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lunes, 11 de octubre de 2021

EL ARTE EN MESOPOTAMIA.

 


Mesopotamia es una extensa región histórica comprendida entre los ríos Tigris y Éufrates. En estas tierras surgieron algunas de las primeras civilizaciones de la historia. A lo largo de tres milenios se fueron desarrollando diferentes culturas, cada una de ellas con sus propias manifestaciones artísticas.


1. ARTE SUMERIO.

Los sumerios organizaron algunas de las primeras ciudades-estado de la historia, gobernadas por reyes-sacerdotes que recibían el nombre de Patesi. Aunque de su templos, tumbas y palacios únicamente se conservan unas pocas ruinas, las construcciones sumerias establecieron los principios arquitectónicos que repitieron las culturas que les sucedieron.


Los sumerios desarrollaron una arquitectura adaptada al medio y a la climatología. Ante la escasez de piedra y madera, utilizaban las arcillas de la zona, bien en forma de adobe (barro secado al sol) o bien en forma de ladrillo (barro cocido en el interior de un horno). Para aislar esos edificios de la humedad y las inundaciones provocadas por los ríos Tigris y Éufrates los elevaban sobre terrazas y plataformas. La gran creación de la arquitectura sumeria fue el zigurat.


El Zigurat. Se trata de un templo escalonado, donde se realizaban sacrificios a los astros y que también funcionaba como observatorio astronómico desde el que estudiar los astros del firmamento. Consiste en una gran torre de abobe, recubierta con ladrillos esmaltados. Podía alcanzar hasta siete terrazas, cuyo tamaño va disminuyendo hacia el cúspide. En la terraza más alta se construía un pequeño templo o capilla.



Además de sus funciones prácticas (observación del firmamento) y culturales (ritos y celebraciones), otro sentido simbólico tenían estas torres escalonadas: el de que la divinidad, desde el firmamento, descendiera a la Tierra. Así, como si de una gran escalinata se tratase, los dioses quedaban invitados por los hombres para bajar solemnemente a ellos y, una vez en el país, permaneciesen alojados en el templo que se levantaba al pie del zigurat. Sería, pues, auténticos puertos de arribo que los “seres superiores” utilizarían en el momento de su llegada a la Tierra: lugares sagrados, por tanto, los cuales, en espera de tal evento, eran utilizados como observatorios, templos y sedes de los sacerdotes.

Fernando de Olaguer-Feliú.

El arte del Próximo Oriente


Los sumerios desarrollaron también una interesante producción escultórica, entre la que destacan las estelas, esculturas de bulto redondo, estandartes y objetos de joyería.


♠ Estelas. Grandes relieves con hechos históricos esculpidos a modo de monumentos al aire libre. Suelen tener forma rectangular redondeados en la parte superior y divididos en bandas.



La estela de los buitres narra una campaña bélica entre las ciudades sumerias de Umma y Lagash.

♠ Esculturas de bulto redondo. Estas esculturas presentan cabezas calvas y redondeadas, y visten un manto o falda, generalmente de lana, imagen típica de la nobleza sumeria. Sedentes o de pie, tienen siempre la misma postura, brazos cruzados sobre el pecho y mirada fija al frente. Algunas de ellas fueron exvotos de pequeño tamaño que se ofrecían a los dioses en los templos.

Patesi Gudea de Lagash.

Orante sumerio. 

Destacan las dedicadas al Patesi Gudea, esculpidas en rocas volcánicas como la diorita azul. El personaje muestra las manos juntas en actitud de oración, viste túnica hasta los pies que deja descubierto un hombro y va tocado con un turbante ceremonial. En sus túnicas suelen llevar inscripciones.




♠ El conocido Estandarte de Ur es la pieza cumbre del arte sumerio, una caja elaborada con una gran riqueza decorativa. Las figuras del estandarte, de concha y nácar, fueron adheridas a un fondo de lapislázuli con una pasta. En una cara, el patesi y sus cortesanos festejan la paz; en la otra, un ejército de carros y varios prisioneros simbolizan la guerra.



♠ Entre los objetos de joyería sumerios destaca el tocado de la reina Subad hallado en la tumba de una mujer, tal vez una reina, una dama de la nobleza o una suma sacerdotisa. Collares, grandes pendientes en sus orejas y un espectacular tocado de hojas y flores de oro sobre la cabeza.


2. ARTE ACADIO.

El rey acadio Sargón fue el fundador del primer imperio de la historia después de conquistar un considerable número de ciudades sumerias. La cultura acadia menos avanzada que la sumeria, tomó las pautas arquitectónicas: el material, los muros, las terrazas, los cubrimientos de mosaicos y el empleo de la bóveda. De sus edificios también se conservan únicamente ruinas.



En la escultura acadia tienen gran importancia los relieves que exaltan a sus reyes y sus hazañas bélicas. La Estela de Naram-Sim conmemora el triunfo de este rey sobre sus enemigos. El monarca es representado con un gran casco y múltiples armas, y asciende hasta una alta cumbre seguido de sus soldados.


3. ARTE BABILONIO.

Los babilonios, procedentes del oeste de Mesopotamia, dominaron la región durante dos etapas diferentes, separadas en el tiempo por el dominio del Imperio Asirio.


Los babilonios desarrollaron el palacio-ciudad, una enorme construcción que albergaba la residencia real, zonas para la administración, cuarteles, talleres e incluso, escuelas. Todos los edificios que formaban este complejo se distribuían en torno a amplios patios constituyendo así un palacio abierto y con vida, como una ciudad.



De la primera época del dominio babilonio se conserva el Código de Hammurabi, una de las primeras recopilaciones de leyes de la historia. Se trata de un monolito de basalto de 2.25 metros donde se inscriben las leyes, rematado por un relieve donde se ve al rey Hammurabi recibir las instrucciones para redactar el código del dios Shamash.


Las grandes creaciones artísticas del arte babilónico corresponde a la segunda época y se centran, casi exclusivamente, en su capital, la ciudad de Babilonia que fue reconstruida y ampliada. En ese sentido vamos a centrarnos en dos obras de arte universales, la Puerta de Ishtar y los jardines colgantes.



La Puerta de Isthar era el principal acceso a la ciudad de Babilonia. Construida con dos torreones flanqueando un arco de medio punto, se recubrió de ladrillos esmaltados y moldeados con figuras de animales sagrados. Fue descubierta en 1898 por unos arqueólogos alemanes que la trasladaron al Museo del Altar de Pérgamo en Berlín.


Decorada con animales de colores brillantes sobre un fondo azul vidriado, la Puerta de Ishtar fue levantada a comienzos del siglo VI a.C por Nabucodonosor II al norte de la espléndida ciudad de Babilonia, cuyas ruinas están situadas a unos cien kilómetros al sur de Bagdad. Estaba consagrada a Ishtar, la diosa babilónica del amor y la guerra, y daba acceso al templo de Marduk, el señor de los dioses, a través de una avenida procesional decorada con relieves de leones y dragones, símbolos de Ishtar y Marduk.

A comienzos del siglo XX, un equipo arqueológico alemán, dirigido por Robert Koldewey, excavó la Puerta de Ishtar y trasladó sus miles de fragmentos a Berlín, donde fue reconstruida meticulosamente. En realidad se trata de una puerta doble, pero la parte posterior, mucho más grande, aún permanece almacenada en el museo ante la falta de espacio para ser expuesta. Como ocurre con Grecia y el Partenón, Irak sigue reclamando esta maravilla de la antigua Babilonia.

La Puerta de Ishtar, una maravilla de la antigua Babilonia,

en www.nationalgeographic.com.es



Los Jardines Colgantes de Babilonia eran una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, pero de ellos tan solo queda el recuerdo y algunas descripciones realizadas por los griegos. Los jardines fueron mandados construir por el rey Nabuconodosor II para su esposa. Se trataba de un amplio complejo de terrazas y construcciones escalonadas sobre las que se plantaron todo tipo de árboles exóticos configurando un enorme jardín que recreaba la tierra natal de la esposa del rey.



4. ARTE ASIRIO.

El pueblo asirio utilizó la guerra y la conquista militar para forjar un gran imperio territorial. Sus reyes guerreros, los grandes palacios y las esculturas de rasgos zoomorfos fueron los principales protagonistas de su arte.


La ciudad de Khorsabad es la obra arquitectónica más importante que levantaron los asirios. Rodeada de murallas daba una imagen de fortaleza y poder. Su interior estaba dividido en tres partes, una para el pueblo, la intermedia para el ejército y la superior para el palacio real.




Los relieves de Khorsabab se pueden contemplar en el Museo de Louvre Palacio de Korsabab en Louvre 

Las esculturas asirias más genuinas son los toros alados con cabeza humana, que flanqueaban las puertas del salón del trono y que simbolizaban a los genios guardianes del palacio. Las alas significaban la velocidad del ave en vuelo, el cuerpo el símbolo de su fortaleza, mientras que la cabeza humana representa la inteligencia.



Por otro lado destacan los relieves del palacio del rey Assurbanipal en Nínive, que muestran escenas de casas. El más célebre de esos relieves es la Leona Herida.


5. ARTE PERSA.

En la meseta de Irán se desarrolló la cultura persa, que terminaría creando un gran imperio que llegó a extenderse por Mesopotamia y Egipto. Las manifestaciones artísticas persas exhibían todo el esplendor del Imperio, de sus emperadores y de sus ejércitos. Todas estas magníficas obras se concentran en el palacio, hogar del emperador y de la corte, lugar de celebración de grandes fiestas y principal centro político del imperio.

Ruinas de Persépolis.

El palacio persa se levantaba sobre un podio y las estancias se cubrían con bóvedas que simbolizaban que el emperador se elevaba sobre el resto de sus súbditos y sobre él solo estaba el cielo. El materia elegido era la piedra, el más rico y resistente. En el exterior un gran jardín recordaba la bonanza y riqueza natural del monarca.



Los palacios persas contaban con una apadana, un gran salón de audiencias con enormes columnas entre las que se colgaban grandes tapices, que cambiaban la distribución de las estancias según las necesidades.





En el palacio de Susa se construyeron capiteles de mármol con todos arrodillados que medían casi seis metros.




También en Susa se hallaba el friso de los diez mil arqueros reales, los Inmortales, de relieves esmaltados sobre ladrillo.

domingo, 23 de junio de 2019

SEMITAS.



El término semita fue utilizado por primera vez a finales del siglo XVIII para referirse a aquellos pueblos citados en la Biblia, descendientes de Sem, hijo mayor del patriarca Noe. El término fue acuñado en 1781 por el filólogo alemán August Ludwig von Schlözer, pare hablar de un tipo de lengua encuadrada dentro de las lenguas orientales.

También le nacieron hijos a Sem, padre de todos los hijos de Heber, y hermano mayor de Jafet. Los hijos de Sem: Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram. Los hijos de Aram: Uz, Hul, Geter y Mas. Arfaxad engendró a Sala, y Sala engendró a Heber. Y a Heber le nacieron dos hijos: el nombre de uno fue Peleg , porque en sus días fue repartida la tierra, y el nombre de su hermano, Joctán. Joctán engendró a Almodad, a Selef, a Hazar-mavet, a Jera,a Adoram, a Uzal, a Dicla, a Obal, a Abimael, a Seba, a Ofir, a Havila y a Jobab; todos estos fueron hijos de Joctán. Y su territorio se extendía desde Mesa rumbo a Sefar, la región montañosa del oriente.Estos son los hijos de Sem, según sus familias, según sus lenguas, por sus tierras, conforme a sus naciones. Estas son las familias de los hijos de Noé según sus genealogías, por sus naciones; y de ellos se propagaron las naciones sobre la tierra después del diluvio.(Génesis 10, 21 -32)

Desde ese momento, el concepto semita hace referencia a los pueblos de lengua semítica, como los habitantes de Aram, Asiria, Babilonia, Canaán y Fenicia. En la actualidad los hablantes semíticos serían los árabes y los judios (particularmente los habitantes de Israel). Se trata de un término únicamente lingüístico y la tendencia a extender su uso a denominaciones étnicas o raciales, carece de cualquier tipo de base científica.


Pueblos con lengua semita fueron amorreos, caldeos, acadios, asirios, babilonios, fenicios, hebreos y árabes. Se trata de uno de los grupos de pueblos más activos que irrumpen en Mesopotamia consiguiendo desplazar, por ejemplo, al elemento sumerio.

A los pueblos semitas se les ha atribuido la invención del alfabeto, además, las tres grandes religiones monoteístas (Judaísmo, Cristianismo e Islam) surgieron y se desarrollaron entre ellos.

Historiadores y arqueólogos (también lingüístas) trabajan con el objetivo de descubrir la patria (o patrias) original de este conjunto de pueblos. Las pruebas arqueológicas indican que los pueblos de lengua semítica se dispersaron a través de Mesopotamia antes del establecimiento de su cultura urbana. La zona de procedencia podría ser el África Subsahariana, Arabia o el propio sur de Mesopotamia. En la actualidad parece que se impone Arabia como foco original. Desde esta zona empezaron a expandirse en sucesivas oleadas.

Eran pueblos nómadas, diferentes entre sí, aunque muchos de ellos llevarán una vida seminómada, de amplia difusión territorial, y todo esto impidió su coexión política. Abandonaron Arabia para internarse en oleadas por la región del Creciente Fértil, a partir del 3000 a.C., una crucial franja de tierra que se extiende de Mesopomia a Egipto, pasando por las costas del Mediterráneo Oriental.



viernes, 24 de mayo de 2019

MESOPOTAMIA, EL ELEMENTO HUMANO; SEMITAS E INDOEUROPEOS.



Dos grandes grupos humanos se van a expandir por el Viejo Mundo durante la Antigüedad, nos referimos a los semitas y a los indoeuropeos. Es necesario aclarar, antes de continuar, que los diferentes componentes de estas dos entidades, únicamente tienen en común, el utilizar lenguas que tienen un mismo origen, de ninguna manera se trata de grupos raciales homogéneos. Junto a ellos vemos otros pueblos como los sumerios o los egipcios, que no pertenecían a ninguna de estas grandes familias lingüísticas.

Los semitas reciben el nombre por considerarse descendientes de Sem, el hijo mayor del patriarca Noe, pueblos nómadas de pastores, que a partir del año 3000 a.C. abandonan su tierra natal, la península arábiga, y en sucesivas oleadas se van a dispersar por todo el Próximo Oriente, desde Mesopotamia hasta Egipto pasando por la costa sirio-palestina, dirigiéndose a áreas de civilizaciones que ya estaban sedentarizadas, que disfrutaban de mejores condiciones de vida, y habían establecido una cultura urbana.

La cantidad de grupos diferentes, acadios, asirios, arameos, fenicios, hebreos y árabes, y su gran difusión espacial, imposibilitó su cohesión política (ni cultural). Las tres grandes religiones monoteístas, Judaísmo, Cristianismo e Islam, se desarrollaron entre los semitas.

Los indoeuropeos son los pueblos descendientes de un tronco lingüístico común que desde su lugar de origen se van a expandir desde la India hasta Irlanda; Asia Occidental, Norte de Mesopotamia, Irán, Europa Occidental, Balcanes, el Egeo, el Báltico y el Atlántico Norte.

La estepas del sur de Rusia parecen ser la patria originaria de los indoeuropeos, a los que únicamente podemos unificar por la lengua: tocarios, hititas, eslavos, celtas, latinos, griegos. Entre el 2000 y el 1500 a.C. se expanden en sucesivas oleadas desde su lugar de origen. En su largo peregrinar por el Viejo Mundo van a recibir diferentes influencias culturales, tantas que en ocasiones es muy complicado vincular a este conjunto de pueblo.

Estamos ante grupos de jinetes guerreros, que usaban carros, se dedicaban a la ganadería nómada y su unían en tribus por medio de lazos de sangre. Para Max Weber, una aristocracia de jinetes. A los indoeuropeos se les atribuye una concepción tripartida de la sociedad , estudiada en su momento por Dumezil, en virtud de la cual, cada grupo se encargaría de una función:

La primera función era la soberanía y el control religioso y estaba en manos de los sacerdotes, la segunda función era la bélica y protectora, y estaba en manos de los guerreros, y la tercer función era la producción, y era desempeñada por pastores, agricultores y artesanos.

viernes, 5 de octubre de 2018

ASIRIOS, TERROR DE ORIENTE.



Una poderosa maquinaria bélica al servicio de un estado que concebía su existencia como una guerra continua. Tres fueron los momentos en que Asiria dominaron el Próximo Oriente.

Imperio Antiguo (2000 – 1752 a.C.)
Shamshi Adad I fue el artífice del primer Imperio Asirio, un triunfo efímero, pues poco después cayó en manos de estados más fuertes y poderosos.

Imperio Medio Asirio (1400 – 1069 a.C.)
Assur-Ubalit I se sacudió el yugo mitannio, pero serán sus sucesores los que engrandezan el poder asirio: Adad-Ninari, Salamanasar I y especialmente Tukulti-Ninurta I. 

Imperio Neo Asirio (1000 – 629 a.C.)
Tiglat-Pileset III y Salmanasar III devolvieron a Asiria su hegemonía perdida y con Assurbanipal, hombre de cultura y gran mecenas, Asiria alcanzó su apogeo, antes de caer ante Babilonia y los medos.


El Imperio Asirio consiguió unificar, y también aterrorizar, todo el Creciente Fértil, gracias a tres elementos integradores: una religión oficial, un duro código de justicia y un poderoso ejército.

El rey era la cabeza visible de una gran administración y burocracia de un territorio vasto dividido en provincias con un gobernador al frente. Además de valientes soldados, el estado asirio contaba con un numeroso ejército de funcionarios. 

En la cúspide de la pirámide social se encontraba el rey, y también tenía gran importancia el harén real. La clase principal, un grupo cerrado, estaba formada por los altos funcionarios y una aristocracia militar, hombres libres que poseían tierras, hombres libres sin tierra (formaban la infantería) que eran campesinos y artesanos, y los esclavos. La sociedad asiria desarrolló una economía esencialmente basada en la agricultura y en el lucrativo comercio de objetos de lujo.

Terror de Oriente. Una importante infantería, una desarrollada caballería de jinetes y carros de guerra, empalamientos, técnicas de asedio, deportaciones masivas, guerra psicológica, operaciones preventivas, los asirios hicieron de la guerra un arte y sembraron el terror durante siglos en las calurosas tierras de Mesopotamia. 


Assur, su primera capital, fue además un importante centro comercial en sus orígenes, situada en un elevado promontorio a la orilla del río Tigris, circunstancia que le otorgaba una ventaja estratégica. A lo largo de su historia tuvo otras capitales como Nínive y Nimrud. 


El Harén Real estaba organizado por leyes y llegó a tener gran protagonismo político. Los reinas, concubinas y eunucos del harén intrigaban constantemente por hacerse con parcelas de poder e influencia en el rey, principal autoridad del Imperio.

La religión del pueblo no presenta grandes diferencias con la babilónica, pero la oficial si que ofrece aspectos distintos. Assur, deidad principal y dios por excelencia de los asirios, al que se le unen Samash, divinización del sol, y dioses de influencia babilónica como el propio Marduk.


miércoles, 11 de julio de 2018

EL MEDIO FÍSICO DEL PRÓXIMO ORIENTE.




La unidad del territorio estriba el encontrarse atravesado por el Tigris y el Éufrates, así como el tratarse de un espacio no excesivamente amplio, unos 2000 Km2. Entre estas regiones existen unas determinadas vías naturales de comunicación, por la que existe un continuo fluir de diferentes culturas. La variedad geográfica viene determinada por la existencia de territorios de marcada personalidad: la península de Anatolia, la cuenca fluvial del Tigris y el Éufrates hasta su desembocadura en el golfo Pérsico, la meseta de Irán, la franja litoral mediterránea y los desiertos de Lut y de Arabia.

En principio los condicionantes climáticos del Próximo Oriente parece ser que no favorecen el asentamiento humano, aunque a pesar de esto, es aquí donde encontramos el origen de la civilización. A pesar de esta realidad física, existen zonas dentro de este medio, predominantemente árido, que sí favorecen la aparición de las primeras civilizaciones; la variedad climática, un relieve diverso y la distribución de la red fluvial y la materia prima.


Dentro de esta amplia región coexisten climas muy diferentes entre sí. Un clima mediterráneo en la costa sirio-palestina, clima de alta montaña en los montes Zagros, en Armenía y en los montes de Anatolia, un clima desértico en los desiertos Arábigo y Lut.

La variedad de relieve la podemos constatar entre el monte Ararat, con unos 5.000 metros, y otros lugares deprimidos con 350 metros bajo el nivel del mar, en la zona del mar Muerto, (se trata de la depresión más profunda de la superficie terrestre).


Zonas densamente pobladas, ribera del Tigris y el Éufrates, y zonas menos pobladas, los desiertos y las altas montañas. Se produce un bagaje cultural que va desde las zonas pobladas a las zonas despobladas, y un trasvase de materia prima de las zonas despobladas a las zonas pobladas.

Los condicionantes del medio físico mesopotámico son Tierra, Agua y Trabajo Humano (capacidad de construir infraestructuras y control sobre la tierra y el agua). Esto va da lugar a la formación de sociedades, primero urbanas, más tarde estatales e incluso algunas imperiales, todo ello debido al control del agua.

Las sociedades potámicas no son exclusivas de Mesopotamia, las encontramos también en Egipto, a lo largo del río Nilo, en la India a lo largo del Indo, y en China a orillas del río Huang-Ho (río Amarillo). Gracias al control sobre un recurso, en este caso el agua, se producen los asentamientos en las ciudades, nos referimos a la llamada Revolución Urbana.

La primera tarea del hombre en esta zona fue la de controlar las aguas del Tigris y el Éufrates. Aunque llovía poco en Mesopotamia, los ríos se desbordaban – tenían crecidas – periódicamente, haciendo patanos de la tierra circundante. El hombre desecaba la ciénaga e irrigaban los desiertos para disponer de mayor superficie de tierra para la agricultura y la ganadería.

Aprendiendo de sus propios errores, crearon toda una técnica de irrigación. Levantaron diques para contener las aguas y dirigirlas a través de un complejo de canales, presas y depósitos. Semejante esfuerzo exigía la contribución de una vasta mano de obra y el trabajo en común de tanta gente hizo posible la edificación de las ciudades.

Podemos imaginar lo que ocurrió; al dominar los ríos aumentó la tierra cultivable y con ella las cosechas; aunque no se utilizaba el dinero como medio de cambio, había alimentos de sobra que se podían permutar en otros pueblos por productos que necesitaran, como madera, metales, minerales y piedras preciosas, que no producían ellos mismos.


El desarrollo de la agricultura lleva consigo un excedente de la producción. Con lo que aumenta la población y el comercio. Para controlar el agua son necesarias obras de ingeniería (canales, diques…), lo que da la posibilidad de regadíos y la necesidad de protección. Se almacena el agua en diques y pantanos y posibilita una agricultura de regadío. El control y la administración del agua → nueva organización política → Estado: los grupos privilegiados asumen las tareas de protección.

Este espacio se caracteriza también por la escasez de materias primas imprescindibles que han de ir a buscar a otros lugares, por ejemplo:

  • en Anatolia obtienen metales: hierro y cobre (el cobre junto con el estaño son necesarios para hacer bronce, necesario para fabricar armas).
  • en la isla de Chipre extraían cobre
  • en las llanuras de Mesopotamia predominaban el agua y la tierra para la agricultura
  • de la zona del Sinaí obtenían diorita (el Código de Hammurabi está inscrito en una piedra de diorita)
  • la madera provenía de Siria, Líbano y zona occidental de los Zagros
  • del Cáucaso obtenían hierro y oro
  • en Nubia, al sur de Egipto, comerciaban con oro
  • el estaño lo obtenían de Irán y Afganistán

Para acceder al control de estas materias primas aparecen imperios con vocación netamente comercial. Los circuitos a través de los cuales se accedía a estos lugares fueron tres: Anatólico, Iránico y Sirio-Arábigo. Las ciudades mejor situadas estratégicamente en estos circuitos eran las más ricas.

El medio físico condiciona la cultura y la sociedad, pero no las determinan. En zonas de montaña existen pueblos nómadas (guti, lullubi…), que pueden dar al traste con grandes imperios por culpa de sus incursiones en los territorios de éstos. En las zonas de las riberas de los ríos aparecen grandes estados: Sumer, Babilonia, Asiria.



jueves, 29 de marzo de 2018

ADIABENOS.




Izata y Artaxares fueron reyes de los adiabenos, un pueblo seminómada que habitaba la zona norte de Asiria, citados por Flavio Josefo (La Guerra de los Judios) y por el emperador Augusto en su Res Gestae. En una campaña Septimio Severo los sometió junto a unas tribus árabes. 

viernes, 2 de febrero de 2018

EL REY QUE QUISO VIVIR SIEMPRE.



El tiempo, que fue nuestra partera, será nuestro verdugo. Ayer el tiempo
nos dio de mamar y mañana nos comerá.
Así es nomás, y bien lo sabemos.
¿Lo sabemos?
El primer libro nacido en el mundo cuenta las aventuras del rey Gilgamesh,
que se negó a morir.
Esta epopeya pasó de boca en boca, desde hace unos cinco mil años, y fue
escrita por los sumerios, los acadios, los babilonios y los asirios.
Gilgamesh, monarca de las orillas del Éufrates, era hijo de una diosa y de
un hombre. Voluntad divina, destino humano: de la diosa heredó el poder y la
belleza, y del hombre heredó la muerte.
Ser mortal no tuvo para él la menor importancia, hasta que Enkidu, su muy
amigo, llegó al último de sus días.
Gilgamesh y Enkidu habían compartido hazañas asombrosas. Juntos
habían entrado en el Bosque de los Cedros, morada de los dioses, y habían
vencido al gigante guardián, cuyo bramido hacía temblar las montañas. Y
juntos habían humillado al Toro Celeste, que con un solo bufido abría una fosa
donde caían cien hombres.
La muerte de Enkidu derrumbó a Gilgamesh, y lo aterró. Descubrió que su
valiente amigo era de barro, y que también él era de barro.
Y se lanzó al camino, en busca de la vida eterna. El perseguidor de la
inmortalidad vagó por estepas y desiertos,
atravesó la luz y la oscuridad,
navegó por los grandes ríos,
llegó hasta el jardín del paraíso,
fue servido por la tabernera enmascarada, la dueña de los secretos,
alcanzó el otro lado de la mar,
descubrió al barquero que sobrevivió al diluvio,
encontró la hierba que daba juventud a los viejos,
siguió la ruta de las estrellas del norte y la ruta de las estrellas del sur,
abrió la puerta por donde entra el sol y cerró la puerta por donde el sol se
va.
Y fue inmortal, hasta que murió.

ESPEJOS. Eduardo Galeano.

jueves, 24 de abril de 2014

REINA DE LA NOCHE



La sumeria Inanna, la Ishtar acadia, la Astarté de los fenicios o asirios, e identificada con la más conocida, Lilith de los judíos, existe al menos desde los siglos XIX - XVIII a.C. En la cultura popular, literaria y cinematográfica del siglo XX ha sido considerada como la Madre de todos los Vampiros.

La Reina de la Noche, señora de la oscuridad, triángulo femenino dador de vida, y como tal, también posee el derecho de poseerla y quitarla. Representa una antigua deidad mesopotámica, adorada en Uruk, diosa del amor sexual y también de la guerra. Originalmente estaba pintada de rojo, el más pasional de todos los colores.


"Yo soy divina, la señora del cielo, yo, ejerzo el señorío; a pequeños y grandes yo arrebato la vida, o les doy estabilidad.....Yo como luz del cielo estoy alta en el cielo"
(Presentación de Ishtar)

Diosa alada, divinidad de los infiernos, con garras de rapaz, se asocia al león y a la lechuza, se encarga de determinar el destino de los seres humanos (preferiblemente hombres y niños pequeños).

LA CACERÍA DE ASSURNASIRPAL II



El monarca asirio caza leones desde su carro, una actividad reservada a la realeza y que el soberano ejercía como un símbolo más de su omnipotencia. Desde los primeros tiempos de la Civilización Humana, la nobleza ha disfrutado practicando la caza, una actividad que además, los distinguía de las clases más populares. En este relieve del palacio de la ciudad asiria de Kalkhu (Nimrud), del siglo IX a.C. expuesto en el Museo Británico, un rey derriba a otro rey. 
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