Claude-Adrien Helvetius fue un
filósofo ilustrado para el que todas las actividades mentales se
reducen a percepciones. Si este principio se aplica a la ética, los
seres humanos deben rechazar todas las injusticias y miserias, ya que
ante ellas se produce una sensación desagradable. Por este motivo la
moral es de gran utilidad para la sociedad.
Helvetius escribió “Del
Espíritu”, una obra acorde a su tiempo, donde plantea que la vida
material se basa en la sensación y que la diversidad de espíritus
depende de los objetos en los que se dija la mente, según las
costumbres. Y como las costumbres nos vienen dadas por la sociedad en
que vivimos, al Estado corresponden mejorar a sus ciudadanos mediante
la educación.
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