Manjarín en franco abandono y deterioro, antaño contó con hospital, hoy es sede de una encomienda templaria. El primer objetivo del temple fue proteger a los peregrinos que se dirigían a los Santos Lugares. Santiago es un Santo Lugar y por aquí pasan miles de peregrinos. El Temple no perdió su cometido y continúa velando por la seguridad en estos caminos. La Orden del Temple (¿inmortal?, ¿resucitada?), alguna rama olvidada, perdida, refundada (o todo a la vez) sigue asistiendo al peregrino durante el pedregoso, aunque hermoso, trayecto entre Foncebadón y El Acebo.
El temple sobrevivió, y asiste al peregrino, vigilan y defienden el camino, y custodian el Santo Grial de Cebreiro. Quizás renegaron de la Iglesia y maldijeron al pontífice, pero siguen venerando, y viviendo, según el ideal de Cristo. Humildad, pobreza y ayuda al prójimo.
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