El trono del principado de
Valaquia era, durante los siglos XIV y XV, un asiento ciertamente
inesteble. El voivoda Dan II pude dar fe de ello. Dan II era hijo de
Dan I y sobrino, por tanto, de Mircea I el Viejo, el auténtico
organizador del principado independiente de Valaquia.
Miercea el Viejo murió en 1418 y
fue sucedido por su hijo Mihail I, que apenas sobrevivió a su padre
un par de años. Es entonces cuando comienza una alternancia en el
trono entre Dan II y otro de los hijos de Mircea, Radu II el Calvo.
En apenas una década Dan II subió cinco veces al trono (1420, 1421,
1423, 1426 y 1427), y cuatro veces depuesto. Su habilidad en el campo
de batalla le permitió recuperar el poder cada vez que Radu II, con
ayuda de los otomanos, lograba arrebatárselo. Es bastante probable
que Dan II diese muerte en batalla a su rival Radu, poco antes de
convertirse en príncipe de Valaquia por quinta vez.
El infante Pedro de Portugal,
duque de Coimbra, hermano de Enrique el Navegante, y protagonista de
un largo periplo por Europa (recogido en la Historia del Infante Don
Pedro de Portugal, el qual anduvo las siete partidas del Mundo), se
reunió con Dan II, cuando ambos coincidieron en la corte de
Segismundo de Luxemburgo. Precisamente Dan II era un vasallo fiel y
leal del emperador, un buen guerrero capaz de contener a los turcos
en la siempre problemática Valaquia. En 1431 Dan II perdió la vida
y el trono guerreando contra un gran ejército otomano que había
invadido su país. Fue sucedido en el trono valaco por Alejandro
Aldea, protegido de otro gran señor del momento, Alejandro el Bueno
de Moldavia.
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