Miqueu Aucemant fue un
charlatán, un curandero y un impostor, como esos que pululan hoy
día por la red (y que antes iban puerta por puerta ofreciendo curas
milagrosas). La única diferencia es que Miqueu vivió en la Edad
Media. A principios del siglo XIV fue llevado ante la justicia por
practicar la cirujía sin titulación, ni preparación. Entre otras
calamidades causó lesiones irreparables en el pene de un vecino
cuando trataba de curarle una afección. Ante el tribunal este figura
confesó su ignorancia, analfabetismo e incompetencia profesional.
Pequeños cuentos centroeuropeos
Hace 1 hora
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