Juan Guas, de origen bretón,
trabajó en la Castilla de los Reyes Católicos y se incluye entre
los principales representantes del conocido gótico isabelino.
Maestro del gótico tardío y artífice del denominado gótico
tardío, en la ciudad imperial el artista fusionó el gótico
flamígero y las elegantes formas del mudéjar local.
Sus primeros años los pasó
trabajando en las catedrales de Ávila, de Segovia y de Toledo en
calidad de escultor, aunque se obra más representativa es el
Monasterio de San Juan de los Reyes en Toledo. Una escultura situada
en el coro de la iglesia del citado monasterio ha sido identificado
con el propio arquitecto.
El maestro bretón trabajó
también en el Palacio del Infantado de Guadalajara, la galería del
castillo de los Mendoza en Manzanares el Real y el castillo de
Belmonte, entre otras obras civiles.
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