Aunque
poco queda ya de su origen medieval, y el castillo actual no puede
visitarse al tratarse de una zona militar, no podemos dejar de
acercanos para contemplar su exterior, en nuestra visita a Breda.
La
ciudad de Breda nació en el siglo XII como un pequeño asentamiento
en la confluencia de los ríos Mark y Aa. A finales de esta centuria
se procede a la construcción del castillo y a su alrededor continua
desarrollándose la ciudad. Deste entonces el castillo y la ciudad
van cambiendo de manos, jugando un importante papel en las
controversias políticas (y religiosas) de la región durante la Baja
Edad Media y toda la Edad Moderna.
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