Centinela apostado en las
Puertas de Hierro, allí donde el Danubio separa a serbios y rumanos.
Bajo lasa entrañas de la fortificación pasa una desvencijada
carretera que discurre paralela al río. Por cierto, una de las
carreteras más bellas por las que he tenido el placer de conducir.
La fortaleza de Golubac
fue construida en el siglo XIV y cuenta con varias torres que
sobresalen de la estructura, una auténtica mole que nace de la roca
madre. Escenario habitual en la Edad Media de las luchas entre el
Reino de Hungría y el Imperio Otomano.
Además de controlar el
paso del río, facilitaba el cobro de impuestos. Si era necesario se
cortaba el tráfico fluvial uniendo la fortaleza a la orilla contraria
con una cadena de enormes eslabones.
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