Aunque a los urbanitas
sedentarios del siglo XXI nos parecen todas iguales, los húngaros
cuentan que sus yurtas tradicionales son diferentes a las más
famosas de los mongoles. Se trata de pequeñas variaciones en la
estructura de esta vivienda portátil.
En Opusztazser, un
impresionante museo al aire libre sobre la milenaria cultura magiar
podemos visitar una yurta del siglo X, como las que utilizaron los
ancestros de los húngaros. Los magiares, pueblo de jinetes
procedentes de Asia Central, encontraron en la llanura panónica un
hogar perfecto.
El patriarca se sienta en el centro de la vivienda, y a un lado se disponen los hombres y al
otro las mujeres.
Junto al asiento del
jefe destaca un pequeño altar pagano, y a la mano una botella para
la libaciones rituales.
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