Los
antiguos magiares poseían una sistema de organización tribal y por
encima de los grupos tribales se situaba el Principado Doble, formado
por dos jefes; el kende y el gyula. El de kende era un título
honorífico, un auténtico príncipe sacro venerado, un líder
religioso cuyo símbolo era el Sol, pero sin ninguna influencia
política, al menos en vida. El kende, en caso de extrema necesidad o
en una situación crítica podía ser sacrificado para obtener el
favor de los dioses.
El
poder verdadero, el terrenal y político, estaba en manos del jefe
militar, el Gyula, una caudillo militar magiar, cuyo símbolo era la
Luna. La tercera persona ilustre entre la aristocracia húngar era el
horka, que ejercía las funciones de juez supremo.
“Y los
húngaros son un tipo de turcos. Su jefe cabalga con 20.000
guerreros. El nombre de su jefe: Kende. Pero éste es solamente
título nominal de su rey, puesto que al hombre que realmente les
domina como rey le llaman Gyula. Cada húngaro sigue las órdenes del
jefe llamado Gyula en cosas de guerra, defensa y otros asuntos.
Tienen carpas, cabalgan donde hay pasto en brote y vegetación
verde. Vayan donde vayan, viajan junto con todo su equipamiento y
almacén, con los acompañantes [del rey] y el trono, las carpas y
los animales.” (Ibn Rusta, siglo X.
A
la llegada de los magiares a la Gran Llanura, el príncipe sacro, el
kende, era Álmos , mientras que las funciones de gyula, eran
desempeñadas por Kurszán. Posiblemente, este mismo Kurszán, compartiese el mando con Arpad.
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