Carlos III fue el máximo
exponente del Despotismo Ilustrado en España. Carlos era el rey de
Nápoles y cuando fallecio su hermano Fernando VI se convirtió en su
sucesor en el trono español. En 1759 se instaló en Madrid,
acompañado de ministros italianos como Esquilache o Grimaldi. Ya en
España supo rodearse de ilustrados como Camponames, Floridablanca,
Olavide o Jovellanos.
Su proyecto era poner en marcha
una serie de reformas que modernizaran el país, basándose en las
ideas de la Ilustración.Carlos III se convirtió en el mejor alcalde
de Madrid y en el estereotipo de monarca ilustrado.
Imitando la tendencia que
dominaba la Europa ilustrada, Carlos III se rodeó de intelecutales y
de ministros reformistas. Embelleció la capital, promocionó las
artes y la cultura, pero al igual que el resto de monarcas ilustrados
no arrancó la raíz de la desigualdad social; los privilegios
desmedidos que disfrutaban aristocracia y clero. Simplemente maquilló
y abrillantó la realidad social y económica del Antiguo Régimen en
España.
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