Los historiadores (como cualquier
científico) necesitamos organizar y clasificar el objeto de nuestro
estudio para facilitar su comprensión, de esta forma el desarrollo
de la Revolución Francesa lo podemos dividir en tres grandes fases
(someteidas todas ellas a revisiones y debates).
A. La Monarquía Constitucional
(1789 – 1792).
La Monarquía Constitucional
(inspirada en el Parlamentarimo Inglés) fue impulsada por la
burguesía moderada, que aspiraba a abolir el Antiguo Régimen,
elegir un parlamento por sufragio censitario y establecer una
constitución (liberal moderado).
B. La República Social (1792 –
1795).
La burguesía más radical y
exaltada, empujada por las clases populares, proclamó la república
y emprendió una profunda transformación de la sociedad en sentido
democrático (sufragio universal masculino) e igualitario (leyes
sociales). En esta segunda etapa la Asamblea Nacional se transforma
en Convención, que aunaba poder legislativo e ejecutivo.
C. La República Conservadora
(1795 – 1799).
Ante la radicalización de la
revolución, la burguesía moderada tomó el poder e implantó de
nuevo un sistema basado en el liberalismo moderado, el Directorio.
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