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miércoles, 9 de octubre de 2019

BRAHEHUS.




Las imponentes ruinas de Brahehus en una suave colina que se eleva por encima del lago Vättern en Suecia.



Esta casa palacio del siglo XVII fue comenzada a construir por Per Brahe el Joven en 1637, pero los trabajos no se completaron hasta 1650. Levantar este edificio resultó muy complicado, especialmente por tener que trasladar los materiales hasta aquí.



A principios del siglo XVIII la corona retiró el título nobiliario a su propietarios y poco después el palacio fue pasto de las llamas. A pesar de su estado aún es posible intuir las dos poderosas torres que flanqueaban la entrada principal.



martes, 24 de septiembre de 2019

ANTIGUA IGLESIA Y CEMENTERIO DE SANTIAGO.




La naturaleza concede un préstamo a la sociedad humana, en este caso la piedra. Con el tiempo siempre vuelve para reclamar lo que es suyo. Durante la mayor parte de la historia de la Humanidad, la piedra y la madera, han sido el material de construcción más utilizado (hasta la invención del acero y el hormigón industrial). Las piedras, no obstante, aunque pasen centurias, siguen conservando su alma.


Al borde del camino de Santiago, cerca de la hermosa población de Luarca, las piedras de la antigua Iglesia y Cementerio de Santiago, llevan desde la Edad Media viendo pasar peregrinos. Aunque son pocos los que detienen sus pasos para contemplar sus ruinas.



Al parecer existen referencias documentales desde el siglo X, durante el reinado de Fruela II. De origen altomedieval, muestra vestigios del prerrománico y el románico.


Después de la epidemia de gripe que coincidió con la Primera Guerra Mundial, el cementerio se vio colapsado, y en el año 1922 el párroco del lugar (con apoyo logístico de una familia aristocrática) consiguió trasladar la iglesia a otra ubicación.

domingo, 20 de agosto de 2017

ALVASTRA KLOSTER – ABADÍA DE ALVASTRA.



Seguimos los restos de la historia humana,, la piedra no quiere que la olvidemos. Estas son las ruinas de un monasterio sueco donde se asentaron unos monjes benedictinos allá por el siglo XII.



En el año 1143, un pequeño grupo de monjes cistercienses llegaron a Alvastra procedentes de Francia invitados por el rey sueco Sveker I. En este precioso lugar decidieron fundar su monasterio.



Se cuenta que entre estas paredes vivió durante un tiempo santa Brígida, que encontró inspiración en los monjes benedictinos.



Los cristianos, siempre inasequibles al desaliento, nunca cesaron en su empeño de conquistar almas.



Alejado del mundanal ruido se desarrolló la abadía, mirando siempre hacia el interior de la comunidad. 


 Habitualmente es necesario perderse para encontrarse. Aquí llegamos por casualidad.


martes, 2 de agosto de 2016

IGLESIA DE SANTA MARÍA EN CAZORLA.



La Iglesia de Santa María en Cazorla esta predestinada a la ruina, una tremenda riada provocada por dos horas de violento aguacero la tiró por los suelos antes de estar finalizada, también fue arrasada por fuego francés durante la invasión y destruida casi completamente durante la Guerra Civil . . . ¿pero como obviar el encanto de estas ruinas?   


jueves, 29 de octubre de 2015

RUINAS.



El viajero se detiene emocionado ante las ruinas. 

Contempla las antiguas visiones de fortalezas deshechas y siente un cansancio abrumador. Sobre los arcos rotos, en las puertas que entran a recintos alfombrados con ortigas y capiteles yacentes, en las altas paredes solitarias, la esencia de mil colores tristes se esparció entre los mantos reales de las yedras. 

La visión decorativa de una ruina es magnífica. La luz entra por los techos derrumbados, y no tiene dónde reflejarse, sólo en las covachas de una galería abierta a los campos, o en un claustro, penetra modulando tonalidades sombrías. 

El contraste de los colores verdes, y los dorados bajo la caricia dulce de la luz, forma una gama admirable de apagamiento y amargura. 

Otro de los encantos de las ruinas son los ecos. 

Los ecos perdidos en los campos anidaron en las esquinas desmoronadas, en las bodegas llenas de plantas salvajes. 

En las ruinas de las llanuras hay ecos hasta en los sitios más escondidos. En la amplia soledad de las llanuras no tienen estos geniecillos parajes donde reposar, y cuando el vetusto edificio se derrumbó, ellos penetraron en sus muertas estancias para hacer burla de todo sonido, repetir la risa, y el grito desconsolado, multiplicar las pisadas, y confundir las conversaciones en un mareo de palabras. 

Las ruinas se van hundiendo lentamente en el terreno hasta que quedan sepultadas del todo, las figuras invisibles que las habitaron se marchan, y los ecos vuelven a danzar otra vez por las llanuras para dormirse en espera de despertar. Se hunde el escenario y se acaba la leyenda. Los pájaros vuelan a otro sitio más agradable, los reptiles huyen a otras madrigueras más ocultas, y al hundirse la ruina en la tierra acabó la tragedia histórica.

Antes que el prestigio romántico, decorativo y artístico, tienen las ruinas el prestigio miedoso. 

Huyeron los frailes, o los señores que habitaban los castillos, pero en el tiempo una noche, un campesino rezagado que volvía tarde al poblado, ve entre las malezas una gran figura blanca, con dos ojos verdosos que miraban pausadamente, después oye gritos de tortura infinita en los sótanos del castillo y arrastrar de cadenas por las naves deshabitadas. Huye el campesino, cuenta lo que ha visto y todo el pueblo se revoluciona. ¡Hay fantasmas en las ruinas! Ya nadie va a visitarlas y adquieren brillo sombrío. Una vieja del pueblo, una noche de tormenta, al calor de la lumbre y después de ordenar a los niños que se marchen, cuenta a los vecinos una historia pasada que a ella le contó su bisabuela. Una historia de amor y de duendes que pasó cuando estaba habitada la ruina. Aquella fantasma blanca que se había aparecido, sería la señora que se metió a monja después de matar a su marido, y todos se santiguan. Luego otra noche otro vecino vio con la luz tibia de la luna, al fantasma que bogaba en el río. Después hubo tormenta.

Todas las ruinas tienen una historia miedosa. Unas se conocen, otras ya las han olvidado. 

La ruina evoca baladas miedosas de almas en pena. 

Toda la literatura romántica puso sus figuras fantásticas en las ruinas, porque el alma de la ruina es eso: un fantasma blanco muy grande, muy grande, que llora por las noches desmoronando piedras y oculto entre las yedras, al son meloso del agua que pasa por las acequias.
García Lorca.



martes, 22 de abril de 2014

ST. DUNSTAN IN THE EAST



Ruinas góticas transformadas en un pequeño parque en el centro de Londres. La iglesia St. Dunstan in the East es un templo construido entre 1.100 y 1.391 y prácticamente destruido por los continuos bombardeos que sufrió la capital británica durante la Segunda Guerra Mundial. 

domingo, 24 de noviembre de 2013

CLAUSTRO DEL CONVENTO DE SANT ANDREA



Paseando por el centro de Génova, nos topamos, casi por casualidad con las ruinas del Claustro de Sant Andrea, conocido también como San Andrea della Porta, por situarse cerca de la Puerta Soprana. En los alrededores se encuentra la supuesta casa donde vivió Cristobal Colón. 

Lo que hoy son ruinas, formaban parte de un complejo monástico del que tenemos noticias en 1009, cuando fue asignado a la Orden Benedictina y ocupado por monjas de esta orden.  Hacia mediados del siglo XII se construyó este claustro. De lo que fue un convento románico, únicamente siguen en pie el claustro, un pequeño jardín y los arcos, donde destacan elaborados capiteles con motivos vegetales. 


. . . todo lo consume el tiempo, 
mas la piedra resiste en pie . . .
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