Barba, hábito, pies descalzos y
crucifijo. La efigie de un monje fue esculpida en uno de los muros
exteriores de la Catedral de Santa María de Tui un precioso templo
del románico gallego. Para unos es una representación de San
Andrés, para otros es la viva imagen de un caballero templario.
Misterios de la escultura medieval.
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