Paul Simon supo ver la
potencialidad de la música africana, en el ya lejano 1986, se saltó
el apartheid imperante en Sudáfrica y se encerró con músicos y
cantantes locales en un estudio para grabar uno de los discos más
influyentes de todos los tiempos "Graceland" . . .
consiguiendo una obra maestra de la música, del mestizaje cultural
(clave para el enriquecimiento de las sociedades) y demostrando que
la música y las palabras son lal mejor arma para vencer a la
intolerancia de cualquier tipo.
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