La
sangre fenicia corre por las venas de los orgullosos cartagineses que
durante un tiempo, fueron dueños y señores del Mediterráneo
Occidental. Con los Bárquidas al frente ampliaron mercados y
fronteras, y las riquezas llenaban los almacenes de su capital. Mas
en la historia, nada dura para siempre, y los cartagineses chocaron
una, y otra vez, contra un poderoso enemigo. El Sol se pone en el
Imperio Cartaginés, y después del Crepúsculo, no volverá a ver
otro amanecer.
Las
paleta y los pinceles del pintor británico William Tuner imaginaron
el último día de vida de la ciudad de Cartago, antes de ser borrada
de la faz de la tierra por las legiones romanas. Ese Sol Poniente
simboliza la decadencia de Cartago.
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