Militar yemení y gobernador de
Ifriquiya (Túnez) en el Magreb, contuvo una complicada rebelión
bereber y comtabió a los bizantinos que aún mantenían aspiraciones
en el Mediterráneo Centro-Oriental. Superior de Tarik, en 711 le
entregó hombres, armas y un objetivo; Hispania. El año siguiente
desembarcó en la península y junto a su lugarteniente, batalla va,
acuerdo viene, fue cosechando victoria tras victoria, hasta alcanzar
las estribaciones de la Cordillera Cantábrica. A pesar de sus
brillantes éxitos, Muza fue reclamado en Damasco, la capital de
Califato, donde fue juzgado y condenado por malversación. Qué
imagen tan actual, un político frente a un juez. La pena le fue
conmutada, y poco después fue asesinado en una mezquita.
Pequeños cuentos centroeuropeos
Hace 1 hora
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