martes, 7 de abril de 2020

LA DINASTÍA O, EL INICIO DE UN IMPERIO.




Nagada III es la última fase del Período Predinástico. Durante este período que transcurre entre 3200 a.C. y 3000 a.C (aproximadamente) Egipto se unificó por vez primera en un gran Estado territorial y también se produjo una consolidación política que supuso sentar las bases del estado dinástico de las Dinastías I y II. Para los últimos tiempos de este período, tenemos pruebas (la Piedra de Palermo) de la existencia de reyes que precedieron a los de la Dinastía I, estos reyes se integran en la denominada Dinastía 0. Las tumbas de estos primtivos monarcas se encuentran en Abydos, cerca de la necrópolis real utilizada por la Dinastía I.

Dado que las pruebas procedentes de los enterramientos de la élite de los tres principales centros predinásticos del Alto Egipto (Nagada, Abydos y Hieracómpolis) sugieren la existencia de centros o unidades políticas diferenciados (y posiblemente competidores) durante la fase Nagada II, la primera unificación de las primeras entidades políticas del Alto Egipto probablemente tuviera lugar a comienzos de Nagada III, bien como resultado de una serie de alianzas o mediante la guerra (quizá terciando una combinación de ambas), seguida por la unificación política tanto del norte como del sur y la aparición de la Dinastía 0 hacia finales de Nagada III.
Kathryn A. Bard.
Historia del Antiguo Egipto. Oxford. Edición de Ian Shaw.

Un tiempo de transición entre la prehistoria y la historia, entre el predinástico y el protodinástico, una época lejana, que imaginamos tan convulsa como trascendental. Hacia el año 3.100 a.C, y siempre siguiendo la tradición, el legendario rey Menes (o Narmer), procedente del sur, conquistó el Delta, y unificó el país bajo una única monarquía. En este momento comienza la historia de la civilización egipcia.

Dado el esfuerzo arqueológico y académico invertido en el redescubrimiento de Narmer, resulta humillante tener que reconocer que su identificación como primer rey del antiguo Egipto no hace sino confirmar la versión del historiador griego Herodoto, que escribió hace veinticuatro siglos. Para «el padre de la historia» no cabía duda de que «Menes» (otro de los nombres de Narmer) había sido el fundador del Estado egipcio. Ello nos enseña la saludable lección de que los antiguos solían tener mucha más inteligencia que la que les atribuimos.
Toby Wilkinson.
Auge y caída del Antiguo Egipto.

El predinástico va muriendo al tiempo que comienzan a sobresalir (por encima del resto) varios centros urbanos: Nagada, Hieracómpolis y Tinis con su necrópolis de Abidos. Como no podía ser de otra forma, estos centros de poder entran en conflicto entre sí. De estas luchas de poder, salió reforzada la ciudad de Hieracómpolis que consigue unificar el Alto Egipto en torno a sí, para inmediatamente anexionar Nagada y establecer su residencia (y corte) en Tinis.

Mientras que durante el Dinástico Temprano Nagada fue políticamente insignificante, Abydos fue el principal centro del culto al rey difunto y Hieracómpolis siguió siendo un importante centro de culto asociado al dios Horus, símbolo del rey vivo. Es posible que la entidad política de Nagada resultara derrotada en una postrera lucha predinástica por el poder acontecida en el Alto Egipto, al tiempo que los soberanos cuya base de poder se encontraba originalmente en Abydos terminaron por conseguir el control de todo el país, quizá aliados a grupos de élite menos poderosos (los llamados Seguidores de Horus) de Hieracómpolis, que pese a todo se encontraban en una posición estratégica favorable debido a las valiosas materias primas venidas del sur.
Kathryn A. Bard.
Historia del Antiguo Egipto. Oxford. Edición de Ian Shaw.

Desde Tinis los reyes del Alto Egipto (más míticos que reales) se expandieron hacia el Delta y hacia el sur llegando a la Primera Catarata. Los soberanos, con Narmer a la cabeza, que realizaron estas conquistas y forjaron la unificación de las “Dos Tierras”, constituyen esta hipotética Dinastía 0.

Por otro lado, no hay trazas de invasiones o movimientos de poblacion importantes durante el Periodo Predinastico, lo cual demuestra la continuidad del poblamiento entre el final del Neolitico y la epoca dinastica. Los habitantes de las orillas del Nilo debian hablar ya egipcio, lengua camito-semita de tipo sintético que se sobrepuso probablemente durante el Neolitico a una lengua nilotica, que dejo trazas en el vocabulario egipcio. Con el tiempo, el sustrato nilotico transformaria el egipcio y acabaria convirtiendolo en una lengua analitica.
José Padró.
Historia del Egipto Faraónico.

En el templo de Horus de Hieracómpolis, donde los soberanos ofrecían exvotos, J.E. Quibell y F.W Green hallaron la maza del rey Escorpión y la paleta de Narmer, donde aparece ya toda la iconografía, la unión de las dos coronas en un único rey. Estos objetos arrojan un poco de luz sobre un período de la historia egipcia trascendental.

En c. 3000 a. C. el Estado del Dinástico Temprano ya había aparecido en Egipto y controlaba gran parte del valle del Nilo, desde el delta hasta la primera catarata en Asuán, una distancia de más de mil kilómetros a lo largo del río.
Kathryn A. Bard
Historia del Antiguo Egipto. Oxford. Edición de Ian Shaw.

Antes del rey Escorpión no existe la civilización egipcia. Solamente se puede hablar de culturas locales, cuyas producciones artesanales son mejores o peores. La documentación arqueológica cambia en la época predinástica, la época de Escorpión. Por ejemplo, en los ritos de sepultura se constata que el cadáver ya no se envuelve en esteras o pieles sino que se deposita en cestas y luego en sarcófagos de tierra cocida, o en tablas. Se desarrolla una metalurgia, y también el trabajo de carpintería; se perfeccionan las herramientas de sílex y de cobre, así como los tejidos. La cerámica es abundante; cuando hay decoración, se adorna con escenas bastante complejas donde intervienen personajes, barcos. Se fabrican muchas vasijas de piedra dura y cabezas de clava. El rey Escorpión fue el instigador o el beneficiario de esta evolución en el orden social y económico. Es un jefe de clan convertido en rey, que gobierna sobre poblaciones de provincias con cierta prosperidad.
Christian Jacq
El Egipto de los grandes faraones.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...