Desde Nitra, la ciudad
más antigua y auténtica madre de las ciudades eslovacas, el
Príncipe Pribina,ve pasar el tiempo, contemplando desde la plaza que
lleva su nombre todo el acontecer histórico. La plaza de Pribina
(Pribinovo námesti) es uno de los lugares más pintoresco de la
histórica ciudad de Nitra, situada a los pies del castillo en el
lugar donde fenece la calle Mostná.
Pribina fue el príncipe
de Nitra, una antiquísima forma estatal eslava, que fue absorvida
por la Gran Moravia. Como muchos gobernantes paganos altomedievales
Pribina recibió el cristiano bautismo para ganarse el favor de los
estados más poderosos (como Bizancio), fundándose bajo su mandato
la iglesia más antigua de Nitra, y muy probablemente de Eslovaquia.
En el año 833 la Gran
Moravia, con Mojmir I al frente, se anexionó el Principado de
Nitra, apartando del poder a Pribina. Qué sucedió con el antiguo
príncipe es motivo de controversias. Para unos, Pribina marchó al
exilio y se acomodó junto al lago Balatón, como vasallo fiel del
rey franco Luis el Germánico, que le cedió un feudo en la Baja
Panonia. Para otros, Pribina se convirtió en vasallo de su vencedor
Mojmir I. Se como fuere, lo más importante era sobrevivir, y Pribina
demostró ser un experto en estas lides.
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