La
torre del Dom, uno de los edificios más destacados del casco
histórico de Utrecht , presenta una curiosa particularidad; un brutal
tornado lo separó de la catedral.
En 1647 una tormenta azotó la
ciudad holandesa, derribando parte de la catedral, y su torre
campanario, construida entre 1321 y 1382, la más antigua y más alta
del país, quedó separada de la Catedral.
Enclavada en el centro
bullicioso de la ciudad, una tradición cuenta que en el mismo punto
donde se originó la misma, sus alrededores, poblados de bares y
cafeterías, son un continuo transitar de propios y extraños, que no
puedan dejar de maravillarse con la arquitectura del Dom.
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