Toledo fue una de las primeras ciudades importantes que la Cruz arrebató a la Media Luna en suelo peninsular (1085), y por este bélico motivo, se convierte en centro y principal núcleo irradiador del arte mudéjar. La Iglesia de Santiago, también llamada del arrabal, por su ubicación, es un claro ejemplo del mudéjar toledano.
Probablemente construida durante el reinado de Alfonso VI, sobre una mezquita anterior, y reconstruida a mediados del siglo XIII. Como ya hemos señalado, para los expertos, se trata de la iglesia que mejor conserva los caracteres del estilo mudéjar.
Cimentación en piedra y alzado de ladrillo, tres naves, con cubiertas de madera, una considerable altura (posible influjo gótico) y una torre alminar cuadrada y exenta, al estilo del románico italiano, y una de las más antiguas de la ciudad.
Capilla bautismal.
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