A unos pocos kilómetros de Albacete, sobre un cerro que se eleva por encima de la llanura manchega, Chinchilla de Montearagón, cuenta milenerias historias que son arrastradas por el viento.
Chinchilla goza de una importante situación estratégica, en una ruta natural transitada desde épocas inmemoriales, que comunica el sureste y levante mediterráneo, con el interior meseteño y Andalucía.
Entre cimientos y estructuras de la fortificación se han encontrado vestigios ibéricos, romanos, visigodos y árabes. En el siglo XV pasó a engrosar el patrimonio de don Juan Pacheco, Marqués de Villena, Señor de Belmonte, Maestre de la Orden de Santiago y enconado rival de Isabel y Fernando. Consecuencia de este conflicto, Chinchilla fue conquistada por los Reyes Católicos, que utilizaron el castillo como prisión. César Borgia fue su más célebre inquilino.
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