miércoles, 4 de noviembre de 2020

LA FORMACIÓN DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA Y SU EXPANSIÓN MUNDIAL (1474 – 1700).



Entre 1474 y 1700 se produce la unión dinástica entre Castilla y Aragón, la formación y expansión del Imperio Hispánico y su posterior decadencia, que culmina con la extinción de la Casa de Austria en España.


REYES CATÓLICOS. UNIÓN DINÁSTICA Y MONARQUÍA AUTORITARIA.

Con el reinado de los Reyes Católicos finaliza la Edad Media en la Península Ibérica, se establecen las bases del Estado Moderno y se desarrolla una política exterior que tendrá como culminación el Imperio Hispánico de Carlos V y Felipe II.


1. MATRIMONIO Y UNIÓN DINÁSTICA.

En 1469, en la ciudad de Valladolid (Palacio de los Vivero) se unieron en matrimonio Fernando, hijo del rey de Aragón Juan II, e Isabel, hermana de Enrique IV rey de Castilla. Este matrimonio significó la unión dinástica de ambos reinos y el nacimiento de un nuevo modelo de monarquía dual.



Si quieres conocer el lugar donde Isabel y Fernando se dieron el sí quiero pincha en el siguiente enlace https://herodotohistoriant.blogspot.com/2018/10/palacio-de-los-vivero.html


El camino de Isabel al trono de Castilla fue muy complicado. Vamos a empezar por el principio.

Juan II, rey de Castilla, tuvo dos esposas, María de Aragón e Isabel de Portugal. Con la primera esposa tuvo un hijo llamado Enrique, y con su segunda esposa una hija y un hijo, Isabel y Alfonso. A la muerte de Juan II, su hijo primogénito, Enrique, sube al trono de Castilla con el nombre de Enrique IV.


Enrique se casó con Juana de Avis, hermana del rey de Portugal Alfonso V (cómo veis no se calentaban mucho la cabeza con los nombres). De este matrimonio nació una niña llamada Juana. Las malas lenguas decían que Juana no era hija de Enrique, sino de un caballero de la corte llamado Beltrán de las Cuevas, y por ese motivo fue conocida como Juana la Beltraneja.


A la muerte de Enrique IV en 1974 se produce un conflicto por la sucesión entre su hija Juana y su hermana Isabel. Parte de la nobleza castella apoyaba a Juana y buscó ayuda en el rey de Portugal. Isabel, por su parte, era apoyada por la otra parte de la nobleza castellana, y por supuesto, por su esposo Fernando de Aragón.


Isabel fue coronada como reina de Castilla en la ciudad de Segovia http://herodotohistoriant.blogspot.com/2014/01/iglesia-de-san-miguel-de-segovia-y-la.html


El conflicto terminó desembocando en una guerra civil que duró cuatro años, y cuya victoria final fue para Isabel. De esta manera, en 1479 Isabel es reconocida como reina de Castilla (Isabel I). Ese mismo año, falleció Juan II de Aragón, y es coronado como nuevo rey de Aragón, Fernando, el esposo de Isabel.


Resumiendo, a partir de 1479 Isabel reina en Castilla y Fernando en Aragón. Los reinos no se unifican, pero en la práctica son gobernados de manera conjunta por ambos esposos. Los reinos conservan sus respectivas Cortes, leyes, moneda, medidas y fronteras.



2. LA EXPANSIÓN PENINSULAR.

Una vez asentados respectivamente en el trono de Castilla y en el trono de Aragón, Isabel y Fernando, que serán conocidos como los Reyes Católicos, iniciarán una serie de políticas encaminadas a lograr la unificación territorial de toda la península. Esas políticas tendrán tres áreas de actuación: Granada, Navarra y Portugal.



♠ Reino nazarí de Granada. Resuelta la Guerra Civil Castellana, Isabel dirigió sus intereses hacia el Reino de Granada, el último de los territorios musulmanes de la Península. Tras una década de guerra (1482 – 1492), el rey Boabdil, aceptó la rendición de la ciudad después de un largo asedio. De esta forma Granada quedó incorporada al reino de Castilla.


Antes de conquistar Granada los Reyes Católicos tuvieron que conquistar la provincia de Almería. Si te interesa saber más sobre la conquista de Vera pincha en el siguiente enlace http://herodotohistoriant.blogspot.com/2014/03/conquista-cristiana-de-vera.html


♠ Reino de Navarra. Desde hacia varios siglos Navarra mantuvo relaciones con Francia. En 1515, varios años después del fallecimiento de Isabel, el rey Fernando decidió la invasión de Navarra, alegando derechos hereditarios y como parte de la política contra Francia. De esta forma Navarra quedó incorporada a Castilla, pero conservó sus fueros, sus leyes y sus instituciones.


♠ Reino de Portugal. Para intentar la unión con el vecino reino de Portugal, se pusieron en marcha una serie de alianzas matrimoniales (que veremos con detenimiento más adelante), que daría sus frutos más tarde, cuando Felipe II (bisnieto de los Reyes Católicos) heredó la corona de Portugal.


3.LA POLÍTICA EXTERIOR.

Durante los siglos XIV y XV, Aragón se extendió por el mar Mediterráneo, mientras que Castilla, tenía sus objetivos en el Océano Atlántico. Durante el reinado de los Reyes Católicos continuó esta expansión.


3.1. DOMINIO DEL MEDITERRÁNEO.

Los Reyes Católicos aspiraban a convertir la monarquía en una potencia marítima. Para dominar el mar Mediterráneo era necesario enfrentarse al Reino de Francia y a los piratas berberíscos que tenían sus bases en el Norte de África. De esta manera se consiguió incorporar el Reino de Nápoles y Sicilia, y algunas plazas en el Norte de África como Melilla, Orán y Argel.


3.2. EXPANSIÓN POR EL OCÉANO ATLÁNTICO.

Si en el Mediterráneo el enemigo era Francia, en el Océano era el Reino de Portugal. Castellanos y portugueses hacía un tiempo que habían comenzado a explorar el océano, y mientras Portugal había conquistado Madeira y las Azores, Castilla había hecho lo mismo con las Islas Canarias.


Durante el reinado de los Reyes Católicos se concluyó la conquista de las Islas Canarias. Cuando los castellanos llegado al archipiélago, las islas estaban habitadas por un pueblo aborigen conocido genéricamente como guanches. La conquista de las islas se consiguió después de una serie de enfrentamientos violentos con los canarios. En estas luchas destacó, entre otros, el caudillo Artemi Semidán.

¿Quién fue Artemi Semidán, el caudillo canario de glorioso nombre? https://herodotohistoriant.blogspot.com/2014/12/artemi-semidan.html




En 1492, la expedición dirigida por el almirante Cristobal Colón, llegó al continente americano. A partir de ese momento, dos mundos que no se conocían, se encontraron. Aunque los vikingos llegaron antes a tierras americanas, es en 1492 cuando comienzan las relaciones entre América y Europa. El Atlántico se convirtió en un gran eje comercial, mientras que las rutas del Mediterráneo empezaron a perder importancia. Definitivamente la Edad Media había quedado atrás, comenzaba la Edad Moderna.


Si quieres saber más sobre los viajes oceánicos puedes leer el siguiente artículo http://herodotohistoriant.blogspot.com/2020/04/los-viajes-oceanicos.html


El reparto del mundo: Tratado de Tordesillas.

Los Reyes Católicos solicitaron al papa Alejandro VI que les concediese, en nombre de Dios, la soberanía de las tierras descubiertas por Colón, para explorarlar y evangelizarlas. Pero Portugal también tenía esas aspiraciones, quería controlar los mares y las rutas comerciales.


En el año 1494 se reunieron en Tordesillas (Valladolid) las delegaciones de Portugal y de Castilla. El objetivo establecer las zonas de influencias de cada reino. Tras unas duras negociaciones se establece un meridiano imaginario que dividía la tierra en dos partes: Asia, África y una parte de América para Portugal (Brasil, descubierto en 1500 por Álvares Cabral) , y la mayor parte de América y las Islas Filipinas para Castilla.


En el siguiente video te cuento algunas cosillas sobre los Viajes Oceánicos 



Para saber más http://herodotohistoriant.blogspot.com/2014/04/tratado-de-tordesillas.html


3.3. ALIANZAS MATRIMONIALES.

Además de la guerra, los Reyes Católicos utilizaron una dinámica política matrimonial para establecer alianzas con otras monarquías europeas. El objetivo úlitmo era aislar a Francia. En ese sentido, casaron a todos sus hijos con herederos de casas reales europeas.



Isabel y Fernando tuvieron cinco hijos juntos:


- Juana (mal llamada la Loca) se casó con Felipe el Hermoso, hijo de Maximiliano de Habsburgo, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y de María de Borgoña, duquesa de Borgoña y Condesa de Flandes. De este matrimonio nació Carlos I (al que ya estudiaremos en su momento).


- Juan se casó con la infanta Margarita, la hermana de Felipe el Hermoso. Lamentablemente Juan murió a los pocos meses de celebrarse la boda. Tenía sólo 19 años.


- Isabel contrajo matrimonio con el rey de Portugal Manuel I.


- María se casó con el rey Manuel I de Portugal al morir su hermana Isabel. Fruto de ese matrimonio fue la infanta Isabel, que en el futuro se casaría con su primo Carlos I. De esta manera quedaban vinculadas Portugal y España.


- Catalina fue la esposa del rey de Inglaterra Enrique VIII. (Recordad que el divorcio de Enrique y Catalina fue el origen de la Iglesia Anglicana).


Si no te has enterado bien de la política matrimonial de los Reyes Católicos te lo cuento en este video



Conoce a todos estos personajes en el siguiente enlace http://herodotohistoriant.blogspot.com/2016/12/los-reyes-de-la-baraja.html

4. ORGANIZACIÓN DE LA NUEVA MONARQUÍA.

Una vez terminada la guerra civil castellana, Isabel y Fernando se propusieron reforzar la autoridad de la monarquía, en un tiempo que la posición de los reyes era débil, y la nobleza y el clero, gozaban de mucho poder y privilegios. Los Reyes Católicos impusieron su autoridad en sus reinos, limitando este poder del que disfrutaban los privilegiados. Con ellos sentados en el trono asistimos al nacimiento en España de la Monarquía Autoritaria y del Estado Moderno, para conseguirlo puesieron en marcha una compleja maquinaria política:


♠ Se crean nuevas instituiones de gobierno, y para su gestión se contraró a expertos en leyes y en otras materias.


♠ Se formó un ejército profesional que dependía directamente de ellos (quedaba atrás el ejército feudal dirigido por los nobles).


♠ Reforzaron la Hacienda Real y pusieron al frente a funcionarios que trabajaban por los intereses de la Corona.


♠ Nombran a corregidores, que eran funcionarios reales cuya función era controlar los municipios.


♠ Desarrollaron una diplomacia de estado, para mantener relaciones con otros reinos europeos.


♠ Llevaron a cabo una ambiciosa política exterior.


♠ Impusieron la unidad religiosa en todo el territorio.


♠ Se creó la Santa Hermandad, una especie de cuerpo policial para vigilar los caminos y garantizar el orden.


♠ Se mantienen los Consejos y las Cortes consultivas de cada reino.


♠ Se nombran Virreyes, que serán los representantes de la corona en cada uno de los territorios (de Aragón, de Cataluña, de Valencia, de Navarra, de Nápoles, de Sicilia . . . )


5. UNIDAD RELIGIOSA.

Conseguir implantar la unidad religiosa en todo el territorio fue uno de los grandes objetivos que se plantearon los Reyes Católicos. Para tratar de conseguirlo se llevaron a cabo diferentes actuaciones.


♠ En 1478 se implantó el Tribunal de la Inquisición, una de las pocas instituciones que compartían Castilla y Aragón. La misión de la Inquisición era asegurar el predominio del cristianismo, y para ello sometia a juicio a los sospechosos de herejía o delitos contra la fe cristiana. Para conseguir las confesiones de los sospechosos se recurría a la tortura. Los castigos de la Inquisción podían ser terribles, llegando incluso a quemar a las personas en la hoguera, acusados de judaísmo, brujería o cualquier otro delito que atentase contra la Religión cristiana.


Si te interesa el tema de la Inquisición y la brujería puedes leer el siguiente artículo http://herodotohistoriant.blogspot.com/2018/03/la-brujeria-en-navarra.html


♠ En 1492 se decretó la expulsión de todos aquellos judios que no aceptasen convertirse al cristianismo. Miles de personas abandonaron el país, la mayoría de ellos a través de la frontera con Portugal. Los que decidieron quedarse y aceptar la religión cristiana pasaron a ser conocidos como conversos. El Tribunal de la Inquisición los vigilaba muy de cerca para impedir que siguiesen practicando su antigua religión.


Para saber como vivían los judíos que decidieron bautizarse puedes leer el siguiente artículo http://herodotohistoriant.blogspot.com/2019/02/cristianos-nuevos-y-criptojudaismo-en.html


♠ Una vez conquistada la ciudad de Granada, se permitió a los musulmanes que siguiesen practicando su fe, y sus costumbres. Sin embargo en 1502 se les obligó a elegir: o convertirse al cristianismo o abandonar las tierras del reino. Aquellos que decidieron bautizarse como cristianos, para no tener que marchar, se les conocería como moriscos.


6. SOCIEDAD Y ECONOMÍA.

A lo largo de todo el siglo XV, en todos los reinos peninsulares se produjo una lenta, pero sostenida recuperación de las actividades económicas.


En Castilla la ganadería ovina continuó siendo una la actividad económica de mayor peso. La lana de las ovejas merinas, siguiendo la tradicional ruta de la lana, se exporaba fundamentalmente a Flandes e Inglaterra. Los grandes propietarios de ganados defendían sus intereses a través de la Mesta. La Corona otorgaba privilegios a la Mesta, porque se beneficiaba de los elevados impuestos que recaudaba con la exportación de lana.


En Aragón el rey Fernando abolió los derechos feudales en Cataluña e impuso aranceles para proteger las manufacturas de los tejidos. Un arancel es un impuesto o tariga que se paga para poder introducir en el reino un producto que proceda del exterior, de esta forma, se consigue que aumenten las ventas (y por tanto los beneficios) de los productos propios. Por otro lado, los puertos del mar Mediterráneo, como Valencia o Barcelona, fueron recuperando poco a poco su actividad comercial.


En Aragón, la recuperación económica permitió que los comerciantes y artesanos de las ciudades consiguieran aumentar su influencia social (Patriciado Urbano). Estos burgueses reclamaron sus presencia en las instituciones de gobierno de las ciudades, convirtiéndose en la competencia de la nobleza.


Las mayores ciudades de esta época, con una población que superaba los 30.000 habitantes fueron, Sevilla, Valladolid y Toledo en Castilla, y Barcelona y Valencia en Aragón.


7.EL FINAL DEL REINADO.

Desde la muerte de Isabel en 1504, hasta la de Fernando en el año 1516, se sucedieron una serie de acontecimientos que terminaron con su nieto Carlos convertido en el rey de España.


El testamento de Isabel dejaba a su esposo Fernando como regente de Castilla, quién gobernaría en nombre de su hija Juana, casada con Felipe el Hermoso. El rey Fernando nunca confió en su yerno y decidió casarse con Germana de Foix para intentar concebir un heredero. El hijo varón que pudo haber cambiado la historia murió a las pocas horas de nacer.


En 1506 llegan desde Flandes Juana y Felipe dispuestos a reclamar el trono de Castilla, abandonado Fernando la regencia. Pero Felipe muere de forma repentina ese mismo año y es el Cardenal Cisneros (hombre de confianza de la reina Isabel) quién se hace con la regencia. Fernando aprovecha para reafirmar su autoridad en Castilla, encerrando a su hija Juana en la ciudad de Tordesillas. Fernando actuó como regente de Castilla hasta su muerte en 1516. Al año siguiente su nieto Carlos llegaba a España para convertirse en rey de las dos coronas.


Juana de Castilla, recluida en Tordesillas, enterrada en vida http://herodotohistoriant.blogspot.com/2014/04/juana-i-la-loca-enterrada-en-vida.html




SIGLO XVI. EL AUGE DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA. CARLOS V Y FELIPE II. (1517 – 1598)

Ambos reinados abarcan el período comprendido entre 1517, año en que Carlos I llega a España y 1598, fecha de la muerte de Felipe II. Ambos monarcas (a diferencia de los Austrias Menores) gobernaron por sí mismos, aunque son notables las diferencias entre sus reinados, mientras Carlos I concibe un imperio europeo medieval y plurinacional, su hijo Felipe II, sobrio y de profundas convicciones religiosas, se repliega más a sus posesiones hispánicas, dirigiendo desde aquí sus extensos e inabarcables territorios. En esta etapa la Monarquía Hispánica se convirtió en la potencia hegemonica de Europa.


1. EL IMPERIO DE CARLOS V (1517 - 1556)

Un joven Carlos recibió una enorme herencia territorial, por parte de sus padres y abuelos, y se convierte en el rey más poderoso e influyente de toda Europa. Un gran poder conlleva una gran responsabilidad, y los problemas que tenían que atender se multiplicaban a medida que iba creciendo ese imperio. El emperador Carlos se vio obligado a enfrentar a multitud de dificultades para mantener el ideal de Imperio Universal Católico.



1.1. LA HERENCIA DE CARLOS V.

En los viejos libros de texto se podía leer Carlos I de España y V de Alemania. Carlos era hijo de Juana de Castilla y de Felipe el Hermoso, y a nieto de Fernando de Aragón, Isabel de Castilla, Maximiliano de Austria y María de Borgoña. La política matrimonial iniciada por los Reyes Católicos terminó dando sus frutos, y el joven Carlos recibió una impresionante herencia:


♠ En 1515 recibió las posesiones de la Casa de Borgoña: los Países Bajos, Luxemburgo, el Franco Condado y otros territorios de Europa Central.


♠ En 1516 heredó la Corona de Castilla, con sus posesiones en el Norte de África y en América, y la Corona de Aragón, con sus dominios en la península Italiana y en otros puntos del mar Mediterráneo.


♠ En 1919 recayeron sobre su persona las posesiones de la Casa de Habsburgo, que incluían Austria, otros territorios de Alemania y la posibilidad de convertirse en emperador. En el año 1520 esa posibilidad se torna realidad, y Carlos es designado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (sucedía a su abuelo Maximiliano I).


El núcleo de esta monarquía, y por extensión del vasto imperio, fueron las coronas españolas, especialmente la Corona de Castilla, por su enorme peso económico y poder militar.


1.2. POLÍTICA INTERIOR. LOS DIFÍCILES COMIENZOS DEL REINADO.

Carlos nació en Flandes, en la ciudad de Gante, y fue educado según el ritual y las costumbres de la corte de Borgoña, una de las más refinadas de toda Europa. (Desde 1369 el Condado de Flandes quedó incorporado al Ducado de Borgoña, con el matrimonio entre Margarita III de Flandes y Felipe II de Borgoña, el Audaz).


Un rey extranjero.

En el año 1516, Carlos llegó a España para tomar posesión de sus reinos. Trajo consigo a muchos consejeros y nobles flamencos, gente de su confianza, a los que concedió los principales puestos de gobierno de Castilla. A los ojos de los castellanos, Carlos era un extranjero.

Emperador del Sacro Imperio.

En 1519 fue designado candidato al título de emperador del Sacro Imperio, un cargo que era electivo. El rey Carlos gastó enormes cantidades de dinero para conseguir la elección como emperador. Para conseguir ser elegido emperador, Carlos se dedicó a esquilmar las arcas de Castilla, además de pedir préstamos a banqueros alemanes como los Fugger. Dicha elección se hizo efectiva en 1520, pero su coronación tuvo que esperar hasta 1530. Era habitual que transcurriese tanto tiempo entre la designación y la coronación. Fue coronado el 24 de Febrero de 1530 (coincidiendo con su cumpleaños) por el papa Clemente VII en la ciudad de Bolonia.


Revuelta de las Comunidades.

En 1520, aprovechando que Carlos se encontraba de viaje por Alemania para recibir el título imperial, algunas ciudades castellanas se declararon rebeldes; fue la revuelta de las Comunidades. Toledo y Valladolid se pusieron al frente del alzamiento. Los rebeldes exigían que el dinero de Castilla no se malgastase en el proyecto imperial (que a ellos ni les iba, ni les venía), ni en ninguna guerra en el exterior, que los puestos de gobierno fuesen ocupados por castellanos y que el monarca estableciese su residencia en Castilla.


Los líderes del movimiento comunero eran nobles de segunda fila, maestros de oficios y algunos clérigos (como el obispo Antonio de Acuña). La poderosa aristocracia se mantuvo al margen, hasta el momento en que los comuneros, para ganarse el apoyo popular, impulsaron los movimientos antiseñoriales. A partir de esos momentos la alta nobleza cerró filas en torno a los representantes del monarca. La derrota del ejército comunero en la batalla de Villalar (Valladolid), en 1521, y la posterior ejecución de sus principales cabecillas, Juan Bravo, Juan de Padilla y Francisco Maldonado, supuso el final del movimiento y aseguró el triunfo del autoritarismo regio. La viuda de Juan de Padilla, María Pacheco, apodada la Leona de Castilla, consiguió mantener la lucha varios meses atrincherada en Toledo.


Las Germanías.

Simultáneamente a lo que estaba ocurriendo en la Corona de Castilla, en Mallorca y Valencia estalló otra rebelión, las Germanías. Sus causas eran completamente diferentes, pues estamos ante una revuelta de las hermandades y cofradías en contra de la nobleza. Estas cofradías (denominadas germá) habían obtenido, durante el reiando de Fernando el Católico, el derecho a organizar milicias urbanas para protegerse de los piratas berberiscos. Los movimientos insurgentes provocan la radicalización social bajo la direccion del artesanado urbano (especialmente virulenteo en Valencia). No obstante, también supuso una seria amenaza al gobierno de Carlos V.


Carlos V sofocó la rebelión comunera tras la batalla de Villalar, en 1521, y dos años después hizo lo mismo con las Germanías. En ambos casos fue decisivo el apoyo que la nobleza española (tanto castellana, como aragonesa) ofreció al monarca. A partir de estos momentos la forma de gobierno de Carlos cambió radicalmente. De esta manera la nobleza española pasó a desempeñar los principales puestos de gobierno en España y en el Imperio. Además Castilla se convirtió en el centro de todas sus posesiones.


1.3. POLÍTICA EXTERIOR. LA CREACIÓN DE UN IMPERIO UNIVERSAL.

El gran objetivo del emperador Carlos V fue unificar toda la Cristiandad en un sólo imperio liderado por él (vieja aspiración de inspiración medieval). Sin embargo, esta ambiciosa idea chocó con duros obstáculos, la férrea oposición de las otras monarquías europeas, especialmente Francia, con las guerras religiosas en Alemania y con la amenaza de los turcos.


Las guerras con Francia.

Los enfrentamientos con Francia fueron permanentes, porque tanto Carlos V como el rey francés, Francisco I (1515 – 57) tenían la misma intención, convertirse en el dominador de Europa. Uno de los puntos calientes de esta disputa era Italia, y es que Francia comenza a sentirse cercada por los dominios españoles. En 1525 las tropas imperiales derrotan al ejército francés en la batalla de Pavía. Francisco I es hecho prisionero y en las posteriores negociaciones de paz (Tratado de Madrid, 1526) el francés renunciaba a sus derechos sobre Milán, Nápoles, Génova, Borgoña y Flandes.


Francisco I, una vez se vió libre, renunció al tratado y buscó la alianza del papa. Como consecuencia Carlos V lanza a sus tropas a saquear la ciudad de Roma (saco di Roma, 1527) y obligar al pontífice a desistir de su apoyo a Francia. En el posterior tratado de Cambray (1529), Carlos V renunciaba a Borgoña y la Baja Navarra, y Francisco I hacía lo propio con Flandes, Artois e Italia. España se convierte entonces en la potencia hegemónica en Italia. Este tratado es conocido como la Paz de las Damas, ya que fue firmada por Luisa de Saboya (madre de Francisco I) y Margarita de Austria (la tía de Carlos).


La guerra contra el Imperio Otomano.

La guerra contra el Turco fue una constante a lo largo de todo el reinado de Carlos V. El Imperio Otomano se había convertido en la potencia dominante en el centro y este del continente, y también pretendía controlar el mar Mediterráneo. En 1526, batalla de Mohacs, los turcos conquistan Hungría y se convierten en una amenaza para los territorios austriacos. En ese sentido serán el mar Mediterráneo y la frontera oriental de Austria los dos puntos en que se enfrentarán ambos imperios. En 1538 Carlos V conquista Túnez para intentar controlar el Mediterranéo Occidental, pero serían los otomanos los que conseguirían la hegemonía marítima.


Los protestantes alemanes.

En 1517 el fraile agustino Martín Lutero comenzaba la reforma protestante, y rápidamente muchos príncipes alemanes renegaron de la fe católica y se convirieron a la nueva religión luterana. Combatir a estos protestantes alemanes fue le mayor problema del reinado de Carlos V, que como emperador se erigió en el defensor de la Iglesia Católica.


En la Dieta de Worms, Carlos V expresa su defensa absoluta de la Iglesia Romana. Los príncipes alemanes se unen en la Liga de Smalkalda (1531) para defender sus posesiones y enfrentarse con el emperador. A pesar de la victoria de Carlos V en la batalla de Mülberg, no tuvo más remedio que aceptar la nueva situación y firmar la paz de Augsburgo (1555), reconociendo oficialmente el luteranismo. De esta manera quedaba consagrada la división religiosa de Europa.


1.4. ABDICACIÓN, RETIRO Y MUERTE.

Carlos V, cansado de combatir, enfermo de gota y decepcionado por su reciente fracaso frente a los príncipes alemanes, decide ceder el poder. En las abdicaciones de Bruselas (1555 – 1556) el emperador decide dividir sus posesiones: la herencia borgoñona y la Monarquía Hispánica se la legó a su hijo Felipe, además renunció a los territorios alemanes y al título de emperador en favor de su hermano Fernando. Después de las abdicaciones Carlos se retiró a un lugar tranquilo y alejado de los complicados asuntos de gobierno, el Monasterio de Yuste, en Cáceres, donde murió en 1558.


2. EL REINADO DE FELIPE II (1556 – 1598).

Si Carlos V era un militar y rey viajero, su hijo, y sucesor, Felipe II era un burócrata de profundas convicciones religiosas. Felipe II fijó la corte en Madrid, una circunstancia que aceleró la castellanización del Imperio. Al contrario que el emperador Carlos, Felipe desarrolló una política más inclinada hacia los territorios peninsulares. Católico ferviente y convencido, chocó de frente con una Europa azotada por una profunda crisis religiosa.





2.1. UN IMPERIO DONDE NUNCA SE PONÍA EL SOL.

La monarquía que heredó Felipe II comprendía las coronas españolas de Aragón y Castilla, con sus correspondientes posesiones en América, África y el Mediterranéo, además de los dominios patrimoniales de la casa de Borgoña, es decir, Países Bajos (que también incluía Flandes y Luxemburgo) y Franco Condado. A lo largo de su reinado, Felipe II, fue añadiendo nuevos territorios a su vasto imperio:


- Se exploran y se conquistan nuevas tierras en el continente americano.

    - Se conquistan las islas Filipinas y otros territorios en el Pacífico.

    - En 1580, Felipe II se convierte en rey de Portugal, incorporando además todo su imperio ultramarino que comprendía Brasil y numerosas colonias a lo largo de las costas de África y de Asia.

Con la suma de todos estos territorios, Felipe II gobernó el Imperio más extenso que había conocido la humanidad hasta ese momento, y le proporcionaba riquezas muy superiores a las de cualquier otro monarca de su época.


2.2. EL ESPLENDOR DEL REINADO DE FELIPE II (1556 – 1580).

Las primeras décadas del reinado de Felipe II estuvieron marcadas por el éxito, aunque el gobierno tuvo que hacer frente a numerosos problemas, tanto dentro de sus fronteras, como en el exterior.


Guerra con Francia.

Enrique II y Felipe II, respectivamente hijos de Francisco I y Carlos V, heredaron el conflicto que habían iniciado sus padres. En el año 1557 las tropas españolas derrotaron a las francesas en la batalla de San Quintín, y Francia tuvo que firmar la Paz de Cateau-Cambrésis en 1559. Esta firma supuso el reconocimiento de la hegemonía española en el continente.


Los Países Bajos.

En el año 1566 comenzó la rebelión de los Países Bajos contra la dominación española. Esta revuelta fue el origen de la Guerra de los Ochenta Años (1568 – 1648), que supuso una quebradero de cabeza constante para Felipe II y sus sucesores. De la misma manera que en España no fue bien recibido Carlos V, en los Países Bajos se fue desarrollando una resistencia ante las tendencias autoritarias y ultracatólicas de Felipe II.


El conflicto se preveía largo y costoso para la corona española. Durante el gobierno del Duque de Alba (1567 – 1572) se intentó imponer una política rigorista, al tiempo que se produce el triunfo de la rebelión calvinista (protestantes, seguidores de Juan Calvino). Uno de los episodios más sangrientos fue el saqueo de la ciudad de Amberes por parte de los tercios españoles en 1576. Don Juan de Austria consigue pacificar un poco la situación cuando es designado gobernados de los Países Bajos. En este contexto se materilizará la división de los Países Bajos en dos zonas: las Provincias Unidas (Unión de Utrecht, 1579), de religión protestante y que no reconocen a Felipe II como rey, y Flandes (Unión de Arrás, 1579), de religión católica, fiel a la monarquía hispánica y bajo el gobierno de Alejandro Farnesio.


La rebelión en las Alpujarras.

En el año 1568 se inicia la rebelión en las Alpujarras. Los moriscos eran los musulmanes españoles que habían sido obligados a bautizarse como cristianos. Sin embargo, seguían conservando sus costumbres y practicando su religión, motivo por el cual fueron perseguidos con saña por la Inquisición. Descontentos por esta situación de marginalidad y maltrato institucional, los moriscos se sublevan, dirigidos por Abén Humeya, refugiándose en las montañas. Ante esta situación la corona comenzó a temer que los moriscos recibieran la ayuda de los piratas berberiscos e incluso del Imperio Otomano. La rebelión consiguió ser sofocada tres años después con una dura represión por parte del ejército.


Imperio Otomano.

En 1570 los turcos conquistan Chipre, un enclave estratégico, desde el que amenazaban todo el comercio cristiano en el mar Mediterráneo. La República de Venecia, el Papado y la Monarquía Hispánica, por una vez en la vida hicieron causa común, y firmaron una alianza, la Liga Santa. En 1571 lo poderosa flota cristiana derrotó a la turca en la batalla de Lepanto. Esta batalla reforzó la hegemonía cristiana en el mar frente a los otomanos y sus aliados, los piratas berberiscos.

Portugal.

En 1580 Felipe II se convirtió en rey de Portugal. Ante la falta de herederos Felipe II afirma sus derechos al trono portugués. Ante la resistencia popular se produce la invasión militar dirigida por el Duque de Alba. En las cortes de Tomar (1581) Felipe II es reconocido rey de Portugal. El reino de Portugal se incorporó a la Monarquía Hispánica como reino independiente y mantuvo sus fronteras y el monopolio del comerio con su imperio.


2.3. EL OCASO DEL REINADO DE FELIPE II (1581 – 1598).

En el año 1580 Felipe II era el rey más poderoso y respetado de todo el Orbe. Sin embargo ese año marcó su cénit como monarca, y a partir de entonces los problemas se agravaron y se fueron acumulando hasta el final de su reinado.


Inglaterra.

Inglaterra había comenzado su expansión colonial en América a costa del Imperio Español y en 1585, Isabel I dedició apoyar abiertamente a los rebeldes flamencos en su lucha contra la Monarquía Hispánica. Felipe II organizó una gran armada (la famosa Armada Invencible) para conquistar Inglaterra, pero fue derrotada en 1588. Esta campaña naval en Inglaterra permitió a los rebeldes flamencos recuperar el aliento.


El caso de Antonio Pérez.

Los nobles aragoneses no estaban muy conformes con el autoritarismo impuesto por el rey y estallaron con motivo del caso de Antonio Pérez. Antonio Pérez era un secretario de Felipe II que fue acusado de conspiración. A pesar de ser detenido en Madrid puedo escapar y llegar a Aragón, donde pidió la protección de sus fueros. Felipe II ignoró las leyes aragonesas y entró con su ejército en Zaragoza. Como castigo por dar su protecció a Antonio Pérez, el Justicia de Aragón, Juan de Lanuza fue ejecutado en 1591. De esta forma el rey imponía su autoridad por encima de los tradicionales fueros de la corona aragonesa.


Francia.

Enrique III de Francia murió asesinado en 1589 y no dejó herederos. Felipe II quiso situar a una de sus hijas en el trono francés y ordenó a sus tropas la invasión de Francia. Esta guerra fue un auténtico desastre para la Monarquía Hispánica, porque el ejército de los Países Bajos tuvo que abandonar sus posiciones y todas sus conquistas de los últimos años para dirigirse a Francia. Felipe II fracasó en este intento, y en 1594, Enrique IV fue nombrado rey de Francia.


La situación al final del reinado de Felipe II era desastroza; la Hacienda Real estaba en quiebra por los continuos gastos militares, la rebelión de los Países Bajos se iba agravando año a año y la monarquía se encontraba en guerra con Francia y con Inglaterra. En 1598 el rey firmó la Paz de Vervins con Francia para legar a su heredero una situación menos comprometida. Ese mismo año murió y su hijo Felipe III se convirtió en el nuevo rey de la Monarquía Hispánica.




3. CONQUISTA, COLONIZACIÓN Y EXPLOTACIÓN DE AMÉRICA.

Durante los reinados de Carlos V y Felipe II continuó la expansión ultramarina. Nuñez de Balboa alcanzó el Pacífico en 1513 y entre 1519 y 1521 Magallanes y Elcano completaban la primera vuelta al mundo.


Las bases españolas establecidas en las Antillas (mar Caribe) se lanzaron expediciones de nuevas conquistas. Hernán Cortés conquistó el Imperio Azteca y Pizarro y Almagro el Imperio Inca. Después de la conquista en la zona de México se estableció el virreinato de Nueva España (1535) y en la región andina el virreinato del Perú (1542). Las exploraciones del continente continuarán todo el siglo.


La conquista y colonización de América trajo importantes consecuencias en todos los ámbitos:


Económicos. Importación de metales preciosos y llegada a Europa de productos, hasta entonces desconocidos, como la papa, el tabaco, el tomate o el cacao. Castilla exportaba aceite, vid, ganado y trigo. La masiva llegada de oro y plata provocó una importante inflación en toda Europa conocida como la revolución de los precios.


♠ Sociales. Explotación de la mano de obra indígena a través del repartimiento (asignación de población indígena para el trabajo en el campo o la mina), la mita (trabajos forzados) o la encomienda (los colonos evangelizan a los indígenas a cambio de que ellos trabajen las tierras). Algunos religiosos, como Fray Bartolomé de las Casas, inició campañas para defender a los indígenas frente a los malos tratos de los colonos.


♠ Culturales. Destrucción de las culturas autóctonas e imposición de la cultura europea.

4. EL GOBIERNO DEL IMPERIO.


Características básicas del Imperio Hispánico:


    • Una monarquía autoritaria y multinacional, con base castellana pero con numerosos y muy variados territorios.

    • Estructura burocrática muy compleja: consejos, virreyes, cortes, ejército . . .

    • Necesidad de importantes recursos (tributos, caudales de Indias) para financiar la política emperialista (en la que confluyen los intereses políticos y los religiosos).


La Monarquía Hispánica estaba integrada por un conjunto de territorio, cada uno de ellos con sus propias leyes, gobierno y costumbres. Su principal punto en común (prácticamente el único) era que los gobernaba el mismo rey.


El rey se ocupaba del gobierno, de la política exterior, del ejército, de la administración de justicia, de la recaudación de impuestos y de la administración de los recursos recaudados. Pero para la aprobación de leyes y el establecimiento de los nuevos impuestos los reyes necesitaban el acuerdo de los Parlamentos de cada territorio de la monarquía.


Carlos V fue un rey viajero (al estilo medieval) que acudía personalmente a las zonas de conflicto, por lo que la corte era itinerante. Por el contrario, Felipe II, y sus sucesores gobernaron tan vasto imperio deste España, y fijaron la corte en Madrid, que se convirtió en la capital de la monarquía.


Los Consejos.

Una serie de Consejos auxiliaban al rey en su gobierno, aunque también suponían un freno para sus aspiraciones absolutistas. Por encima de todos se situaba el Consejo de Estado (desde 1526). Existían consejos territoriales, que trataban los asuntos relacionados con un territorio concreto (Aragón, de Indias, de Italia, de Portual, de Flandes). Otro consejos eran específicos en una determinada materia (Consejo de Hacienda, de Órdenes Militares, de Inquisición). Los hombres claves de estos consejos fueron los secretarios.


Administración territorial.

Cada uno de los territorios que formaban la Monarquía Hispánica tenía personalidad e instituciones propias. En cada uno de estos territorios existía un virrey o gobernador, que representaba al rey y gobernaba en su nombre, es el caso del Virrey de Aragón o el Gobernador de los Países Bajos.


Corona de Castilla. Era el territorio más centralizado. Entre las instituciones de gobierno estaban las chancillerías, las audiencias (cuyo número fue aumentando) y los corregidores (representantes municipales).


Corona de Aragón. Al frente de la Corona de Aragón se sitúa el virrey, normalmente un aristócrata castellano, asesorado por el Consejo Real y Audiencia. En Aragón existía un tribunal encargado de controlar que el monarca no vulnerase las leyes el reino, el Justicia Mayor, que mantuvo numerosos pleitos con los reyes.


Los diferentes reinos de Italia se organizaban de forma similar a Aragón.


En el Franco Condado y en los Países Bajos se mantienen las instituciones propias sin grandes interferencias españolas. La representación del Monarca Hispánico se hacía mediante algún miembro de la familia real.


Las Cortes.

Las Cortes es la denominación del órganon de representación del reino ante la monarquía. Al igual que durante la Edad Media, estaba dividida en los clásicos tres estamentos o brazos: nobleza, clero y estado llano. En el caso de Castilla el estado llano quedó reducido únicamente a los representantes de las ciudades. Las Cortes podían proponer leyes para que el monarca las aprobase. También podían aprobar servicios, es decir ayuda económica, a la monarquía, en momentos concretos.


5. ASPECTOS SOCIALES.

Estudiar la población de la época es un tema complicado, por la falta de censos fiables. No obstante existe cierto acuerdo en los aspectos más generales.


5.1. LA POBLACIÓN EN EL SIGLO XVI.

A lo largo de esta centuria se produce un crecimiento demográfico (entre 1530 y 1590 Castilla pasa de 4.4 a 6.6 millones de habitantes), aunque dificultado por la aparición periódica guerras, hambrunas, fenómenos migratorios, epidemias . . . Situación característica del régimen demográfico antiguo con altas tasas de natalidad y de mortalidad. A pesar del predominio del poblamiento rural, la población urbana, con un 20-25% , es relativamente importante.


5.2. SOCIEDAD ESTAMENTAL.

El modelo social imperante es el típico del Antiguo Régimen conocido como Sociedad Estamental. Este modelo establece dos grandes grupos: privilegiados (nobleza y clero), cuya actividad y posicion condicionaban al resto de grupos sociales, y los no privilegiados (campesinado y grupos urbanos), que pueden subdividirse a su vez en otros grupos.


Nobleza.

La Nobleza (descendiente de la nobleza de espada medieval) representaba apenas el 10% de la sociedad, pero su influencia era enorme. Aunque todos los miembros de la nobleza gozaban de los privilegios típicos de su posición, no se trata de un grupo homogéneo. De esta manera tenemos la Alta Nobleza (todos los títulos iguales o superiores a conde, desde 1520 institucionalizados como Grandes de España) y la Baja Nobleza.


La Baja Nobleza es un grupo muy heterogéneo formado por los Caballeros, que solían ocupar cargos como el de regidos, y que serían algo así como una clase media nobiliar y por los Hidalgos, que ha sido relegados de la herencia y cuyos recursos son moderados (recordemos al hidalgo Alonso Quijano). Entre los miembros de la Baja Nobleza también podemos citar a los señores de vasallos (aquellos que poseen la jurisdicción sobre una villa) y los caballeros de hábito (investidos con órdenes militares).


El poder económico de la nobleza estaba vinculado a la propiedad de la tierra (señoríos) mientras que su poder económico se sustentaba en las jurisdiccion señorial (el señor es el encargado de impartir justicia en su señorío) y en la ocupación de altos cartos en la administracion real.


El clero.

El Clero formaba una sociedad cerrada en sí misma, cuyo número oscila entre 80.000 y 100.000 clérigos. Las fuentes de ingresos con las que contaba el clero eran el diezmo y las rentas proporcionadas por sus dominios. Muchas personas de vocación dudosa ingresaban en el orden clerical atraidos por los privilegios jurídicos y económicos que reportaba.


El Alto Clero en España estaba formado por obispos (46 obispados) y arzobispos (8 arzobispados). El Bajo Clero era un grupo básicamente rural, con escaso nivel cultural e ingresos muy modestos. Este bajo clero se nutre principalmente de las clases pobres de la sociedad. Entre las órdenes religiosas con mayor presencia en España estaban los benedictinos, los cartujos, los jesuitas, los franciscanos y los dominicos.


Estado Llano o Tercer Estado.

El Tercer Estado es el grupo más heterogéneo de los tres, pues en su seno podemos encontrar a personas con situaciones sociales muy dispares. En conjunto constituyen más del 80% del total de la población. Toda las tareas productivas recaían sobre sus espaldas. Para comprender mejor la composición del Estado Llano es necesario diferenciar entre el ámbito rural y el ámbito urbano.


♠ Ámbito rural. Entre el campesinado nos encontramos con situaciones muy diferentes. Existen campesinos ricos, propietarios de grandes extensiones de tierras, animales y reservas de aliementos con la que hacer frente a los períodos más difíciles. A continuación tenemos un campesinado medio, pequeños propietarios que llevan una existencia mediocre, pero segura, alejados de la miseria. Por último tenemos al campesinado incluido en las tierras de señorío, trabajan la tierra de otros, y los jornaleros. Este último grupo representa (según la región) entre el 50 y el 70% de la población rural. Debido a la disminución de la propiedad comunal y el endeudamiento la situación del campesinado era de debilidad.


♠ Ámbito urbano. La ciudad es el lugar donde se desarrolló (desde la Plena Edad Media) la burguesía. El dominio de la ciudad estaba en manos de una oligarquía formada por nobles o semi-nobles (caballeros, rentistas procedentes del comercio...). La burguesía mercantil se va transformando en una clase media urbana y su influencia en todos los asuntos públicos irá aumentando con el paso del tiempo.

El grupo más numeroso de la ciudad era el de los artesanos. Estos artesanos se agrupaban en gremios y se convierten en el núcleo de las clases populares urbanas. Los gremios suelen ocupar determinados barrios de la ciudad. La proyección de estos artesanos, agrupados en cofradías, no se solamente económica, sino también social y religiosa.


Grupos marginados o fuera del orden estamental.

En España existían algunos grupos que se consideraban externos al orden estamental, o sencillamente marginados.


♠ Pícaros y mendigos. El pobre es parte consustancial a la sociedad, formaba parte tanto de la población rural como de la población urbana. El pícaro, sin ser en esencia un malhechor, decide apartarse de la sociedad , criticarla y parasitarla. La literatura ha hecho de ellos personajes contradictorios y entrañables. Pícaros y mendigos viven de forma permamente en el umbral de la pobreza y suelen sufrir marginación y persecución legal (asimilación del pobre o vagabundo con el delincuente común).


♠ Conversos. Los cristianos viejos tienden a rechazar a los conversos. Los conversos viven una situación de marginación civil y religiosa, y se les niega la práctica de determinadas profesiones consideradas prestigiosas.


♠ Moriscos. La población de origen musulmán estuvo sujeta a una persecución creciente y a la pérdida de su identidad cultural. Llegaron a suponer el 10% de la población y durante el reinado de Felipe II protagonizaron una violenta sublevación en las Alpujarras.


♠ Esclavos. Muchos de ellos procedían de la guerra contra el Islam, estaban excluídos del derecho común.


♠ Gitanos. Desde su llegada a España se les impusieron medidas para integralos en la sociedad, prohibiendo sus costumbres, entre ellas el nomadismo.


♠ Extranjeros. El número de extranjeros residentes en España ascencía a unos 100.000 y tenían un notable peso económico, ya que controlaban buena parte del comericio.


♠ Otras minorías existentes en España, que sufrieron cierto grado de marginación, fueron los agotes (Navarra), los pasiegos (Cantabria), vaqueiros de Alzada (Asturias) y los maragatos (León). Sus arraigadas costumbres y lo aislado de sus territorios, contribuyeron a esta marginación.


6. ACTIVIDADES ECONÓMICAS.

La economía española durante el siglo XVI fue uno de los motores del desarrollo económico en Europa. El crecimiento económico español se sustentó en el monopolio comercial con su imperio colonial y en la llegada de metales preciosos desde América. Sin embargo, no se supo (o no se quiso) aprovechar esta situación para crear una estructura productiva sólida, ni se fomentaron las mejoras agrícolas, ni el desarrollo industrial. La consecuencia de todo esto fue que la economía española mantuvo una fuerte dependencia de Europa.


Castilla fue el centro de la economía española. La Corona de Aragón atravesó una etapa de estancamiento en comparación con los últimos siglos de la Edad Media. Los costes de la política imperial de Carlos V y de Felipe II agotaron la economía española. Las ganancias del comercio y la riqueza de Castilla se desviaban hacia otros países de Europa, principalmente Flandes e italia, para pagar las importaciones y las deudas contraidas por las frecuentes (e interminables) guerras.


Sector Primario.

Durante el siglo XVI la producción agraria experimenta un importante crecimiento debido al incremento de las superficies agracias, el incentivo por el alza de los precios agrarios y el mantenimiento de los rendimientos. Predomina el cereal (trigo, cebada y centeno), y se produce la expansión del viñedo y del olivar. En la ganadería, la Mesta alcanza su cénit y comienza su larga decadencia.


Artesanía.

La actividad artesanal se desarrolló en diversos sectores. En los textiles se trabaja la lana en talleres de Segovia, Córdoba y Cataluña, mientras que en Granada se sigue manteniendo la tradición de la elaboración de la seda. Entre las minas destacaron el hierro en la Cornisa Cantábrica, el cobre y el plomo en Sierra Morena y el mercurio en Almadén. La construcción naval se concentró en el País Vasco. Esta actividad tuvo como consecuencia una profundo desforestación.


Comercio.

La amplitud del Imperio posibilitó el aumento de los intercambios comerciales. Por el contrario, el comercio interior no terminaba de despegar por la falta de integración entre los distintos territorios de la corona (falta de infraestructuras, el bandolerismo o la pervivencia de aduanas).


El comercio exterior se proyectaba hacia tres ámbitos: el Mediterráneo, el Norte de Europa y el Océano Atlántico. Todo el comercio con las colonias pasaba por Sevilla (monopolio), al tiempo que otros puertos del Cantábrico, como Bilbao, también mantuvieron un destacado tráfico comercial (con el Norte de Europa). El comercio catalán y valenciano en el Mediterráneo entraron en un periodo de recesión. A las Indias se exportaban productos manufacturados y agrarios, procedentes de Andalucía, y se importaban metales preciosos y otros productos americanos.


LA DECADENCIA DE LA MONARQUÍA HISPÁNICA. FELIPE III, FELIPE IV Y CARLOS II. 1598 – 1700.


Al comenzar el siglo XVII la Monarquía Hispánica era la primera potencia del mundo, pero a lo largo del XVII las continuas guerras y las contradicciones internas provocaron el agotamiento del país y la pérdida progresiva de los ideales imperiales. En ese contexto de decadencia los monarcas abandonaron el gobierno y delegan sus funciones en los validos. A mitad de la centuria Francia había arrebatado a España la hegemonía en Europa.


1. LA PAX HISPÁNICA DE FELIPE III (1598 – 1621)

El reinado de Felipe III supuso un cambio político radical con respecto a la época de Felipe II. El nuevo monarca abandonó totalmente las tareas de gobierno y se las encomentó a un valido, es decir, una persona de su total confianza, que debía su poder y posición, precisamente, al favor del monarca. El gobierno de los validos fue algo habitual en el siglo XVII en toda Europa, siendo paradigmático el ejemplo del francés Cardenal Richelieu. El reinado de Felipe III marca un punto de inflexión, entre la etapa expansionista de Carlos V y Felipe III, y la larga decadencia con Felipe IV y Carlos II.


El gran valido de Felipe III fue el duque de Lerma. El principal objetivo de Lerma fue mejorar la ruinosa situación de la Hacienda Real. Para ello intentó poner fin a las numerosas guerras en las que estaba inmersa la monarquía. En 1604 firmó la paz con Inglaterra y en 1609, la Tregua de los Doce Años con las Provincias Unidas, que era el nombre que habían adoptado las provincias rebeldes y secesionistas de los Países Bajos. Además, desplegó una potente red diplomática por las cortes de toda Europa para tratar de mantener la hegemonía española a través de las buenas relaciones. Por todo esto, esta época recibe el nombre de Pax Hispánica.

Una de las medidas más controvertidas adoptadas fue la expulsión de los moriscos en el año 1609. La expulsión supuso un auténtico drama para 275.000 personas que tuvieron que abandonar sus hogares e iniciar una nueva vida fuera de España. De cara al resto de Europa, esta decisión confirmó el ambiente de intolerancia religiosa que se vivía en España. Tuvo, además, desastrosas consecuencias económicas, especialmente en Valencia.


La situación de la Hacienda no mejoró. Los gastos no dejaron de aumentar y la corrupción se generalizó en todos los niveles de la administración, empezando por el propio Duque de Lerma que decidió el traslado de la capital de Madrid a Valladolid, para lucrarse con sus negocios inmobiliarios. Además, comerciantes ingleses y holandeses aprovecharon los acuerdos de paz, para introducir sus productos en los imperios español y portugués, burlando de esta manera el monopolio comercial. Esta situación provocó una fuerte oposición frente al valido, y en el año 1618, rel rey tuvo que destituir a Lerma. Su sustituto como valido fue su propio hijo, el Duque de Uceda.

2. EL REINADO DE FELIPE IV.

El reinado de Felipe IV podemos dividirlo en dos etapas, una primera de proyección internacional, sucedida por otra de repliegue. Durante esta época se acentuó la decadencia del Imperio Hispánico.


2.1. LA OFENSIVA ESPAÑOLA (1621 – 1640).

Felipe IV continuó con la tradición del valido, y delegó las tareas de gobierno en el conde duque de Olivares. Las políticas que puso en marcha Olivares fueron completamente diferentes a las del reinado anterior. Olivares intentó potenciar el desarrollo económico del país, iniciando una serie de reformas, que también abarcaban aspectos políticos, sociales e incluso morales.


El Conde Duque inició una potente ofensiva exterior con la finalidad de imponer el dominio español. En 1621, cuando finalizó la tregua con las Provincias Unidas, Olivares reinició la guerra contra los rebeldes flamencos. También implicó de lleno a la monarquía en la Guerra de los Treinta Años, que había comenzado en el Sacro Imperio en 1618. La Guerra de los Treinta Años fue un conflicto continental en el que participaron muchos estados europeos, la Monarquía Hispánica se colocó en el bando católico e imperial, liderado por el emperador alemán.


Para afrontar el aumento del esfuerzo militar Olivares diseñó la Unión de Armas. Obligaba a todos los territorios que formaban la Monarquía Hispánica a sufragar los gastos militares con dinero y con soldados. Hasta ese momento era la Corona de Castilla quien costeaba las guerras. En un intento de consolidar el centralismo, las políticas de Olivares trataban de reforzar el poder del monarca, recortando la autonomía de los diferentes poderes locales. Estas reformas, como era lógico suponer, chocaron con fuertes oposiciones.


En el exterior las victorias españolas culminaron en 1635 en la batalla de Nördligen sobre los protestantes alemanes y suecos. Tras esta batalla, el Cardenal Richelieu, valido del rey de Francia Luis XIII, consideró que existía el peligro de que la Monarquía Hispánica dominase toda Europa. Para evitarlo, Francia declaró la guerra a España, y se alió con los estados protestantes en la Guerra de los Treinta Años. Esta guerra con Francia supuso un esfuerzo al que la Hacienda Real Española no podía hacer frente.


2.2. EL REPLIEGUE DE LA MONARQUÍA (1640 – 1665).

La década de 1640 fue un auténtico desastre para la decadente Monarquía Hispánica. En 1640 Cataluña y Portugal se rebelaron contra la política centralista de Olivares.




Cataluña.

La Jornada del Corpus de Sangre, en 1640, fue un levantamiento popular que acabó con el asesinato del virrey y la disolución de la autoridad real. Cataluña se puso bajo la protección del rey de Francia, Luis XIII, y declaró la guerra contra la Monarquía Hispánica.

Portugal.

Los portugueses se levantaron en armas y nombraron rey a Juan IV.


En 1643 el rey Felipe IV destituyó al Conde-duque de Olivares y formó un nuevo gobierno para afrontar esta crisis. La situación se agravó en 1647 con el estallido de una gran revuelta popular en Nápoles y en Sicilia, que se prolongó durante varios meses.


Las derrotas españolas en los Países Bajos y en la Guerra de los Treinta Años desembocaron en la Paz de Westfalia. La Paz de Westfalia supuso el punto y final de la hegemonía española en Europa, al tiempo que se reconocía a Francia como el estado más poderoso de Europa. Esta tratado también estableció formalmente la independencia de las Provincias Unidad y el reconocimiento de la Confederación Suiza como estado independiente del Sacro Imperio.


Westfalia significó también el final de las guerras religiosas que comenzaron con la reforma luterana a principios del siglo XVI. Tras ciento cincuenta años de conflictos en Europa Central, provocados o justificados por la religión, se estableció la tolerancia religiosa en esa región. A partir de entonces se permitió la práctica pública y privada de los diferentes cultos religiosos.


La rebelión de Cataluña finalizó tras la capitulación de Barcelona en 1652, mientras que la guerra con Portugal desembocó en la independencia definitiva de ese país. Por su parte, la guerra con Francia se mantuvo hasta la Paz los Pirineos de 1659. Con la firma de este tratado se establece la frontera actual entre España y Francia.


3. EL REINADO DE CARLOS II (1665 – 1700).

Carlos II fue una persona enfermiza y débil durante toda su vida, incapaz de ejercer las labores de gobierno. Su formación y cultura fueron también limitadas y su carácter débil le hizo depender en exceso de su madre y esposas. En ese sentido el gobierno estuvo siempre en manos de primeros ministros elegidos por los sectores más poderosos de la corte.


Carlos II subió al trono con tan sólo cuatro años de edad, por lo que su madre Mariana de Austria gobernó como regente hasta 1675 durante diez años. La regencia se caracterizó por el abandono del gobierno en manos de los favoritos de Mariana de Austria, lo que terminó provocando un fuerte malestar en la corte. Mariana volvió a recurrir a los validos para el gobierno, primero el padre Nithard y más tarde Fernando de Valenzuela. En 1677 don Juan José de Austria (hermanastro de Carlos II, hijo ilegítimo de Felipe IV y de la actriz La Calderona) dió un golpe de Estado y acabó con la influencia de la reina madre sobre Carlos II.


Durante la primera mitad de su reinado, la Monarquía Hispánica estuvo sumida en una profunda crisis. Perdió numerosos territorios en Europa y no pudo evitar que otras potencias europeas como Francia, las Provincias Unidas o Inglaterra comerciasen con su imperio.


Los años finales del reinado estuvieron marcados por el problema de la sucesión, ya que el rey no podía concebir un heredero. La sucesión implicó a todas las potencias europeas, y los principales candidatos fueron Felipe de Anjou de la dinastía Borbón, y el archiduque Carlos de la dinastía Habsburgo. Al final se designó sucesor a Felipe de Anjou, sobrino del rey francés Luis XIV. Se pensó que, con la protección de Francia, se evitaría que las demás potencias europeas se repartiesen los territorios de la monarquía.

4. LA POBLACIÓN EN EL SIGLO XVII.

El descenso demográfico fue la primera manifestación de la crisis generalizada que asoló la Península en el siglo XVII, agravada por las grandes epidemias, las guerras y la emigración hacia las Indias. La expulsión de los moriscos también tuvo graves consecuencias demográficas. Condicionó el reparto de la riqueza en pocas manos y afectó profundamente a los más desfavorecidos.


5. LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DEL SIGLO XVII.

La sociedad española del siglo XVII sigue manteniendo los mismos esquemas que en el siglo anterior, aunque las relaciones entre los diversos grupos y la situación de cada uno de ellos experimentó algunas modificaciones.


Nobleza.

Se produce un aumento de la fuerza de la nobleza en la sociedad (refeudalización). Se conceden nuevos títulos hasta duplicar el número de nobles a finales del siglo. De esta forma el monarca consigue ingresos para la corona, a la vez que importantes apoyos políticos.


El Clero.

Pese al declive demográfico generaliza, el número de clérigo aumentó un 50% en el siglo XVIII. La causa principal de este incremento es la búsqueda de seguridad económica en una etapa de crisis.


Grupos urbanos.

En las ciudades asistimos al estancamiento de la burguesía mercantil ante la recesión económica. También en las ciudades se va a producir control más férreo de las corporaciones gremiales por parte de la monarquía.


Campesinado.

Los campesinos vieron incrementadas sus obligaciones, los pagos y la presión señorial. Muchos campesinos se endeudaron y perdieron sus tierras en beneficio de las oligarquías urbanas.


Marginados.

Aumentó el número de marginados de la sociedad, en especial los pobres (según zonas entre un 20 y un 40% de la población).


6. ECONOMÍA. LA CRISIS DEL XVII.

Durante el siglo XVII España sufrirá una produnda crisis económica. Como suele suceder en estos casos, la crisis es fruto de la interrelación de factores diversos: la mentalidad de la nobleza que desdeñaba el trabajo y los negocios, el excesivo número de eclesiásticos, la escasa influencia e importancia de las clases medias burguesas, la creciente inmigración, el descenso de las remesas de metales americanos, la expulsión de los moriscos y la política imperialista, que se convirtió en una pesada losa para la hacienda. Los conflictos internos y la decadencia institucional de la monarquía tampoco ayudaban a mejorar la situación. A todos estos factores hay que sumar el estancamiento de la producción agraria, la regresión demográfica (grave en Castilla y Andalucía), la crisis del comercio de ultramar, escasa competitividad de la industria, falta de inversiones, devaluación monetaria y la desviación de capitales hacia sectores no productivos. Durante el último tercio del siglo hubo una ligera recuperación económica.


La crisis económica no afectó de la misma manera a todos los territorios. El interior, especialmente Castilla se vio particularmente afectada por esta crisis, mientras que la región mediterránea mostró más resistencia a la recesión. En la Cornisa Cantábrica, gracias al cultivo del maíz americano, la situación era intermedia.

Agricultura.

El campo español sufre una profunda crisis durante este siglo, especialmente en las regiones interiores. La producción se estanca, aunque comienza una lenta recuperación a partir de 1650. La expulsión de los moriscos tuvo como resultado el retroceso de los productos de huerta.


Ganaderia.

Se practica una ganadería extensiva con aprovechamiento de montes y tierras comunales. Fuerte disminución del número de cabezas de ganado.


Artesanía.

La paralización que se inició en el siglo XVI alcanzó mayor gravedad en el siglo XVII.


Comercio.

La actividad comercial se estanca en el siglo XVII, debido en parte a la decadencia de las actividades productivas y sobre todo, por el descenso del volumen del tráfico con América. Además el comercio está cada vez más controlado por los extranjeros, al tiempo que los metales preciosos salen al exterior. A todo eso hay que sumar la perdida de poderío naval de la flota imperial.


7. SIGLO DE ORO: EL ESPLENDOR CULTURAL DEL BARROCO.

La decadencia de la monarquía hispana y el espíritu religioso de la Contrarreforma contribuyeron a crear un ambiente de gran esplendor intelectual y cultural, el Siglo de Oro. En contraposición, el avance científico se detenía con respecto al resto de Europa. El predominio del catolicismo más intransigente provoca el rechazo a las innovaciones científicas que llegan del continente. Las bases de este desarrollo literario se sentaron bajo el reinado de Carlos I, cuando se consolida el Renacimiento en España.

Se conoce como Siglo de Oro al período que abarca aproximadamente desde mediados del siglo XVI hasta finales del siglo XVIII. Durante esta fecunda etapa literaria, las letras españolas alcanzan su mayor gloria. Un grupo muy numeroso de autores destacaron en todas las ramas de la literatura y dejaron para la posteridad un maravilloso legado.


Renacimiento y Humanismo; entrada de las ideas y novedades del Renacimiento, primero en la Corona de Aragón y luego en la de Castilla. Inicialmente, apertura de las nuevas corrientes con Carlos V (humanistas como Vives, Universidad de Alcalá), pero desde el Concilio de Trento se pasa la intolerancia con Felipe II, censura católica para evitar la entrada del protestantismo. En este siglo XVI adquirirá gran prestigio la Escuela de Salamanca (Francisco de Vitoria)


La poesía disfrutó de gran importancia. No sólo se escribían sencillos poemas aislados, sino que la mayoría de las obras de teatro se hacían en verso, y muchas de las novelas incluían poesías en sus páginas. Entre la infinidad de poetas de la época destacaron Góngora, con un estilo culto y complejo, y Quevedo, cuyas poesías eran muy directas, y estaban llenas de sátira y de crítica social.


El teatro era una de las diversiones preferidas del momento. Los actores eran admirados y motivo de habladurías, y los más famosos era una garantía de éxito de público. Las obras contenían elementos tan variados que entusiasmaban a todo tipo de públicos: violencia, enredo y celo para los espectadores más superficiales (y menos instruidos), reflexión filosófica para el público culto, conceptos morales para el clero, crítica política para los espíritus más mordaces . . . De entre la infinidad de autores destacaron Lope de Vega y Calderón de la Barca.


En la novela, por encima de otros, emerge la inmensa figura de Miguel de Cervantes y su Don Quijote de la Mancha, obra cumbre de la novela universal. Además, en este período se consolidó plenamente un género autóctono, la novela picaresca, con títulos tan destacables como el Buscón de Quevedo, el Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán o el Lazarillo de Tormes.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...