Allí donde termina la
Cuesta de la Sangre, situado en uno de los flancos de la puerta de
Santiago, construido en mampostería y sillería en época de
Alfonso XI, el Alcázar de Chaves el Viejo, formaba parte activa de
la muralla de Trujillo.
Luis Chaves el Viejo,
era un prohombre castellano, acérrimo defensor de los Reyes
Católicos, que se hospedaron en este edificio en sendas visitas a la
ciudad, acaecidas en los años 1477 y 1479. La esposa de Luis Chaves,
María de Sotomayor, era la hija del maestre de la Orden de Alcántara,
don Gutierre de Sotomayor.
Sus torres, muros, vanos
y ornamentos hacen del alcázar de Luis Chaves “el Viejo” uno de
los mejores ejemplos del gótico civil castellano.
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