Una
ciudad romana no es una auténtica ciudad si no tiene un anfiteatro
donde celebrar cruentos combates de gladiadores para regocijo de
habitantes y visitantes. Además eran un buen medio para realizar
campaña electoral, sufragadas por los candidatos a ocupar las
diferentes magistraturas. Tréveris , una de las más destacadas urbes
durante el Bajo Imperio, contaban con un anfiteatro, situado en las
cercanías de las Termas.
Fue
construido alrededor del año cien, aunque posteriormente fue
mejorado y ornamentado. Arquitectónicamente aprovecha la ladera de
una montaña. Para mi desgracia personal no llegué a tiempo para
poder visitarlo. Un largo paseo lo separa del precioso centro
histórico de la Tréveris medieval.
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