TRIÁSICO, UNA NUEVA ECLOSIÓN DE VIDA.



El Triásico es el nombre de la primera etapa de la Era Mesozoica y fue un período de recolonización del Planeta Tierra, después de la gran extinción del Pérmico que puso punto y final (definitivo) a la Era Paleozoica. Su principio – 251 m.a. - y su final – 199 m.a. - vienen marcado por sendos eventos de extinción a gran escala.


Geológicamente el Triásico se caracterizó por la existencia del supercontinente Pangea que aglutinaba prácticamente a la totalidad de las tierras emergidas, aunque al final del período se inicia el proceso de fragmentación. El clima fue generalmente seco, no se tiene constancia de glaciaciones y el enorme tamaño de Pangea provocó temperaturas de marcado carácter continental, con veranos muy caluroso e inviernos extremadamente fríos.


Durante el Triásico convivieron grupos de seres vivos que habían conseguido sobrevivir al holocausto pérmico, como helechos, gimnospermas primitivas y algún que otro reptil, con nuevos grupos biológicos como coníferas y dinosaurios. De este último grupo – las nuevas especies – algunas no consiguieron superar la extinción con que finalizó el período, mientras que otras prolongaron su existencia a lo largo de todo el Mesozoico.


En los exhuberantes ecosistemas terrestres que se desarrollaron a lo largo del Triásico, comienzan su dominio los reptiles, pero no solo los dinosaurios, sino también especies voladoras como los pterosaurios. Y en este período también aparecen los antepasados de los mamíferos, aunque sabemos muy poco de su fisiología.


Entre los resistentes invertebrados, los insectos, auténticos supervivientes natos, estaban representados por la primera especia capaz de experimentar una metamorfosis completa, pasando por tres fases: larva, pupa y adulto.


En los Océanos vivieron los primeros reptiles marinos de gran tamaño y fueron especialmente abundantes los moluscos cefalópodos ammonites, característicos de todo el Mesozoico.


A finales del Triásico, una gran extinción borró del planeta al 75% de las especies invertebradas. Una nueva catástrofe que traerá consigo un nuevo cambio de época, el Jurásico.


jueves, 26 de abril de 2018

ORDOVÍCICO, LA VIDA CONTINÚA.



Los ordovices eran una tribu celta que vivía en la isla de Gran Bretaña, concretamente durante la época en que los romanos se afanaban en conquistar la isla. Desde finales del siglo XIX le dan nombre al segundo (en orden cronológico) de los seis periodos de la era Paleozoica, el Ordovícico.


Durante este periodo, que se extiende entre hace 488 m.a. y 444 m.a. las masas continentales, en su continuo errar, se aproximaron tanto al Polo Sur, que las tierras emergidas se enfriaron muchísimo, dando lugar a una glaciación.

Al comienzo del ordovícico el clima era cálido, una circunstancia que favoreció la evolución de la vida a gran escala. Continua la diversificación de la fauna marina que comenzó en el periodo anterior y aparecen los peces acorazados dotados de mandíbulas (candidatos para ser considerados los primeros animales vertebrados).

Los trilobites, que habían hecho su presentación en el Cámbrico, continuaron dominando los enormes mares de agua salada del planeta, aunque ahora con nuevos compañeros de fatigas, a los braquiópodos, equinodermos, algas y esponjas se les unen nuevos inquilinos. Surgen los primeros corales (de formas muy diferentes a las actuales) y los moluscos gasterópodos y bivalvos. Los caracoles habitaban el cenagoso fondo del mar. Irrumpe ahora otro gran “phyla”, los briozoos, animales de pequeño tamaño que viven en colonias arborescentes, adheridos a ciertos animales o tapizando el fondo marino.


Criaturas típicas son los graptolitos, unos animalillos extintos que medraron en los mares del ordovícico formando colonias cuya forma se asemeja a peines. Otros equinodermos típicos de estos tiempos son los crinoideos. Su aspecto los hace pasar por plantas, y de hecho reciben el nombre de “Lirios de mar”. Formaban auténticas praderas submarinas.

Pero sin duda el acontecimiento más trascendental es el inicio de la conquista terrestre por unas algas, convertidas en pioneras de su especie. Estas exploradoras tuvieron la necesidad de idear y desarrollar sistemas de sostén para mantenerse erguidas. Estas plantas permitieron la posterior colonización del medio continental por parte de los animales.

Una brutal extinción a gran escala señala la frontera temporal entre el Ordovícico y el periodo siguiente, el Silúrico. Se piensa que desaparecieron el 60% de las especies marinas. Como siempre la vida se encuentra al límite.


jueves, 12 de abril de 2018

PERIODO EDIACÁRICO.



La fase final del eon proterozoico es conocida como Período Ediacárico, momento en que se originaron y diversificaron numerosos grupos de invertebrados. Nos situamos en el momento inmediatamente anterior al comienzo de la era Paleozoica, y tan solo conocemos algunas bacterias, algas, esponjas y una gran variedad de enigmáticas formas de vida, agrupadas bajo la denominación de fauna edicárica.  

jueves, 5 de abril de 2018

HISTORIA DE LA TIERRA.



Animales y plantas tienen la biología. El Ser Humano la Historia (además de antropología, sociología y psicología). Y la Tierra la Geología. Afán por conocer, inquietud humana y para comprender, dividir (compartimentar), clasificar y organizar. Geología y Paleontología colaboran para relatarnos la historia de nuestro Planeta, desde su formación – hace 4500 millones de años – hasta la actualidad (nuestros días). Un planeta donde se desarrolla nuestra existencia. Formamos parte de él, de la misma forma que la Naturaleza es una parte indisoluble de nosotros.

La historia geológica de la Tierra es el relato de los grandes cambios y cataclismos, algunos paulatinos y sosegados, otros catastróficos y violentos, que ha experimentado el planeta a lo largo de toda su existencia mientras vagaba por el Universo. La física, la química, la geología, la astronomía, la biología y todas las disciplinas incluidas en las Humanidades (y en las Ciencias Sociales) forman un conocimiento único, e indivisible, del mundo: nuestro hogar.

Los geólogos, basándose en las variaciones del registro fósil de los estratos, establecen la escala de tiempo geológico, y dividen la historia terrestre en eones, eras, peíodos y épocas. El eón es la unidad más grande de tiempo geológico y actualmente se acepta la existenica de cuatro eones: Hádico, Arcaico, Proterozoico y Fanerozoico. (Un supereón, el Precámbrico, engloba a los tres primeros). La era es cada una de las divisiones del eón, y se subdividen a su vez en periodos. Los periodos se organizan en épocas.


miércoles, 27 de septiembre de 2017

EL PLANETA DE LA VIDA.





Comparado con el resto de planetas (y satélites) del Sistema Solar el Planeta Tierra presenta una significativa peculiaridad, es el único que alberga vida (al menos que tengamos constancia). Ahora bien ¿qué circunstancias han hecho posible la existencia de vida en nuestro planeta?.

- La Tierra se encuentra dentro del Sistema Solar en una zona de habitabilidad, a una distancia justa del Sol. Si estuviésemos más cerca las temperaturas serían demasiado elevadas, y si estuviésemos un poco más lejos, esas temperaturas descenderían de tal manera, que el desarrollo de la vida (tal como la conocemos) sería imposible.

- Presencia de agua líquida. En relación a la distancia al Sol y a la temperatura, en la Tierra se produce un hecho determinante, la existencia de agua líquida, un elemento imprescindible para la vida. Los seres vivos surgimos del agua y las reacciones químicas de nuestro metabolismo tienen lugar en un medio acuoso.

- Existencia de atmósfera. La Tierra se encuentra envuelta por una capa gaseosa llamada atmósfera. En la atmósfera encontramos gases esenciales para la vida, como el oxígeno, y además funciona como barrera protectora contra las radiaciones mortíferas del Sol.

martes, 26 de septiembre de 2017

PLANETA TIERRA, UN SISTEMA GLOBAL.




La Tierra, el Planeta Azul, es el único del Sistema Solar donde se dan las condiciones necesarias para que exista la vida. Observada desde el exterior, podemos diferenciar cuatro capas, ámbitos o partes, que forman un sistema global.


♠ Atmósfera, es la capa gaseosa que envuelve y protege al Planeta.

♠ Geosfera, se trata de la parte rocosa, la parte dura que conforma la Tierra.


♠ Hidrosfera, ocupa la mayor parte de la superficie terrestre y es el conjunto de todas las aguas del planeta, incluyendo océanos, ríos, lagos y aguas subterráneas.


♠ Biosfera, es el elemento más característico del planeta y se refiere al conjunto de todos los seres vivos que habitan la Tierra.

lunes, 13 de junio de 2016

PROTEROZOICO.



Hace unos 2.500 millones de años se inició el Proterozoico, literalmente “el tiempo de la vida inicial”, el tercero de los grandes eones y el último del Precámbrico. En el ambiente cálido y hasta cierto punto agradable, que se había apoderado del planeta, las primitivas células que habían surgido en la época anterior (2.700 m.a.) continuaron su imparable carrera por dominar el planeta, multiplicándose, y asociándose para formar organismos más complejos; células eucariotas y seres pluricelulares. Al tiempo, la corteza continua con su enfriamiento, los mares y océanos se van estabilizando y la atmósfera comienza una profunda transformación.

Las cianobacterias realizaban la fotosíntesis, expulsaban oxígeno al aire y provocaron un cambio radical y decisivo en la atmósfera terrestre; se estaba preparando el escenario ideal para que la vida pudiese abandonar definitivamente las aguas.

Hacia 650 m.a. Todas las tierras emergidas se encuentran unidad en un gigantesco supercontinente, Pangea. Al final del eón irrumpen los seres pluricelulares, marcando el comienzo del Fanerozoico y bajando el teón del eterno precámbrico. Esta primera gran explosión de la vida se conoce como periodo Ediacárico.


lunes, 25 de abril de 2016

ARQUEOZOICO O EÓN ARCAICO.



Muy atrás en el tiempo, hace 3.800 millones de años la Tierra era un planeta muy diferente a nuestro hogar actual. En esa fecha se inició el Eón Arcaico (también llamado Arqueozoico), segundo de los grandes eones después del Hádico, que se extendió hasta aproximadamente 2.500 millones de años.

La corteza terrestre se fue enfirando lentamente originando la primera litosfera y poco a poco también comienza a funcionar la tectónica de placas. Las copiosas precipitaciones generan mares y océanos, primera evidencia de la existencia de hidrosfera. Durante el Arqueozoico la atmósfera del planeta, compuesta fundamentalmente por metano y amoníaco, y con bajos niveles de oxígeno, era extremadamente tóxica para los seres vivos. Por otro lado, el hierro al no oxidarse era muy soluble, por lo que se fue acumulando en los océanos. 

En los Océanos de ese mundo hostil eclosionó la vida, en sus formas más incipientes y primitivas, a mitad de camino entre el milagro y la reacción química. Un misterio insondable al que han tratado de dar solución, con suerte dispar, la ciencia y la religíón. Esos primeros seres vivos eran sencillas bacterias, órganos procariotas (pertenecientes al Reino Monera) anaeróbicos fotosintéticos o quimiosintéticos, responsables de la emisión de Oxígeno a la atmósfera. La cadena de la vida empieza a cerrarse, las primeras bacterias modificaron la atmósfera y prepararon el escenario para la colonización viva de las tierras emergidas. 

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