Una localidad portuaria y
playera. Un pequeño municipio alemán situado en la costa del mar
Báltico (Ostsee). Se trata de uno de los puertos más concurridos y
dinámicos de Alemania, de aquí parten los ferris que conectan el
continente con Escandinavia.
Se encuentra en el área de
influencia de la hanseática Lubeck, se sitúa en una lengua de
tierra que penetra en el mar.
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El nivel de los puestos de socorristas es muy, muy alto. |
Se trata de un concurrido
centro vacacional. Imagino a la aristocracia militar prusiana
veraneando aquí durante las primeras décadas del siglo XX.
Esperando pacientemente que Serbia rechazara el ultimátum del
Imperio Austro-húngaro, después del asesinato del archiduque Franz
Ferdinand y su esposa, la eslovena, Sophia Chotek.
Travemünde es más un pueblo
que una ciudad, enclavado en el lugar donde el río Trave (el mismo
que alimenta a Lübeck) desemboca en el mar Báltico. Desde la Edad
Media esta fue la salida natural que empleaban los mercantes y
marineros de Lübeck (castellanizado Lubeca) para alcanzar el mar
Báltico.
Más allá de este mar
Escandinavia, el principio del fin de Europa. Hacia allí dirigimos
nuestras miradas, y nuestros anhelos de aventura en plena naturaleza.
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Las patas rosas permiten identificar a la Gaviota Argéntea. |
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Un solitario ostrero |
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Un cuervo |
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Un llamativo estornino pinto. |
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Una focha común. |
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Un cisne común. |
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Una feliz pareja. |
Es Travemünde, además, un
lugar interesante para observar aves en su propio medio: cuervos,
fochas, mirlos, ánades, gaviotas, cisnes y ostreros (el primero que
he visto en mi vida).
Aquí podría pasar un verano
entero, una playa sin Sol ni calor es un sueño para mí. Mi alma
cálida del sur de Andalucía disfruta más de los frescos veranos
del Norte de Europa.
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