Controvertido,
visionario, loco e iluminado. El faraón Amenofis IV (o Amenhotep IV)
recibió la revelación y el poder del dios Atón, omnipresente dios
solar, se bautizó como Akhenatón, e inició una auténtica
revolución. Despojó a los Sumos Sacerdotes de sus privilegios,
cerró templos, envió al ostracismo al resto de los dioses y
emprendió la construcción de una utopía centrada en Amarna. Faraón
cismático, contrajo matrimonio con la bella Nefertiti, trató de
romper con milenios de politeísmo (sin que hoy día tengamos muy
claros los motivos), bajo su reinado se desarrolló una forma
original y novedosa de concebir el arte. Todo fue una ilusión que
acabó cuando murió su soñador. Los faraones que le sucedieron
trataron de borrar todo recuerdo de Akhenatón y su obra.
Pequeños cuentos centroeuropeos
Hace 40 minutos
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