Uno de los aspectos más
interesantes de la civilización egipcia era la compleja titulación
real que servían para nombrar al faraón. Hasta cinco títulos
conformaban el protocolo faraónico. Estos cinco títulos canónicos
están documentados prácticamente para todos los reyes desde el
Imperio Medio hasta el final de la época ptolemaica. Nombre de
Horus, Nebti, Horus de Oro, Nesu – biti e Hijo de Re.
Aunque en una primera época
el rey fue denominado con tres títulos y otros tantos nombres, luego
pasó a poseer cinco títulos con sus correspondientes nombres, lo
que totalizaba un protocolo de diez denominaciones.
Ana María Vázquez Hoys.
Antiguo Egipto.
El nombre de
Horus. El primer título y también más antiguo (atestiguado durante
el Protodinástico) era el Nombre de Horus (Her), y se
inscribia en el interior de un rectángulo, el serej, que
representaba la fachada del palacio real sobre la que se posaba un
halcón, símbolo del dios Horus. Este título de Horus es la
caracterización del soberano como materialización terrana del dios
Horus. A este título le seguía un nombre, o epiteto, que variaba
con cada faraón. En el Imperio Nuevo los soberanos agregarán a este
título el título de Todo Poderoso, otro aspecto animal del faraón.
Título de
Nebti. El segundo título recibe el nombre de Nebty, que significa
las dos señoras, en recuerdo de la diosa buitre del Sur, Nejbet
(diosa tutelar de la ciudad Nejeb) y de la diosa cobra del Norte,
Uadjet (diosa tutelar de la ciudad de Buto), de manera que el faraón
controla las dos tierras del país. La figura masculina del faraón
encarna los poderes femeninos de las dos diosas, y según el
pensamiento egicio, las dos diosas formarían un todo y el monarca
incorporara esta dualidad. Tras el Nebty hay un epíteto que suele
coincidir con el que sigue al Nombre de Horus.
Horus de Oro.
El tercer título equipara, en cierta manera, al dios Horus con el
Sol, haciendo referencia a la naturaleza divina del faraón. Este
nombre resulta de la unión de dos signos jeroglificos, el oro y el
halcón. El oro representa la divinidad del rey y el Sol. El oro
simbolizada además el material con que están hechos los dioses y
las imágenes de éstos.
Título de
Nesu-biti, el Señor de la Caña y la Abeja. Nesu-biti
significa Rey del Alto y el Bajo Egipto, cuya unificación marca el
comienzo de la historia del país. La utilización de este protocolo
expresa el derecho de soberanía sobre el país en su conjunto.
Aunque es el cuarto título en orden, su existencia está atestiguada
en la dinastía I. La caña vinculada al Alto Egipto y la abeja del
Delta, son los símbolos heráldicos de las dos partes del país. El
verdadero nombre está ligado, desde el Imperio Medio, al cuarto
título del protocolo o Nesu-biti. Este praenomen que es el
nombre de entronización del rey.
Hijo de Re.
Atestiguado desde el reinado de Kefren, es el quinto título oficial
y expresa la relación del faraón con el dios Sol. Se trata de una
nueva condición dogmática del monarca, ligada a la creciente y
extraordinaria influencia de la religión solar de la ciudad de
Heliópolis. Este título viene acompañado del nomen, eso es, el
nombre que el rey había recibido cuando nació.
Debe
señalarse que los faraones son conocidos con el último de los
nombres indicados, correspondiente al título de hijo de Re y que el
praenomen y nomen aparecen escritos dentro de un círculo de forma
oblonga, conocido usualmente como cartucho (en egipcia, shenu,
rodear). Tal cartucho protegía mágicamente al rey de las fuerzas
negativas y, al mismo tiempo, significaba que el rey era el
gobernante de todo lo que estaba rodeado por el sol.
Ana María Vázquez
Antiguo Egipto
El protocolo faraonico, que se
formo y se regularizo en una evolucion que va de la Dinastia I hasta
la X, se componía de cinco titulos que precedian cada uno de los
cinco nombres oficiales del monarca; estos cinco titulos son un
autentico programa de su divinizacion progresiva. Asi el faraon es:
1.º, el Horus, es decir, el divino soberano que gobierna en el cielo
y en la tierra desde tiempo inmemorial; este título es de origen
predinastico y se escribia utilizando el serej. 2.º, nebti, o sea el
de las Dos Señoras, es decir, el protegido y legitimado por las dos
diosas Nejbet y Uto, señoras, respectivamente, de Hieracompolis y de
Buto. 3.º, el Horus de oro, el titulo mas problematico y
controvertido del protocolo faraonico. 4.º, nesu-biti, el Rey del
Alto y del Bajo Egipto, literalmente, el que pertenece a la caña y a
la abeja, yuxtaposicion de los titulos predinasticos usados por los
soberanos del reino del Valle y por los del Delta, y que como tal
yuxtaposicion la encontramos por primera vez usada por Den, faraon de
la Dinastia I. 5.º, el hijo de Re, titulo documentado ya durante la
Dinastia IV, pero no incorporado definitivamente al protocolo
faraonico hasta la V, y que al emparentar al monarca viviente con la
divinidad universal Re, realzaba las pretensiones universalistas e
incluso cosmicas de la realeza. De estos cinco nombres, los mas
importantes en la practica a partir de la Dinastia V fueron los dos
ultimos, designados convencionalmente por los egiptologos,
respectivamente, como el praenomen y el nomen del faraon. Pronto se
adoptó la costumbre de escribir los jeroglificos de cada uno de
estos dos nombres dentro de un cartucho, en realidad la
representacion de un nudo sagrado que debia protegerlos. La
importancia de los cartuchos a la hora de descifrar los jeroglificos
resulto capital.
Josep Padró
Historia del Egipto Faraónico.
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