Con la Primera Dinastía se
inicia la Historia del Egipto faraónico. Los reyes de esta dinastía
(3065 – 2890), estaban llamando a la puerte de la Historia escrita,
procedían de Tinis y establecieron su lugar de residencia en Menfis.
Tinis y Menfis fueron sus dos capitales, con sus respectivas
necrópolis de Abidos y Saqqara.
Las listas de Manetón atribuyen
al enigmático Menes la fundación de la ciudad de Menfis y también
de la construcción del principal templo de la urbe. Este rey Menes
es posible identificarlo con Aha, el sucesor de Narmer y fundador de
la Dinastía I. Los documentos coetáneos informan de las campañas
militares que este Aha emprendió contra nubios y libios, así como
sus relaciones comerciales con Palestina.
El hijo de Aha, Dyer, reforzó el
Estado en el Norte creando el palacio de Menfis. La Piedra de Palermo
informa de su victoria sobre los asiáticos en el años 23 de su
reinado. El tercer faraón fue Uadyi y sabemos que contrajo
matrimonio con una princesa del Delta. Tealizó una expedición al
Desierto Oriental, probablemente con propósitos comerciales, y tal
vez para explotar sus minas.
La fundacion de Menfis por Aha
y la de su palacio real por alguno de sus sucesores, tal vez Dyer,
muestra en todo caso la voluntad de los primeros reyes tinitas de
aproximarse al norte y de integrarlo no solo por derecho de conquista
al nuevo Estado: a este respecto puede alegarse la politica
matrimonial de los reyes de la Dinastia I, emparentados con diversas
princesas del Delta a juzgar por su onomastica.
Josep
Padró
Historia
del Egipto Faraónico
Cuando murió el rey Uadyi, su
hijo Den era aún menor de edad y fue su viuda Merneit la que
desempeñó la regencia. Su nombre no aparece en las listas de
Manetón, pero sí en los documentos contemporáneos. Den dirigió
campañas contra los beduinos del Sinaí y celebró la ceremonia Heb
Sed el año treinta de su reinado, un momento que coincidió con una
importante crecida del Nilo hasta ocho codos. A partir del reinado de
Den se incorporaría al protocolo real el título de Rey del Alto y
del Bajo Egipto.
A finales de la dinastía (como
ocurre con los finales confusos de otras) se produjeron problemas que
son poco conocidos. Andyib, hijo de Den, fue sucedido por Semerjet.
Éste último, vinculado a los tradicionalistas del Sur, borraría el
nombre de Andyib de las vasijas de piedra. Fue considerado un
usurpador y su nombre se omitió en la lista real de Saqqara. Su
sucesor, Qa, último rey de la I Dinastía, ligado a la tradición
religiosa heliopolitana del Norte, consideró a Semejert un hereje y
se propuso eliminar su recuerdo, borrando su nombre allá donde
hubiese sido inscrito.
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