Año
de nuestro Señor de 1348, los efluvios de los muertos flotaban en el
aire como veneno, la peste, más cruel y despiada que la guerra,
había caído sobre nosotros. Una peste que mataría a la mitad de
nuestro reino. ¿De dónde vino?. ¿Qué transportó su germen?. Los
sacerdotes dijeron que era el castigo divino. ¿Por qué pecado? ¿Qué
mandamiento inflingimos para ganarnos esto?. No, nosotros conocíamos
la verdad. Esto no era obra de Dios, sino del Diablo. O producto de
la brujería. Y nuestra misión era cazar a un demonio como remedio
de Dios.
Un
tiempo en que la terrible epidemia de Peste asoló Europa.
Una
época de superstición y oscurantismo.
Pero
también de brutalidad y sadismo.
En
momentos de zozobra ¿cuál es la mejor solución?¿La oración? ¿O
la nigromancia?.
Un
heterogéneo grupo formado por hombres de fortuna, todos personajes
desarraigados (tan pecadores como aquellos a los que pretenden
destruir) , está a punto de comprobarlo.
¿Quién
ganará la batalla más vieja de todos los tiempos, la Iglesia o la
Brujería, la Religión de Cristo o la Magia Natural, el Dios
Masculino o la Gran Madre Primigenia?.
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