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viernes, 10 de enero de 2020

PIRATAS DEL BÁLTICO DURANTE EL PERÍODO HANSEÁTICO.




El Báltico significa para el Norte de Europa lo mismo que el mar Mediterráneo para el sur. Vía de comunicación y de intercambio cultural y económico, mares que definen (e influyen) en las diferentes sociedades humanas que viven en sus orillas. Un medio marino que une, más que separa, un ámbito compartido por todos los pueblos ribereños. Ambos mares han sido, a lo largo de la historia, focos y teatro de operaciones de piratas que se lanzaban a depredar los barcos cargados de riquezas y mercancías que se dirigían a los dinámicos puertos de las prósperas ciudades.

La imagen popular del pirata, y para comprender esto solo debemos pensar en Long John Silver o el histriónico Jack Sparrow, está determinado por una interpretación romántica (Lord Byron, o nuestro José de Espronceda) que termina diseñando mitos y leyendas (como sucede también con los bandoleros andaluces). En realidad estamos ante contrabandistas, extorsionadores, asesinos y gente de mala vida que, por decisión, o por imposición, terminan viviendo al margen de la sociedad. Una sociedad que los ha visto nacer, los ha convertido en lo que son y que los ha proscrito; una sociedad que los teme, y en ciertos aspectos, los admira.

Muchos piratas hicieron fortuna, labraron una reputación e inscribieron su hombre en la historia, entre los siglos XIV y XVI en el entorno del mar Báltico y del mar del Norte: Klaus Störtebeker, Paul Beneke, Margareta Dume, Hans Pothorost y Bartholomäus Voet.


viernes, 25 de mayo de 2018

KLAUS STÖRTEBEKER, PIRATA DEL BÁLTICO.



Donde existe riqueza el crimen, al amparo del comercio se desarrolla la piratería. De la misma manera que las naves fenicias eran asaltadas por los piratas ilirios en el mar Mediterráneo, y los galeones españoles por los corsarios ingleses en las cálidas aguas del Caribe, el mar Báltico y el mar del Norte, fueron el escenario donde Klaus Störtebeker escribió con sangre su propia historia.


Este alemán corpulento, fornido y violento, bebedor, jugador y asiduo a los prostíbulos portuarios, nacido en la encantadora ciudad de Wismar a mediados del siglo XIV, fue (y en parte, sigue siendo) uno de los piratas más célebres de su tiempo y uno de los destacados líderes de los “Hermanos de las Vituallas”. Esta cofradía formada por aventureros, corsarios y buscadores de fortuna se encargaba de asaltar naves danesas y asegurar el abastecimiento de víveres y provisiones para la ciudad de Estocolmo, durante la guerra que enfrentó a ambos reinos.


Tras el cese de la guerra escandinava, y lejos de buscarse un trabajo honrado, Störtebeker continuó dedicando su vida a la piratería, ahora depredando las ricas naves de la liga hanseática.


Los burgomaestres de Lübeck intentaron en varias ocasiones dar caza al proscrito, pero sería un buque de guerra con bandera de Hamburgo que comandaba una pequeña flotilla, el que consiguió capturar al escurridizo pirata. Trasladado y juzgado fue ejecutado en la plaza mayor de Hamburgo, ante una turba enfervorecida que ya empezaba a aclamarle como un héroe del pueblo.


Tras la ejecución del hombre nacen las leyendas. La más repetida, y la más inverosímil, cuenta que el muy bravucón le ofreció al alcalde un trato; que dejase en libertad a tantos hombres como pasos pudiese dar después de ser decapitado. Störtebeker fue ejecutado de pie y el cuerpo sin cabeza fue capaz de dar once pasos, hasta que el alcalde, fuera de sí, optó por poner una zancadilla y derribar al gigantón. A pesar de la proeza post mortem, el alcalde (como todo político que se precie) incumplió su promesa y ordenó la ejecución de todos los compañeros del pirata.


Otra tradición cuenta que Störtebeker era capaz de beber de un único trago hasta cuatro litros de cerveza. En relación a esta divertida anécdota una fábrica de cervezas alemanas decidió bautizarla con el nombre del célebre pirata. A orillas del Báltico, en Wismar, la ciudad que vio nacer a nuestro héroe, pude una tarde embriagarme con su cerveza.


sábado, 19 de agosto de 2017

JUAN OLMEDO, PIRATA PORTORREALEÑO.



Junto a la pesca y el comercio los habitantes de las costas gaditanas, gracias a su posición estratégica, practicaban la piratería y el corso; atún, hachis, oro, tanto da. El vecino de Puerto Real Juan Olmedo lanzaba incursiones de pillaje en el Norte de África y regresaba con las bodegas llenas de cautivos, provisiones varias y ropajes de lujo. La corona permitía el corso a cambio de un quinto del botín, pero Juan de Olmedo pirateaba por su cuenta, pues era el jerezano Pedro Patiño el legitimado para practicar el corso en la zona.

lunes, 9 de enero de 2017

RONCAL EL SALTEADOR.



“Con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela...” es el inicio de uno de los poemas mas famosos y recitados de la literatura en lengua castellana, la Canción del Pirata, escrita por José de Espronceda. Los románticos del siglo XIX y los cineastas del XX – Contado y Jack Sparrow respectivamente – convirtieron la figura del pirata en un anhelo, un auténtico sueño adolescente de poder, libertad y aventuras. Antes que Henry Morgan y Sir Francis Drake, y compartiendo escenario con Jeriddim Barbarroja, el navarro Roncal el Salteador, marinero e ingeniero, hizo del corso un digno oficio.

Pedro – su auténtico nombre de pila – era hijo de un hidalgo navarro, y durante sus primeros años pastoreó rebaños en los montes de Navarra, su patria natal. El afán de aventuras lo llevaron hasta Italia, donde luchó como mercenario para la poderosa ciudad de Florencia. Con lo conseguido armó un barco y comenzó a asaltar barcos por el Mediterráneo. En esta época le pusieron el apodo de “Roncal el Salteador”.

Su destreza como ingeniero, se le atribuye la invención de minas de pólvora, hizo que Fernando Gonzálo de Córdoba se fijara en él y lo reclutase para su ejército. Junto al Gran Capitán, un militar el que Pedro admiraba por encima de todo, participó en las campañas en el Norte de África y en las guerras de Italia.

Durante la batalla de Rávena fue hecho prisionero por las tropas francesas. Fernando el Católico se negó a pagar su rescate, el rey Francisco I le hizo una oferta y Pedro Navarro se pasó al bando francés. Roncal el Salteador combatió a los piratas del Mediterráneo en nombre de los Reyes Católicos y acabó convertido en corsario al servicio de la corona de Francia.

En 1538 fue capturado por los españoles y sentenciado a muerte por traición. El carcelero del castillo napolitano de Castelnuovo, se apiadó del veterano militar y lo estranguló una noche en su celda para evitarle la humillación de subir al cadalso.



lunes, 22 de febrero de 2016

OMIS, CIUDAD DE PIRATAS EN EL ADRIÁTICO.



A 25 kilómetros al sur de Split, una de las históricas capitales de la Dalmacia Croata, se encuentra Omis, una pequeña población marinera que cuenta con los restos de una fortificación medieval. Esta tierra fue poblada por los ilirios y debe su fama a la celebridad de los piratas que tenían aquí sus refugios. Estos piratas utilizaban potentes barcos de remos, conocidos como “flechas de Omis” para asaltar galeras venecianas y los barcos papales. Las fortalezas de la montaña desnuda, el macizo Mosor, controlaban el tráfico marítimo. La primera de las fortalezas fue construída en el siglo XIII por los duques Kacic que gobernaban sobre los corsarios de Omis (imitando a la legendaria reina Teuta). La segunda, la fortaleza de la ciudad vieja, se levantó para defender la costa de los otomanos. En el siglo XV, al igual que toda la región, cayó en manos de la República de Venecia que la bautizó con el nombre italiano de Almissa.  

sábado, 26 de diciembre de 2015

JEIREDDIM BARBARROJA.



Hizir bin Yakub (en turco), Jidr ibn Yaqub (en árabe) o Barbarroja (para el mundo cristiano occidental) fue miembro de una familia de marinenos originaria de la isla de Lesbos, traficante, pirata, corsario y almirante. Sus acciones, cuyo centro de operaciones estaba situado en Argel (donde encontraba el apoyo de piratas berberiscos) contribuyeron de forma decisiva al dominio turco sobre el mar Mediterráneo. Todos los imperios, pasados y presentes, están sustentados en el poder de las armas y la sangre de los enemigos.

Barbarroja, musulmán convencido, sirvió siempre a la Media Luna, combatiendo sin tregua a todos sus enemigos; a Carlos V y los Habsburgo, al Papado y a la República de Venecia. Empezó su carrera junto a su hermano mayor Aruj, cometiendo actos de piratería y transportando a los moriscos que huían de la península y buscaban acomodo en el Magreb. Conquistó Argel, donde construyó un puerto fortificado, abordó barcos españoles que venían desde América con destino Cádiz, arrasó las costas de la Riviera francesa, e incluso penetró en las aguas del Danubio, y gracias a sus méritos fue nombrado “beylerbey” y almirante de la flota otomana por el sultán Solimán I. Expulsó a los incómodos venecianos del mar Egeo y en 1538 derrotó a una flota internacional comandada por el genovés Andrea Doria en la batalla de Préveza. Esta victoria aseguró a la Sublime Puerta el dominio de los mares hasta la derrota de Lepanto en 1571.

El terrible corsario y tenaz almirante terminó sus días retirado en Estambul, en un palacio a orillas del Bósforo, recitando sus memorias y disfrutando de las cálidas noches mediterráneas. Su mausoleo se encuentra en Besiktas, en el lado europeo de la antigua Constantinopla.


sábado, 30 de noviembre de 2013

TORRE AURORA



La República marinera de Génova, dueña de todo el Mediterráneo Occidental, señora incontestable de la Liguria, construyó la Torre Aurora en la pequeña localidad de Monterosso al Mare enclavada en la región de la Cinque Terre, sobre un promontorio llamado colina San Cristoforo, con el objetivo de defender la costa de las incursiones de piratas sarracenos. 


jueves, 20 de diciembre de 2012

GEOGRAFÍA DE IBERIA
ESTRABÓN (XIX)

5. Individualismo de los iberos.
Por lo que respecta a las andanzas de los griegos entre los pueblos bárbaros, podría pensarse que la causa fue el haber estado éstos divididos en pequeñas tribus y reinos que, por orgullo, no se mezclaban entre sí, por lo cual eran débiles contra los que atacaban desde fuera. Este orgullo alcanzó su máxima expresión entre los iberos, a lo que se añadía su trapacería innata y su falta de sencillez. Pues, a pesar de ser prontos en el ataque y bandidos por su género de vida, no se atrevían sino a pequeñas empresas, no acometiendo las importantes por no poder contar con grandes ejércitos ni confederaciones. Porque, si hubieran querido unir sus armas, no les habría sido posible a los cartagineses atacar y someter impunemente a la mayor parte de ellos, ni aún antes a los tirios, luego a los celtas, que ahora se llaman celtíberos y berones, ni al bandido Viriato ni a Sertorio después, ni a cualesquiera otros que ansiaban acrecentar sus reinos. Los romanos, en luchar contra los iberos parte por parte y pueblo por pueblo emplearon un largo tiempo, sometiendo ya a unos ya a otros, hasta que los tuvieron a todos bajo su poder casi a los doscientos años o aún más. Pero voy a volver a la descripción.

6 Litoral Cartagena-Ebro.
A continuación está pues Carquedón la Nueva, fundación de Asdrúbal, sucesor de Barca, el padre de Aníbal, que es con mucho la más poderosa de las ciudades de esta región, pues cuenta con la seguridad de su emplazamiento, con un sólido amurallamiento, puertos, un lago y las minas de plata de las que hemos hablado. Tanto allí como en los lugares cercanos prolifera la industria de salazón. Es éste el mayor emplazamiento comercial de las mercancías llegadas por mar para las gentes del interior, y de productos locales para todas las del exterior.
La costa que va desde aquí hasta el Íber se interrumpe más o menos a la mitad con el río Sucron y su desembocadura y la ciudad del mismo nombre; discurre desde la cordillera colindante con la cadena montañosa se queda por encima de Málaca y de la zona de  Carquedón, es vadeable a pie y casi paralelo al Íber, y dista de Carquedón un poco menos que del Íber. Entre el Sucron y Carquedón hay tres poblados de masaliotas no muy lejos del río. El más conocido de ellos es Hemeroscopio, que posee sobre el cabo un santuario muy venerado de la Ártemis Efesia, del cual se sirvió Sertorio como base de operaciones para sus empresas marítimas por estar bien defendido y ser propio de piratas y visible desde muy lejos para los que lleguen por mar. Se llama Dianio, es decir, Artemisio, y tiene cerca unas minas de hierro que rinden bastante y dos islotes, Planesia y Plumbaria, y más al interior un lago salado de cuatrocientos estadios de perímetro. A continuación, la Isla de Heracles ya junto a Carquedón, que llaman Escombroaria por los escombros que allí se pescan, con los que se prepara el mejor garum. Está a una distancia de veinticuatro estadios de Carquedón.
Siguiendo al otro lado del Sucron en dirección a la desembocadura del Íber, encontramos Sagunto, fundación de los zacintios, al destruir la cual, contra lo que había pactado contra los romanos, desencadenó Aníbal la segunda guerra contra los cartagineses. Cerca se hallan las ciudades de Querroneso, Oleastro y Cartalia; y en la travesía misma del Íber, la colonia Dertosa. El Íber corre hacia el Mediodía teniendo sus fuentes en territorio cántabro y es paralelo, a través de una gran llanura, a los montes Pirineos.

sábado, 8 de diciembre de 2012

GEOGRAFÍA DE IBERIA ESTRABÓN (XV)


5 Ártabros y montañeses.
Los que viven más alejados son los ártabros, en las proximidades del cabo que llaman Nerio, que separa los flancos occidental y norte. En sus cercanías viven celtas, emparentados con los de las orillas del Anas. Dicen que en una ocasión en que hicieron allí una campaña militar éstos junto con los túrdulos, se sublevaron tras pasar el río Limea, y que luego de la revuelta, como sobreviniera la pérdida de su jefe, permanecieron en el lugar dispersos; y por esto es por lo que el río sería llamado Olvido. Tienen los ártabros numerosas ciudades agrupadas en el golfo que los navegantes que tienen relación con estos lugares denominan Puerto de los Ártabros. Hoy día se llaman arrotrebas a los ártabros.

Son alrededor de treinta las tribus que se reparten el territorio entre el Tago y los ártabros, pero a pesar de ser próspera la región por sus frutos, pastos y abundancia de oro, plata y metales análogos, la mayoría de ellos pasaban la vida apartados de la tierra, en piraterías y en continua guerra entre sí y contra sus vecinos de la otra orilla del Tago, hasta que los pacificaron los romanos, haciéndolos bajar al llano y convirtiendo en aldeas la mayor parte de sus ciudades, aunque también asociándose a algunas como colonos en mejores condiciones. Fueron los montañeses los que originaron esta anarquía, como es natural; pues al habitar una tierra mísera, y tener además poca, estaban ansiosos de lo ajeno. Los demás, al tener que defenderse, quedaron por fuerza en la situación de no poder dedicarse a sus propias tareas, de modo que también ellos guerreaban en vez de cultivar la tierra. Y sucedía que la tierra, descuidada, quedaba estéril de sus bienes naturales y era habitada por bandidos.

6 Los Lusitanos.
Dicen que los lusitanos que son hábiles en las emboscadas y exploraciones, vivos, llevan armamento ligero, y son expertos en las maniobras. Tienen un escudo pequeño de dos pies de diámetro, cóncavo por delante y sujeto con correas porque no lleva abrazadera ni asas, y portan además un puñal o un cuchillo. La mayoría viste cotas de lino; son raros los que las usan de mallas y cascos de tres penachos, y los demás, cascos de nervios. Los de a pie llevan grebas y varios venablos cada uno. Algunos usan también lanzas, cuyas puntas son de bronce. Se dice que algunos de los que habitan en las inmediaciones del río Durio siguen un modo de vida lacónico (espartano), que utilizan dos veces al día los alipterios, toman baños del vapor que se desprende de piedras candentes, se bañan en agua fría y hacen una sola comida al día, con limpieza y sobriedad. Los lusitanos son dados a los sacrificios y examinan las entrañas sin separarlas del cuerpo; se fijan además en las venas del costado y adivinan palpando. Hacen también predicciones por las entrañas de sus cautivos de guerra, a los que cubren con sayos. Luego, cuando son heridos por el arúspice en las entrañas, adivinan en primer lugar por la forma en que caen. Cortan las manos de los prisioneros y consagran las diestras.

martes, 4 de diciembre de 2012

LOS PUEBLOS DEL MAR


 Misteriosa confederación de pueblos, de diferentes procedencias, que hacia el 1.200 a. C. pusieron patas arriba todo el Mediterráneo Oriental.
En el tránsito del II al I milenio antes de Cristo, se produjo un movimiento de pueblos, que alteró el mapa geopolítico del Próximo Oriente y el Mediterráneo. Estamos a caballo entre la Edad del Bronce y la Edad del Hierro, una época de profundos cambios en el ámbito oriental del Mediterráneo, se modifican relaciones diplomáticas, se producen transformaciones técnicas, surgen nuevas ideologías políticas y desaparecen estados y civilizaciones, y en mayor o menor medida, de todos estos acontecimientos, se hace responsable a los Pueblos del Mar. 

Entre las principales consecuencias políticas, ya sean directas o indirectas, de estos movimientos poblacionales podemos destacar las que siguen:
  • Colapso del Reino Medio Asirio
  • Caída del Imperio Hitita y aparición de los principados neo-hititas
  • El Imperio Egipcio deja de controlar la costa Sirio-Palestina
  • Los arameos, aprovechando el desconcierto, comienzan a crear pequeños reinos independientes.
  • Instalación de los Israelitas en torno al Jordán.
  • También se les asocia con la desaparición de la civilización micénica y las invasiones de los dorios.
Denominación colectiva de una serie de pueblos, que aliados de los libios, tal vez como mercenarios, atacaron Egipto por tierra y por mar. El faraón Ramsés III los venció en la primera batalla naval de la historia y consiguió expulsarlos del Delta. Una derrota de Ramsés III hubiese supuesto que estos pueblos hubiesen ocupado Egipto.
Tras no conseguir asentarse en Egipto, estos pueblos continuaron su camino hacia oriente, y desembarcaron en la Costa Sirio-Palestina. En esa zona, y por tecera vez, Ramsés III hubo de hacer frente a los pueblos del mar. A pesar de lo recogido en las crónicas de la época, el choque con los invasores, se saldó con una derrota que supuso el final del dominio egipcio En las inscripciones políticas , y propagandísticas, egipcias se presenta a los faraones como invencibles, por tanto perder una batalla no cabía en sus anales.

Después de estos acontecimientos los peleset, consiguieron asentarse en la costa de Siria,  se convirtieron en los filisteos de la Biblia, y dieron su nombre a Palestina.

Algunos de estos pueblos ya fueron utilizados como mercenarios por el faraón Ramsés II. Los shardana, por ejemplo, tomaron parte de la batalla de Kadesh.

Las fuentes egipcias los presentan como saqueadores llegados del otro lado del mar. La Crónica de Ramsés III del templo de Medinat Habu, en Tebas, relata el enfrentamiento habido entre el ejército faraónico y los pueblos del mar en la costa Sirio-Palestina.

"Los países extranjeros conspiraron en sus islas. De súbito las tierras fueron apartadas y diseminadas en la contienda. Ninguna tierra podía sostenerse frente a sus armas, desde Hatti, Cada, Arkemish, Arzawa y Alasiya (Imperio hitita, costa de Cilicia y Chipre) en adelante, siendo amputadas de una vez. Un campamento se estableció en el lugar de Amor (¿norte de Siria?), desolaron a su gente, y su tierra fue como lo que nunca había sido. Avanzaban hacia Egipto, mientras la llama se preparaba ante ellos. Su confederación la formaban filisteos, tjker, sekeles, denyen y weses, con sus territorios unificados. Pusieron sus manos en los países hasta el circuito de la tierra, con los corazones llenos de confianza y seguridad: ¡nuestros propósitos triunfarán!.

Pero el corazón de este dios, el Señor de los Dioses estaba preparado y dispuesto a atraparlos como pájaros. . . Organicé mi frontera en Djahi (en la costa fenicia), preparé frente a ellos a príncipes, jefes de guarniciones y maryanu.


He dispuesto las bocas del río como un fuerte muro, con naves de guerra, galeras y embarcaciones de cabotaje, con la tripulación completa, pues la ocupaban de popa a proa valientes guerreros con sus armas. Las tropas consistían en hombres elegidos de Egipto. Eran como leones rugiendo en las cimas montañosas. la fuerza de carros se componía de corredores, de hombres selectos, de todo guerrero de carro bueno y capaz.


Aquellas que llegaron a mi frontera, su simiente no existe, su corazón y su alma terminaron para siempre jamás".

La Confederación en cuestión, atacó otros puntos del Mediterráneo Oriental, como fue el caso de Anatolia, donde destruyeron Ugarit. Conservamos la correspondencia entre Suppiluliuma II y Hammurabi, rey de Ugarit, intercambiando información acerca de estos pueblos y  de la inminente invasión que se cernía sobre sus respectivos reinos.

"Así habla el rey a Hammurabi, rey de Ugarit. Salud,que los dioses te guarden en buen estado. De lo que me has escrito, ha sido visto en el mar un navío enemigo. Bien, aún si verdederamente han sido vistos navíos enemigos, mantente firme. ¿Qué hay pues de tus tropas, de tus carros, dónde estan estacionados? ¿Están o no a mano? ¿Quién te empuja tras el enemigo? Fortifica tus ciudades, lleva a ellas tus tropas y tus carros y espera al enemigo con pie firme."
Carta de Suppiluliuma II a Hammurabi, rey de Ugarit. Fines Imperio Hitita.

"Al rey de Alashiya. Mi padre, así dice el rey de Ugarit, su hijo. Caigo a los pies de mi padre. Salud a mi padre, a su casa, a sus esposas, sus tropas, a todo lo que pertenece al rey de Alashiya mucha, mucha salud. Padre mío, los barcos enemigos ya están aquí, han incendiado mis ciudades y causado gran daño en el país. Padre mío, ¿no sabías que todas mis tropas estaban estacionadas en el país de Hatti, y que todos mis barcos todavía están en Licia y no han regresado? Así, el país está abandonado a sí mismo . . . Considere esto mi padre, hay siete barcos enemigos que han venido y causado un daño muy grande. Ahora, si hay más barcos enemigos, hágamelo saber para que pueda decidir qué hacer."
Carta del rey de Ugarit en respuesta a la de Suppiluliuma. Fines Imperio Hitita.

Relacionado con estos movimientos de los "pueblos del mar", podemos encuadrar también, el ataque de grupos tracios, y otros procedentes de Europa Oriental sobre Hattusa en el 1180 a.C. Contamos además con los anales asirios que nos informan de estas invasiones. Bajo el reinado de Tiglatpilesr I, (1112 - 1074 a.C.) los asirios tuvieron que hacer frente a los mushkis. Los mushkis (se trata de los frigios según las fuentes asirias), y gashgash  habían llegado unos cincuenta años antes, 1170 a.C., a las fronteras de Asiria, tras haber arrasado Troya y Hatussa, y atravesar Anatolia.

Existen controversias sobre diversos aspectos relacionados con este proceso; el origen geográfico de estos pueblos, la identidad social y las causas de estos movimientos.

Hipótesis tradicional: Grupos que emigraban hacia el sur llegados del sureste de Europa. Otra hipótesis mantiene que fueron desplazados de su lugar de origen por otros invarores (como la invasión doria de Grecia). Otra explicación que hace tiempo fue desechada es la del cambio climático que les obligó a ponerse en marcha.

Interpretaciones posteriores consideran, invasiones externas, huidas y una corriente de revolución social que serían  factores de la creación de un nuevo paisaje político. El impacto de los Pueblos del Mar se ha puesto en relación con el final de la Edad del Bronce en Oriente. Incluso hay quien admite, que su aparición coincide con la difusión de la metalurgia del hierro en Próximo Oriente.

Por tanto, dentro de este maremoto humano, que traspasó el umbral de II milenio, para entrar en el I milenio a.C., podemos incluir los siguientes movimientos:

-   Los pueblos del mar que lucharon contra Ramsés III
-   Los pelests que se instalaron en la Costa Siriopalestina
-   Arameos y hebreos que aprovecharon el desconcierto para asentarse en Siria y Canaán respectivamente
-   Los mushki, tracios y otras tribus balcánicas que arrasaron Anatolia y llegaron hasta Mesopotamia.
-   Incluso podemos incluir la migración de los dorios a Grecia Continental.

El listado, más o menos completo de los mencionados Pueblos del Mar, es el siguiente:

Denyen. Hay quien ha querido ver en los denyen a los mismos aqueos, por la similitud con el nombre de danoi.

Ekwesh (también Akawasha), identificados con un estado vecino de los hititas, Ahhiyawa. Los investigadores se dividene entre los que los relacionan con los aqueos, y quienes niegan este vínculo.

Lukka. Conocidos desde la época de Amarna, se dedicaban a la piratería en las costas de Asia Menor. En la batallade Kadesh los encontramos luchando en el bando hitita. El nombre de lukka se ha puesto en relación con el de los licios históricos, algo que es aceptado por buena parte de la investigación.

Peleset. Su identificación parece ser la más clara, pues se trata de los filisteos, enemigos de Israel, que aparecen citados en el Antiguo Testamento. Tras ser rechazados por Ramsés III se asentaron en el territorio entre el Monte Carmelo y Gaza. "Esta ecuacion (Peleset-Filisteos) es, sin duda, la más sólida de cuantas se han establecido en torno a los Pueblos del Mar y son pocas las voces disonantes en este acuerdo" (Jaime Alvar)

Shardana (también Sherden). Su principal atributo es el casco con cuernos. Lucharon al lado de Ramsés II en Kadesh y posteriormente con los pelesets frente a Ramsés III. Su nombre se ha puesto en relación con Cerdeña.
Shekelesh. Es posible que se tratase de los Sículos, pero esta identificación no está muy clara. Es más probable que Sicilia fuese su punto de llegado y no de partida.

Teresh. (también conocidos como Tursha por los hititas). Los partidarios de un origen oriental para los etruscos, parten de este nombre.

Tjeker. Se les asocia con los teucros, piratas que siguieron al hérote Teucro en sus correrías por el Mediterráneo.

Weshesh. Identificación muy complicada. Las opciones son relacionarlos con los hititas wilusha o con la propia Troya.

No obstante, salvo el caso de los filisteos, todas las demás identificaciones presentan profundas lagunas, que quizás nunca lleguemos a conocer bien del todo. En palabras de Jaime Alvar: "llama especialmente la atención el hecho de que casi todos los Pueblos del Mar terminen prestando su nombre a un espacio geográfico en el que se supone que se asientan"



sábado, 1 de diciembre de 2012

ACARNANIOS, LOS HIJOS DE ACARNÁN


Acarnán, hijo de Alcmeón es el héroe epónimo de este pueblo, morador de Acarnania, en la costa occidental de Grecia, y dedicados a la piratería.

Acarnania es una región natural al oeste de Grecia bañada por el mar Jónico. Se trata de una zona montañosa, que presenta pequeñas llanuras costeras.

“Éforo afirma que, por la parte occidental, Grecia comienza en Acarnania; ésta es, dice, la primera región que confina con los pueblos de Epiro”
Estrabón VIII, 1, 3.
El río Aqueloo, separa a los acarnanios de sus vecinos, y ocasionales enemigos naturales, los etolios.

“Aqueloo, río que marca la frontera entre los acarnanios y los etolios”
Estrabón VIII, 2,3

Las ciudades de Acarnania tuvieron una constitución de tipo federal y a partir del siglo V a.C., entraron en la órbita de Atenas.

Al parecer las tierras de Acarnania eran aptas para la cría de caballos, por lo que entre los acarnanios cobraba gran importancia la ganadería equina.

“También la tierra desierta de Etolia y Acarnania resulta adecuada para la cría de caballos, no menos que Tesalia”.
Estrabón VIII, 8,1.
Como aliados de los ilirios de Teuta, vemos a los expertos navegantes acarnanios luchando contra aqueos y etolios. La reina Teuta de Iliria, viuda de Agrón, nunca dudó en utilizar el corso y la piratería en sus guerras contra los diferentes estados griegos y Roma.

“Por su alianza, los ilirios habían recibido siete naves de guerra de los acarnanios; salieron al encuentro, y se batieron con la escuadra aquea junto a Paxos. Los navíos acarnanios, que se hallaban situados de frente con los aqueos, lucharon con igual fortuna, y salieron del combate sin más daño que las heridas que recibieron sus tripulaciones”
Polibio II, 10,1.

Hacia el año 300 a.C. los etolios ocuparon algunas ciudades de Acarnania y los acarnanios se aliaron con los Reyes de Macedonia, hasta que los romanos derrotaron a Filipo V.

“Los acarnanios ratificaron noblemente el decreto, y desde su país hicieron la guerra a los etolios, a pesar de que más que con cualquier otro se hubiera debido tener indulgencia con ellos si por temor hubieran diferido o, incluso, omitido la guerra contra sus vecinos. En efecto: están situados en la frontera etolia y reducidos a sus solas fuerzas resultan fácilmente superables. Téngase en cuenta ante todo que hacía muy poco que habían sufrido una experiencia terrible por el odio que profesaban a los etolios”.
Polibio IV, 30.

Los acarnanios, debido quizás a su debilidad con respecto a sus vecinos, estaban acostumbrados a defenderse con uñas y dientes, y aliarse con vecinos más poderosos, con tal de poder conservar su libertad. Para ello era fundamental la honradez y la lealtad en las alianzas.

“Pero tanto en la vida privada como en la pública no hay nada que los hombres nobles valoren tanto como el deber, cosa que los acarnanios han observado casi siempre en grado no menor al de cualquier otro griego, a pesar de la pequeñez de su fuerza. Nadie, pues, debe vacilar, en momentos difíciles, en aliarse, para sus empresas, con los acarnanios no menos que con los otros griegos, pues tanto en la vida privada como en la pública tienen firmeza y amor a la libertad”.
Polibio IV, 30, 3 – 7. 
 En otra ocasión en que los etolios invadieron Acarnania, los acarnanios juraron expulsar del país, a todos aquellos que hubiesen retrocedido ante el avance del ejército etolio.

“Los acarnanios, informados de que los etolios les habían invadido el territorio, en parte por desconfianza y en parte por indignación, tomaron una decisión desesperada: si alguien sobrevivía por haber retrocedido, se vería expulsado de la ciudad y privado del uso del fuego. Esto lo juraron para todos, pero principalmente para los epirotas: nadie debería acoger en su propia ciudad a los desertores”
Polibio. , Libro IX, 14 (Recogido en Suda)

Finalmente, como la totalidad de los pueblos griegos, también los acarnanios fueron sometidos, no sin antes, resistir hasta la extenuación y agotamiento, por Roma.

“En nuestros días tanto Acarnania como los etolios, igual que otros muchos pueblos, se encuentran exhaustos y sin recursos a causa de sus continuas guerras. Durante mucho tiempo, sin embargo, los etolios, juntamente con los acarnanios, se mantuvieron firmes no sólo frente a los macedonios y otros griegos, sino también, finalmente, frente a los romanos, luchando por su autonomía”.
Estrabón X, 2, 23

jueves, 29 de noviembre de 2012

ZIGOS


Poblaciones asiáticas, del Ponto Euxino, vecinos de los heníocos, y que se dedicaban a la piratería.

“Después del territorio síndico y de Gorgipia, siguiendo por el mar, viene la costa de los aqueos, de los zigos y de los heníocos, casi toda ella carente de puertos y montañosa, pues forma parte del Cáucaso. Viven de la piratería en el mar y tienen barcas pequeñas, ligeras y estrechas, que sólo admiten veinticinco hombres y rara vez son capaces de acoger a treinta en total”
Estrabón XI, 2. 12

miércoles, 17 de octubre de 2012

CANINEFATES



Pueblo de la Germania, aliados de los romanos y asentados en la desembocadura del Rhin, en el extremo septentrional de la isla de los bátavos.

Los caninefates aparecen frecuentemente mencionados durante la revuelta del bátavo Civilis, luchando en el bando romano. Normalmente formaban una de las alas de caballería del ejército romano.

"Entretanto, habiendo descubierto un vado, manda que el ala de los caninefates y la infantería germana que militaba en nuestras filas rodeen por la espalda a nuestro enemigo".
Tácito. Anales. IV, 73.

A pesar de la alianza, a veces se producían deserciones. Ganasco, fue un caninefate que desertó del ejército romano, y liderando a un numeroso grupo de caucos, otro pueblo germano, se lanzó al pillaje en las tierras de Germania Inferior y luego cometió actos de piratería sobre las costas de la Galia. No obstante, fue rápidamente derrotado por Corbulón. 

"Por el mismo tiempo, los caucos, libres de disensiones internas y exultantes por la muerte de Sanquinio, mientras llegaba Corbulón realizaron incursiones en la Germania Inferior al mando de Ganasco, un caninefate que había militado entre nuestros auxiliares y después había desertado; convertido en pirata, con naves ligeras devastaba sobre todo el litoral de la Galia, sabedor de que eran pueblos ricos y poco belicosos"
Tácito. Anales. XI,18.

miércoles, 25 de abril de 2012

LIBURNIOS, PIRATAS DEL ADRIÁTICO





Embarcados en pequeñas y rápidas naves, los liburnios, una de las más belicosas tribus ilirias, se lanzaban en peligrosas incursiones de piratería por el mar Adriático y sus islas. Practicaron la piratería y el corso en sus luchas contra Roma.

Nuestro sempiterno Apiano escribe sobre los liburnios: "Los liburnios ejercieron la piratería por el mar Adriático y sus islas con sus naves rapidas y livianas. Por este motivo los romanos todavía hoy dan el nombre de liburnias a sus birremes rápidas y livianas". 

Los liburnios vivían en la región costera de Iliria, entre San Jorge y el Kesla, ocupando también las pequeñas islas adyacentes. Ocuparían más o menos el norte de la Dalmacia.

La nación de los liburnos linda con el Arsia y llega hasta el río Ticio.
Plinio el Viejo. HN III, 21.

Confín de Liburnia y principio de Dalmacia es Escardona, en el mencionado río, a doce mil pasos del mar.
Plinio el Viejo. HN. III, 22

En tiempos de Plinio, Liburnia llegaba hasta Escardona, hoy Skardin, a orillas del río Ticio (Krka), frontera con Dalmacia.

Este pueblo de raza iliria ha sido considerado como véneto-ilírico, lo cual puede significar simpemente que eran vecinos fronterizos de los vénetos, o que los liburnios surgen como fruto de la fusión de dos poblamientos diferentes; uno véneto y el otro ilírico.

Desde muy antiguo los liburnios destacaron como buenos navegantes y salvajes piratas, como la mayoría de los ilirios. Sus incursiones causaban daño a los romanos, y en el transcurso de las Guerras Ilíricas, se sometiron momentáneamente hacia la mitad del siglo II a.C.

A partir del año 9 d.C. la Liburnia y la Dalmacia constituyen una provincia romana. 

Parte de ella (la nación de los liburnos) fueron los mentores, himanos, enquéleas, bunos y los que Calímaco llama peucecios
Plinio NH, III, 21

Se trataba de muy buenos navegantes y por tanto de comerciantes. Aunque sus actos de piratería lo podemos ver desde la vertiente bélica pero también como una actividad económica más, tal como sucedía con el bandidaje lusitano. Jader o Yáder, la actual Zara, era su principal plaza comercial.       

En palabras de Laviosa: "Según el Pseudo-Scilax, en Liburnia mandaban las mujeres". En este caso las mujeres podían acceder al trono. Recordamos aquí a la reina pirata Teuta.  
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