Antonio Giustinian fue un veneciano muy vinculado a la historia de Albania medieval, pues pertenecía a una importante familia de comerciantes que operaba activamente en la región durante los años de dominio de la República veneciana. En origen, Antonio Giustinian era un oficial de aduanas en Scutari allá por 1419, en un ataque por sorpresa perpetrado en 1421 tomó el puesto de comercio otomano de Pirgo, situado en la desembocadura del río Seman en el sur de Albania, sin solicitar previamente permiso al gobernador de Durrës. Esta acción demostraba que Giustinian no tenía ningún reparo en actuar por su cuenta y riesgo. Es lo que tienen los territorios fronterizos, la estabilidad es demasiado débil (y arbitraria).
Aunque Venecia ordenó su devolución, los otomanos consideraron este acto como una transgresión del tratado de paz firmado por ambos estados, y envió un fuerte contingente al centro de Albania, de tal manera que a partir de septiembre comenzó a cundir el pánico por toda Durrës, ante la aciaga perspectiva de un ataque otomano.
Giustinian se casó con una dama de la nobleza veneciana, pertenciente a la familia Morosini, pero alrededor de 1423 la abandonó por una auténtica albanesa de pura cepa, Mara Thopia, la viuda de Balsha III, que además era la hija de Niketas Thopia. Esta relación enfureció a un pariente musulmán de la familia Balsha, Jukub Ostoja, que envió a un ejército contra Durrës en 1426. Nuevamente la histórica ciudad albanesa sufría por culpa de las decisiones de Giustinian.
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