Daneses, suecos, noruegos
e islandeses, hombres nacidos en las tierras del Norte, allá donde
los legendarios hiperbóreos tenían su morada, unas regiones que
vieron surgir a godos y germanos, la patria de Thor y de Odin, de
Loki y de las Walkyrias, la niebla y el bosque alimentan el alma
vikinga, la noche eterna en invierno y lluviosa en verano, alumbró
las sagas épicas de una gente que esparció sus semillas por Europa,
África y Asia, y que se atrevieron a ir a más allá, descubrir un
Nuevo Mundo, que tal como fue conocido, también fue olvidado.
Bravucones, pendencieros, alegres, valientes y aventureros, su alma
hechizada por sus propias historias, espesos bosques y sus animadas
praderas. Comerciantes, artesanos y navegantes. Mientras los magiares
arrasaban el centro de Europa, los vikingos saqueaban sus costas y
cualquier puerto que pudiesen alcanzar con sus barcos.
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