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martes, 24 de mayo de 2016

JUAN CAPISTRANO, CONDOTIERO DE LA CRUZ.



Predicador mendicante, hombre de acción, condotiero de la cruz y apóstol del pueblo. Juan Capistrano nació en un pequeño pueblo italiano del que tomó su nombre, estudió leyes en la Universidad y aunque contrajo matrimonio nunca llegó a consumar. En su caso las tetas tiraban menos que la palabra de Dios, y convencido de lo efímero de la riqueza material, abandonó sus quehaceres e ingresó en la Orden Franciscana. Durante cuarenta años predicó desde las plazas de pueblos y ciudades de media Europa, utilizando técnicas teatrales y gestuales para arengar a las masas, comía frugalmente, dormía poco, vestía humildemente y cojeaba a casa de la artritis. Consejero y embajador de varios pontífices, predicaba contra la vanidad y el amor mundano, persiguió a los judíos, combatió a los fraticelli (una rama herética dentro de sus misma orden), actuó como inquisidor cuando hizo falta, predicó en Polonia y Hungría y lanzó una cruzada contra los husitas de Bohemia.


Cuando cayó Constantinopla se puso al frente de la resistencia contra los turcos que avanzaban imparables hacia Hungría. Siguiendo las directrices del papa Calixto III (que había llamado a la cruzada) Juan Capistrano reclutó un ejército de fanáticos por toda Hungría, campesinos, panaderos, artesanos... que en 1456 se unieron a las tropas de Janos Hunyadi para defender Belgrado, el último bastión cristiano. Este capellán castrense, enarboló la bandera de la cruz y animó a las huestes que consiguieron rechazar las acometidas turcas y finalmente romper el cerco. El fraile fue vitoreado por los habitantes de Belgrado pero contrajo la peste que se había apoderado de la derruida ciudad. Murió pocos meses después. Considerado el “más grande predicados ambulante de toda la Edad Media” y llamado en ocasiones “el Apostol de Europa” fue canonizado en 1690.  

sábado, 16 de abril de 2016

KALEMEGDAN, LA FORTALEZA DE BELGRADO.



En un promontorio de unos cien metros donde confluyen los ríos Danubio y Sava, se eleva Kalemegdan la fortaleza de Belgrado, histórica frontera entre Oriente y Occidente, un castillo que cuenta sus años por asedios y batallas. Durante siglos la población de Belgrado vivía en el interior de estos muros.


Los escordiscos se asentaron aquí en el siglo III a.C., después fue romana, atacada por los hunos, reconstruida por Justiniano I, arrasada por los ávaros, vuelta a edificar por los emperadores serbios, defendida a muerte por los húngaros, conquistada por los turcos y finalmente modernizada por los Habsburgos austriacos.



martes, 22 de diciembre de 2015

SAN SAVA.



San Sava o (Свети Сава ) es una personalidad clave para la historia medieval serbia. Sava de Serbia, hijo de Stefan Nemanja y hermano de Esteban I Nemanjic, el primer rey de Serbia, fue arzobispo, santo y fundador de la Iglesia Ortodoxa Serbia, tras conseguir el beneplácito de Constantinopla para formalizar su propia Iglesia nacional.


Templo dedicado a San Sava en Belgrado, la capital de Serbia. 

lunes, 9 de noviembre de 2015

SOLIMÁN I "EL MAGNÍFICO"



Solimán I, hijo de Selim I, se mantuvo más de cuatro décadas en el poder (1520 – 1566), sumó a las conquistas de su padre, todo el esplendor cultural, ayudado por su arquitecto predilecto Sinan. Modernizó el gobierno, al tiempo que sus ejércitos se abrían paso hacia Poniente a golpe de masa. Y aunque en Occidente nos gusta llamarle “el Magnífico”, para los turcos es Solimán Kanuni, es decir, “el legislador”.

Perfeccionó la estructura y la operatividad del cuerpo de jenízaroes y los convirtió en el núcleo duro de sus ejércitos. Además consiguió la superioridad naval en el mar Mediterráneo. Sus victoriosas campañas parecía que no iban a tener fin, se extendió por Asia, en 1521 tomó Belgrado (una vieja aspiración) que convirtió en base de operaciones para lanzarse sobre Hungría. En 1526 aplastó a los húngaros en la batalla de Mohacs, ocupó Buda y sitió Viena apoyado por los reformistas y el rey de Francia, que estaban en guerra abierta contra el emperador Carlos V. La bella ciudad imperial se salvó de milagro, y fue el único fracaso reseñable en el currículum de Solimán. Como tantos otros guerreros, Solimán murió en el año 1566 durante una campaña en tierras húngaras.


Solimán creo el cuerpo de inválidos para atender a los jenízaros imposibilitados por heridas o por la vejez, y su reputación llegó a ser tan grande que, Francisco I, prisionero en Madrid tras su derrota en la batalla de Pavía, le escribió pidiendo auxilio. La respuesta del sultán no estuvo exenta de ingenio: “es propio de reyes y soberanos el ser hoy ricos y poderoso y hallarse mañana en cautiverio”.  

domingo, 8 de noviembre de 2015

FEDERICO III, MAXIMILIANO I, JUAN HUNYADI Y MATÍAS CORVINO.



El rey Cuervo, Matías , puso todo su empeño en convertirse en el Sacro Emperador, pero fue Maximiliano, hijo del emperador anterior Federico III, el elegido. Rivales condenados a entenderse. De Innsbruck a Pecs . De Austria a Hungría. Del cenotafio (vacío) del Maximiliano al reino Humanista de Matías. Todo se relaciona entre sí. Las piezas van encajando. ¿Estuvo Janos Hunyadi a favor del emperador Federico?¿Realmente quiso Federico el trono húngaro?. El padre, Janós, salvó Belgrado. El hijo, Matías, se apoderó de Viena. Personalidades diferentes, momentos distintos ¿objetivos dispares?.

sábado, 7 de noviembre de 2015

MEHMET II



Mehmet II Fatih, se consideraba el próximo Conquistador del Mundo. Un auténtico hombre de estado del Renacimmiento, valiente, poco escrupuloso, culto y cruel. Mehmet fue nombrado sultán siendo casi un niño, poco más que un adolescente, cuando su padre Murad II, un tanto agotado de ejercer, decidió abandonar el poder. Sin embargo, para vestir de dramatismo su historia personal, los acuciante problemas obligaron a Murad II a retomar el poder, y a Mehmet solo le quedaba esperar, observar y aprender de la experiencia de su padre. Muerto Murad II, Mehmet puso todo su empeño en someter, de una vez y para siempre, al cuasi eterno Imperio Bizantino.

Tomó Constantinopla, fortaleció el poder turco en Europa y lo gobernó con mano firme. Reorganizó la administración estatal, se apoyó en los jenízaros para reforzar la autoridad imperial y tenía su cabeza un ambicioso proyecto imperial, integrar en un inmenso estado a turcos, mongoles, cristianos y musulmanes.

Después de su éxito en Constantinopla y aprovechando el terrible impacto, anexionó Grecia, completó la conquista de Serbia a pesar de su derrota ante las puertas de Belgrado (cuya defensa dirigió Janos Hunyadi), y sometió con éxito Valaquia (con Vlad III como enemigo y aliado) y Albania (aunque solo tras la muerte de Jorge Castriota “Skanderbeg”). Como colofón proyectó invadir Italia y disponía incluso de una base de operaciones en Otranto, tomada después de una audaz campaña, pero el fracaso en el intento de conquistar la isla de Rodas frustró este ambicioso sueño.

Mehmet II, una mente inquieta, poseía una educación excepcional, era políglota (era capaz de hablar árabe, persa, hebreo, griego y latín), cultivaba por igual aficiones literarias e intereses científicos, y encargó la construcción de un lujoso palacio, Topkapi. Poco después del revés en Rodas, el sultán conquistador murió, posiblemente envenenado, por su médico Yakub Pasa, que trabajaba para los venecianos. Como castigo fue linchado por los fieles jenízaros. En el momento de su muerte, Mehmet era el sultán más grande de su glorioso linaje.


viernes, 30 de octubre de 2015

HUNGRÍA, UNA PARADA HACIA TIERRA SANTA.



Durante el desarrollo de las Cruzadas el reino de Hungría se convirtió en lugar de paso obligado para millares de soldados de Cristo. En algunas ocasiones, fueron más un problema que una bendición para el pueblo húngaro. En otras ocasiones, los propios monarcas húngaros fueron adalides de la Cruz en tierra infiel. 

A finales del siglo X el rey húngaro Esteban I abrazaba el Cristianismo, y de esta manera s inauguraba una ruta terrestre, que siguiendo el curso del Danubio a través de los Balcanes conducía a Constantinopla a centenares de peregrinos que procedentes de Europa Occidental buscaban llegar a los Santos Lugares. Estos pereegrinos podían viajar con poco riesgo a través de tierras magiares, para cruzar la frontera bizantina en Belgrado y continuar luego hasta la capital de Bizancio pasando previamente por Sofia y Adrianopolis. 

Un siglo después serían los cruzados los que emprendieron este camino. En mayo de 1096 un ejército franco había descendido por Hungría y habia entrado en tierras del Imperio a través de Belgrado, ciudad centinela del Danubio. El propio rey Colomán había concedido permiso a los ejércitos cristianos, que en esta ocasión no provocaron ningún incidente desagradable.

No ocurrió lo mismo con los siguientes ejércitos que llegaron a Hungría a principios de verano, que venían de masacrar judíos a su paso, y estaban decididos a continuar con sus matanzas, saqueos y desmanes en tierras húngaras. Pero los magiares no permitieron una conducta así y atacaron y dispersaron a los cruzados. El rey Colomán organizó sus tropas, los cercó y los obligó a devolver todo lo que habían robado: vino, cereales, bueyes, ovejas...

La situación cambió cuando Godofredo de Bouillón, llamado a triunfar en la primera cruzada, llegó a la frontera de Hungría y con buenas palabras convenció a Colomán, un tanto desconfiado de los caballeros occidentales, de que les dejase atravesar su reino. El propio Godofredo se ocupó personalmente de mantener la concordia entre sus hombres, que cruzaron el país magiar sin provocar ningún tipo de altercado. 

Guillermo IX duque de Aquitania y el emperador Federico Barbarroja, fueron otros de los caballeros cruzados que alcanzaron Tierra Santa después de atravesar la gran llanura panónica que pertenecía al Reino medieval de Hungría. 



jueves, 19 de febrero de 2015

MAHMUD PASHA ANGELOVIC



General, Visir y Poeta.Bizantino del noble linaje de los Angelos, convertido en rehén de los turcos, educado en la Fe musulmana, tras destacar en el sitio de Belgrado (1456), se convirtió en Gran Visir, una especie de primer ministro. Se casó con una hija de Mehmed II, dirigió ejércitos personalmente o acompañó al sultán en campaña y además desarrolló una prólija carrera literaria bajo el pseudónimo de Adni. 

miércoles, 29 de octubre de 2014

SZEGED, ORIGEN Y DESARROLLO DE UNA CIUDAD EN EL SUR DE HUNGRÍA



A orillas del río Tisza, cruel verdugo en un ocasión (inundación) de la ciudad, se levanta Szeged, entre Hungría y Serbia, a medio camino entre Budapest y Belgrado. Agradable, Universitaria y Moderna. Un punto de referencia para aquellos que desean conocer el país.

El transporte de sal por el río Maros propició el asentamiento humano en una de sus orillas ya en época del rey Esteban I (cuasi fundador del Reino de Hungría). Hay que esperar algo más de un siglo para encontrar la primera mención documental de esta población. Durante el reinado de Bela III un documento del año 1183 un documento se refiere a ella con el nombre latino de Ciggedin, al parecer relacionado con el transporte y el comercio de la sal por el río.


En 1246, poco después de la desastrosa invasión mongola de 1241, el rey Bela IV la elevó al rango de ciudad y comenzó la construcción de un castillo, que continuaron su hijo Esteban V y su nieto Ladislao IV.

El desarrollo pleno de Szeged coincidió en el tiempo con el reinado de Luis I en el siglo XIV. En este periodo Szeged se convirtió en la ciudad más importante del sur del Reino de Hungría y ante el acuciante peligro que representaban las invasiones otomanas en un baluarte defensivo y punto estratégico de primera magnitud. Más adelante, y bajo el reinado de Segismundo de Luxemburgo, además de por el castillo, la ciudad fue protegida por enormes murallas.


Tanta muralla y tanto esfuerzo no fueron suficientes, y al final de la Edad Media, tras varias intentonas desde 1529, los otomanos conquistaron Szeged en 1543 comenzando un nuevo tiempo para la ciudad.


jueves, 4 de septiembre de 2014

IMPERIO SERBIO



Un efímero estado medieval, por su corta duración (1346 - 1371), casi podríamos de proyecto fallido imperial en la región de los Balcanes, heredero directo del Reino de Serbia. 

El 16 de abril de 1346, Esteban Uros IV Dusan,, "el Poderoso", fue coronado en Skopje, "Emperador de los Serbios y los Griegos" creando además el Patriarcado Serbio. 


El Imperio Serbio fue la criatura de Esteban Uros. La propia habilidad del Monarca, que ya había incorporado el norte de Macednonia y parte de Albania antes de su coronación imperial, contribuyó a la realización del ambicioso proyecto. Dusan supo ocupar en los Balcanes el lugar que había dejado libre un moribundo Imperio Bizantino que se negaba a desaparecer. No obstante, nunca consiguió un sostén eficaz para su Imperio y el inepto (al menos política y militarmente) de su hijo nunca supo mantener unido. 

La estrategia que utilizó Dusán para acrecentar su territorio fue el control y la conquista de las ciudades, otorgando una importancia secundaria a las grandes batallas campales. Además de buen militar, Stefan Uros IV Dusan destacó por su labor legislativa, introduciendo un nuevo código de leyes, y por el impulso económico que dio a Serbia, con la apertura de nuevas rutas comerciales. 


En su momento de mayor esplendor, el Imperio Serbio se extendía desde Etolia, en Grecia, hasta Belgrado, en el Danubio, abarcando más de 200.000 kilómetros cuadrados. 

Stefan IV tuvo en su hijo, Stefan Uros V, apodado "el débil", un indigno heredero. El sucesor del emperador nunca fue capaz de hacerse con las riendas del imperio y siempre estuvo a merced de los señores feudales. Y por si esto no fuera poco, Stefan V asistió al surgimiento de una nueva amenaza procedente de Asia,el Imperio Otomano, que en breve se enseñorearía de toda la región balcánica.

Los otomanos se ocuparon de firmar el epitafio de este proyecto de Imperio. En 1371 el ejército turco derrotó a serbios y búlgaros en la Batalla de Maritza, dónde además quedó aniquilada buena parte de la nobleza serbia en el mismo campo de batalla. Al final de ese mismo año fallecía el Emperador. Con la muerte de Stefan V el territorio serbio quedó fragmentado en pequeños principados y se desvanecía el sueño imperial de su padre. 

lunes, 2 de diciembre de 2013

JANOS HUNYADI. EL CABALLERO BLANCO.



Juan Hunyadi, también Hunyadi János o Ioan de Hunedoara, junto al vampirizado voivoda valaco Vlad Tepes, y el albanés, Jorge Castriota, más conocido como Skanderbeg, fue, durante el siglo XV, auténtico azote de los otomanos. Además es uno de los grandes militares de la Baja Edad Media, no tan conocido en Occidente, pero a la altura de Jan Ziska, o el mismísimo Gran Capitán. Asimismo, Voivoda de Transilvania, comandante cruzado, regente del reino de Hungría y padre del rey húngaro, Matias Corvino. 

De oscuro linaje y padre desconocido, pasó sus primeros años en Hunedoara, en territorio valaco, que acabará convirtiéndose en su hogar original. 

Para hacerse un hombre, y un nombre, tuvo que demostrar sus habilidades a la nobleza y a los reyes de la época, siendo el nombre de Segismundo de Luxemburgo, proclamado emperador, el más insigne de todos sus señores. Puso su espada al servicio de grandes hombres, lo que le llevó a viajar por Europa y conocer de primera mano diferentes formas de hacer la guerra, como el Arte de la Guerra de los Sforza de Milán, o las tácticas husitas basadas en sus invencibles carros de guerra. Se empapó de todo esto y comprobó su efectividad en el campo de batalla. Fue conocido en toda Europa como el "caballero blanco" por el color de la armadura que portaba cuando acudía al campo de batalla. 


Entre su grandes hechos militares sobresalen su participación en las Guerras Husitas en el bando católico, la Campaña Larga, venciendo a cuanto enemigo con turbante que le salió al paso, dirigió a las fuerzas cristianas en la Batalla de Varna, donde un maltrecho ejército cruzado fue derrotado por los turcos, y su mayor éxito, el Sitio de Belgrado de 1456, logrando rechazar al potente ejército otomano dirigido por el mismísimo Mehmet II.

Valiente, decidido y enérgico se mostraba Hunyadi en el campo de batalla, aprendió a desconfiar del reclutamiento feudal y supo obtener las máximas ventajas del mercenariado. Partidario de atacar siempre en terreno enemigo, tal como aconteció en el sitio de Belgrado, cuando con un rápido movimiento cayó por sorpresa y arrasó el campamento otomano, obligando al sultán a levantar el cerco inmediatamente. Hunyadi, mente inteligente, instruyéndose siempre sobre el terreno y totalmente capaz de llevar a la práctica con éxito todo lo aprendido. 

En 1432 se casó con una dama húngara, Isabel Szilagyi, en 1446 se convirtió en regente de Hungría durante la minoría de edad de Ladislao V el Póstumo, y desde esta ventajosa posición trabajó para que su hijo Matías, apodado "el Cuervo", se sentase, con todas las de la ley, en el trono de los magiares.

Poco después de su gran victoria defendiendo la fortaleza de Belgrado, una plaga asoló la ciudad y al parecer, atacó a Hunyadi. De camino a Buda, en Zemun, fue definitivamente derrotado por la Parca.

Cuentan, que al enterarse de su muerte, Mehmet II el Conquistador de Constantinopla, suspiró y a continuación exclamó; "A pesar de que era mi enemigo, siento dolor por su muerte, porque el mundo nunca ha visto un hombre así".

La Catedral gótica de San Miguel en Alba Iulia, bajo la tierra de Transilvania, duerme, Hunyadi, el sueño eterno. 

viernes, 1 de junio de 2012

ESCORDISCOS



Una parte de esta región (el autor está describiendo la provincia de Tracia), era habitada por los escordiscos, que ahora viven en tierras muy alejadas. Eran entonces pueblos crueles y sanguinarios que, según se narraba en la Antigüedad, sacrificaban a los cautivos y se los ofrecían a Belona y Marte, después de lo cual bebían ansiosamente sangre en sus cráneos.
Además sabemos que con frecuencia los romanos, tras soportar numerosas penalidades en la lucha, sucumbieron finalmente ante su dureza y llegaron a perder algún ejército completo incluyendo a su general
Amiano Marcelino 27, 4,4. 

Montes Sar.
 En época de Amiano los encontramos en Tracia, pero Apiano y Estrabón los situaban en los Balcanes, aproximadamente en territorios de los actuales países de Croacia, Hungría, Serbia, Eslovenia, Austria y Bosnia - Herzegovina. 
      El nombre de esta tribu parece que está ligado a la montaña Escordo, actualmente Montes Sar, situada en Iliria. Más complicado es asignarles un origen concreto, pues diversos autores los consideran ilirios, celtas o tracios, y otros más bien un grupo mixto. Nosotros nos inclinamos por esta última hipótesis. 
       En la confluencia de los ríos Sava y Danubio, erigieron las fortalezas de Singidunum y Taurunum, y es muy probable que fueran el origen de la ciudad de Belgrado.

BREVE BOSQUEJO HISTÓRICO.


En 279 a.C. tras enfrentarse  los griegos, avanzaron hacia Panonia, asentandose entre Moesia y los Balcanes.

En 175 a.C. ayudaron a Perseo de Macedonia, colisionando en este momento con Roma, con quienes estuvieron muchos años luchando.

En 135 a.C., en Tracia, fueron derrotados por Casconio (o tal vez Ascanio)

En 118 a.C., según nos informa una lápida de piedra, descubierta cerca de Tesalónica, Sexto Pompeyo, fue muerto luchando con ellos.

En 114 a.C. éstos escordiscos derrotaron a Porcio Catón en la zona montañosa de la actual Serbia. Pero en 107 a.C. fueron derrotados por Minucio Rufo. 

De todas formas siguieron ocasionando problemas a los romanos, llegando a invadir Macedonia, junto a Medos y Dardanios. Posteriormente fueron capaces de atacar Delfos y saquear el templo de Apolo.

En 88 a.C. Lucio Cornelio Escipión "Aisático" Asiageno los venció y los hizo cruzar el Danubio.

Finalmente, en época de Estrabón, son expulsados por los Dacios del valle del Danubios, dejando de esta manera de figurar en la historia, posiblemente sometidos y/o asimilados por los Dacios. 

Como la mayoría de estas poblaciones, su organización social se basaba en la tribu. En estos momentos no disponemos de información sobre sus instituciones políticas, pero seguiremos investigando.

ACTIVIDAD MILITAR.

En la meseta interior habitaban los escordiscos, también celtas, que habían exterminado al pueblo de los tribalos.
Apiano. Sobre Iliria. 

Entre este fragmento de Apiano, el de Amiano y todo el acontecer histórico que hemos visto, podemos hacernos una idea de lo belicoso que resultaba, al menos para sus enemigos, este indómito pueblo. Bien es cierto, que para los autores clásicos grecolatinos, la belicosidad de estos pueblos fronterizos era un tópico literario, bastante extendido en toda la historiografía.

RELIGIOSIDAD

A partir del texto de Amiano Marcelino, podemos hacernos una ligera idea de las creencias de este pueblo.

Como observamos en otros pueblos de la Antigüedad, como los lusitanos, los escordiscos también sacrificaban a sus enemigos. Además "bebían ansiosamente su sangre" con la intención de apoderarse de su fuerza, energía y vitalidad. Noticia similar para los escordiscos la recogen entre otros Floro 1, 39 ,2, Eutropio $, 24, Rufo Festio 9 y Orosio 5, 23, 18. Podemos comparar estas costumbres con las descritas por Heródoto para los escitas y relacionarla con la "afición" celta de "coleccionar" las cabezas de los enemigos vencidos, como nos cuenta Tito Livio sobre los boios.       
Belona por Edgar Bertram Mackennal.

Al tratarse de un pueblo guerrero, es normal que venerasen a dioses de la guerra, como Belona o Marte, a los que ofrecían sus sacrificios humanos.



. . . . entre otras acciones horribles de decir y escuchar, que cometían en las personas de los prisioneros, usaban, cuando tenían que beber, con avidez y sin asco, como si fuesen auténticos recipientes, los huesos arrancados de las cabezas humanas, todavía con sangre y con pelos y sin haber limpiado totalmente de sus cavernas interiores los sesos que no habían sido sacados; de estos pueblos, los más crueles e inhumanos son los escordiscos . . . "
Orosio 5, 23. 1




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