hacha experta del vikingo,
acero del indomable berserker,
lanzada mortal del jinete.
La batalla está perdida.
Piel lacerada por sangrantes heridas.
Cierro los ojos,
de la niebla
surge la valkyria,
esta noche
brindaré en Valhalla.
HISTORIA, VIAJES, NATURALEZA Y CULTURA.
Muy breve historia del origen, desarrollo y caída del Imperio Romano, o ¿cómo una pequeña aldea del centro de la península italiana fue ...
hacha experta del vikingo,
acero del indomable berserker,
lanzada mortal del jinete.
La batalla está perdida.
Piel lacerada por sangrantes heridas.
Cierro los ojos,
de la niebla
surge la valkyria,
esta noche
brindaré en Valhalla.
El marino veneciano tiene algo de comerciante y otro algo de pirata. Dos facetas que suelen ser complementarias, cuando no indisolubles. La puerta del Arsenale aparece custodiada por magníficos leones de piedra, eternos guardianes de la historia y la leyenda de esta ciudad. No resulta extraño encontrarlos aquí, puesto que el felino es el símbolo inequívoco de Venecia. Sin embargo los dos colosos no fueron tallados por manos venecianas, mas al contrario, fueron sustraídos de El Pireo, el histórico puerto de Atenas.
En el siglo XVII (1687), en el contexto de la secular y recurrente guerra contra el Turco, un almirante veneciano, Francesco Morosini (que posteriormente se convirtió en dux) asaltó Atenas y como botín de guerra se trajo los famosos leones. Lo más curioso son las inscripciones rúnicas que tienen grabado uno de ellos (Pero los hijos de Ragnar Lodbrock jamás pusieron un pie en las islas de la Laguna). Algún varego de los que formaban la guardia personal del basileus bizantino lo grabó en el siglo XI. Como los venecianos, los escandinavos también fueron buenos navegantes, comerciantes y en caso necesario, saqueadores y piratas. Comercio, contrabando y piratería suelen ir de la mano.
Los vikingos que llegaron a Inglaterra encontraron una tierra dividida en pequeños reinos, que la mayoría de las veces estaban enfrentados entre sí. Cada reyezuelo gastaba todas sus energías en intentar imponerse a los vecinos. El desembarco en la isla de miles de guerreros escandinavos, obligaba a las alianzas entre ellos. El rey Aelle, de Northumbria, recibe con los brazos abiertos a Aethelwolf , hijo del rey Ecbert de Wessex, cuyo nombre podemos traducir como “Lobo Noble”. Los sajones llegaron a Inglaterra a sangre y fuego, y ahora les tocaba defender sus tierras de otros invasores.
Ragnar, Floki y Rollo encabezan una expedición que penetra sigilosamente en Northumbria. El reino de Northumbria, situado en la región noreste de Inglaterra, formaba parte de la Heptarquía anglosajona, establecida en tierras británicas como resultado de las primeras invasiones y el final de la presencia romana en la isla. Northumbria era el más septentrional de estos reinos, en la frontera con los pictos. Hacia el año 604, Aethelfrith (o Etelfrido) rey de Bernicia, anexionó Deira para crear el reino de Northumbria.
Dos siglos más tarde, los descendientes de aquellos germanos que fundaron la Heptarquía anglosajona serán víctimas de los protagonistas de las segundas invasiones. Paradojas de la historia.
Por los viejos senderos que atraviesan los profundos y húmedos bosques de Germania y Escandinavia, que conducen a recónditas aldeas rodeadas de árboles enormes y a los pequeños pueblos y embarcaderos, levantados a orillas de un fiordo o una había, transita un misterioso caminante. Viste abrigo y capa, cubre su cabeza con un sombrero de ala ancha y porta un poderoso bastón. Disfraza su auténtico rostro con una larga barba, esconde su verdadera naturaleza, inmortal y divina, a los sencillas ojos de los mortales. Bajo la piel del misterioso caminante se oculta el dios Odín.
Odín, también conocido como Wotam, señor de Asgard, dios de la sabiduría y la guerra, también de la poesía, la adivinación y la magia, se desplaza con sigilo por los caminos de Midgard. Cualquier vagabundo o peregrino se puede topar con él.
Vagabundo errante y chamán. Odín es un viajero empedernido que se mueve por los caminos de la Tierra, pero también explora su interior. Todo viaje es, en esencia, transformación. Odín el tuerto sacrificó su ojo izquierdo en el Pozo de Mimir a cambio de la sabiduría infinita (anhelo eterno del ser humano). El Odín chamán se colgó de Yggdrasil para desentrañar el secreto de las runas.
Inspirados por sus dioses, también los hombres iniciaron sus peregrinaciones, cargadas de connotaciones mágicas y religiosas. Los antiguos vikingos, que rendían culto a Odín, peregrinaban en vida al santuario de Gamla Uppsala, y en la muerte, a Valhalla.
Odín el Caminante solía pedir alojamiento y comida. En virtud de las ancestrales leyes de la hospitalidad, solicita hospedaje tanto a grandes reyes como a humildes campesinos. Al caer la noche y después de la cena, embaucará a sus anfitriones con maravillosas narraciones. Hubo un tiempo en que cualquier caminante que solicitase hospitalidad era bien recibido, por temor a que se tratase del dios.
El Odín amante aprovecha estos viajes para seducir a hermosa mujeres (y de paso incrementar su prole), como la giganta Rind, la diosa cazadora Skadi (de cuyo nombre tal vez derive el de Escandinavia) o Gunnlod, que custodiaba en una caverna el hidromiel de la poesía. El fruto de esta última unión carnal fue Bragi, el dios de los bardos.
Recuerda peregrino, en cualquier sendero del ancho mundo, podrás encontrarte con Odín, el Caminante.
En el año 793 un grupo de hombres armados hasta los dientes y procedentes del lejano norte de Europa, asaltaron el monasterio de Lindisfarne. Comenzaba la Era Vikinga. Desde finales del siglo XX los descendientes de aquellos vikingos se han lanzado a conquistar Europa, esta vez armados con guitarras eléctricas y baterías, una de esas bandas es The Sins of Thy Beloved. Un armónico conjunto de voces guturales, profundas y ásperas, combinadas con la dulzura de la voz femenina, acompañadas de guitarras, violines y piano te sumergen en una nebulosa mística, y te invitan a dejarte arrastrar por el chamán mientras entra en trance.
El fresno (Fraxinus excelsior) es un árbol frondoso de hoja caduca frecuente en sotos y riberas. Nativo de la mayor parte de Europa, se extiende desde Grecia hasta Trondheim en Noruega. En la Península Ibérica habita en el Norte y se refugia en las montañas y zonas más húmedas y frescas a medida que descendemos en latitud. Fraxinus es el nombre dado por los romanos al fresno y a su madera.
Se trata de un árbol frondoso que alcanza fácilmente los quince metros de altura, se caracteriza por su tronco corto y grueso. Su corteza es gris lisa en los jóvenes y con una rugosidad al envejecer. La madera es elástica, tenaz y fácil de trabajar. Se emplea en ebanistería, mangos de herramientas, remos, tacos de billar, carretería y tornería. La leña es un excelente combustible y produce un carbón de gran calidad. En medicina tradicional y casera se utilizaban las hojas en infusión por sus propiedades diuréticas y antirreumáticas contra la artritis y crisis de gota.
El fresno ocupa un destacado lugar en la mitología germana y escandinava, pues Yggdrasil, el árbol que mediaba entre el cielo y la tierra era un fresno perenne. En la edad media, además, su madera era utilizada para fabricar la mayoría de las armas: lanzas, flechas, jabalinas . . .