Clarembaud fue arcediano de la
Catedral de Arrás, además de Teólogo, que concibió a Dios
(basándose en la obra de Aristóteles) como pura forma y puro acto.
En esto se entretenían los clérigos medievales.
Los mundos desaparecidos de Maël Ollivier-Henry
Hace 16 horas
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