Batea,
ciudad medieval en la comarca vinícola de la Terra Alta (provincia
de Tarragona). El elegante centro de Batea conserva porches, arcadas
y edificios del período medieval. El río Algar delimita el término
municipal con las tierras de Aragón. La Terra Alta, al SurOeste de
Cataluña y la frontera de Aragón es una región típicamente
mediterránea, característica principal de sus vinos.
La
Carrer Major es la vía principal del caso urbano. Porches y arcadas
del siglo XIV y una iglesia barroca. Los viñedos rodean la
localidad.
La
Celler Piñol elabora estupendos caldos a partir de la garnacha
blanca: Mather Teresina. Además te ofrece un maravilloso
alojamiento. Cuatro generaciones de bodegueros de la misma famila han
hecho posible unos vinos ecológicos de alta gama y proyección
internacional. La tradición vitivinícola en Cataluña es más
antigua que su propia historia. Desde la temprana llegada de fenicios
y griegos a sus costas, el vino es un elemento indispensable de la
cultura catalana y mediterránea (en general). Garnacha blanca es la
variedad más emblemática de Batea y prácticamente de toda la
comarca.
Un
paisaje que combina las agrestes Sierras y los Puertos con los llanos
de cultivo de antigua estirpe mediterránea (viñas, olivos y
almendros). Por aquí discurre el Camino del Ebro, que parte de la
desembocadura y remota el río por el Valle hasta Logroño, donde
enlaza con el Camino Francés (más conocido). Según la tradición
Santiago recorría estas rutas cuando se la apareció la Virgen sobre
el Pilar. El Camino del Ebro tiene una longitud aproximada de 400
kilómetros y sus principales hitos son: Delta del Ebro, Tortosa,
Gandesa, Batea, Caspe, Zaragoza, Alagón, Tudela, Calahorra y
finalmente Logroño.
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