Mañana del 3 de Mayo, primavera,
que tiene todo para ser verano. Caminamos hacia las afueras de Vera,
dirección Garrucha, entre pequeños cortijos, sembrados y
matorrales, algunos cañaverales y terreno yermo. En postes y cables,
apostadas las aves, para las que pasamos totalmente desapercibidos.
Aunque la foto no es de gran
calidad, podemos apreciar la figura de un cernícalo (Falco tinnunculus), una de las
rapaces más abundantes de estas tierras.
El poeta sevillano Gustavo Adolfo
Bécquer dedicó un célebre poema a las golondrinas (Hirundo rustica).
La palmera es una de las plantas
que mejor se adapta a la aridez del entorno mediterráneo.
El Mirlo (Turdus merula) es un ave habitual en
todo el territorio ibérico, del Norte al Sur, y del Este al Oeste.
Este gorrión (Passer domesticus) parece poner toda
su pasión en este canto.
Las palomas (Columbia livia) llevan centurias
conviviendo con los seres humanos.
Los abejarucos (Merops apiaster) han cambiado el
Sol del África Tropical por el Sol de la provincia de Almería.
Y en el vértice, una tórtola (Streptopelia decaocto).
Esta otra Tórtola encuentra su
torreón en este esbelto ciprés.
Funambulista.
La urraca común (Pica pica) es la más elegante de
los córvidos.
Algunos tramos se convirtieron en
obstáculos, fácilmente superables.
Paloma y urraca charlan
amigablemente a la hora del aperitivo.
Las hay que prefieren escobas en
lugar de alas.
Abandonando el entorno urbano es
frecuente encontrar gatos, perros, caballos . . .
El Verderón Común (Chloris chloris) juega a mimetizar
sus colores con la vegetación
¿Una hembra de verderón? Los rayos
cegadores del Sol impiden la identificación de ciertos pajarillos
que buscan cobijo entre las ramas.
Este pájaro si que es una
auténtica incógnita para mí.
Un arco iris de flores llena de
color el entorno.
Una suave, casi invisible,
neblina hizo una tímida aparición en el horizonte montañoso.
A pesar de su tamaño, el alcaudón real (Lanius meridionalis) es un depredador voraz, capaz de capturar presas muy diferentes.
Al fondo, Sierra Cabrera y un
pueblo de casas blancas y calles empinadas, Mojácar.
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