Lucerna
es una pequeña joya alpina situada a orillas de un lago, en una zona
poco profunda del Reuss, justo en el punto donde el río abandona el
lago. Las aguas del río, que divide la Ciudad Nueva y de la Ciudad
Antigua, son cruzadas por vetustos puentes medievales de madera. Una
ciudad que prosperó entre las cumbres alpinas de los cercanos
montes Pilatus y Rigi y el inmenso lago de Vierwaldstättersee (el
Lago de los Cuatro Cantones). Y es que los suizos llevan siglos
luchando contra la naturaleza y adaptando sus ciudades a las
montañas.
Tras
la desaparición del poder romano en la región, los germanos fueron
incrementando paulatinamente su presencia e influencia en todo el
territorio de la actual Suiza. Hacia el 750 fue fundado el monasterio
benedictino de San Leodegardo, y mediados el siglo XI fue adquirido por
la abadía de Murbach de Alsacia. El nombre latino "Luciaria"
aparece por vez primeros en registros históricos del año 840. En
1178 Lucerna adquiera su independencia de la jurisdicción de la
Abadía de Murbach y de ese mismo año data la fundación de la
ciudad.
Con la
apertura de la ruta comercial y el puerto de San Gotardo, Lucerna
pasó de ser una pequeña aldea de pescadores a adquirir cierta
importancia como villa de paso, y en 1290 ya era una ciudad de talla
importante, autosuficiente y con una población de unos 3000
habitantes. En esta misma época, el rey Rodolfo I de Habsburgo
obtuvo la autoridad sobre el monasterio de San Leodegar y sus
posesiones, incluida la propia Lucerna. Los habitantes no estaban
dispuestos a aceptar la influencia, ni las arbitrariedades, de los
Habsburgo, se negaban a que su destino estuviese en manos de ningún
señor extranjero. Para librarse de la tutela Imperial se aliaron con
pueblos vecinos para lograr la independencia de la dinastía.
Como
toda ciudad medieval Lucerna también contaba con elementos
defensivos, entre los que por supuesto se contaba el río Reuss. El
núcleo urbano estaba defendido por una muralla en el flanco norte, y
por los puentes Spreuerbrücke y Kapellbrücke, que cruzaban el río
por su flanco oriental. La torre Wasserturm, junto al Kapellbrücke,
con funciones defensivas y de vigilancia, complementaba el tramado
fortificado de la Lucerna medieval.
El 7 de Noviembre de
1332 firmó una alianza con los tres cantones originales, Uri, Schwyz
y Unterwalden, con la que se dio forma a la Eidgenossenschaft
(Confederación). Más tarde las ciudades de Zurich, Berna y Zug se
sumaron a la alianza. Con la ayuda de los aliados el dominio
Habsburgo en la zona llegó a su fin. La victoria de Lucerna y sus
aliados en la batalla de Sempach (1386) contra los Habsburgo, fue el
comienzo de una época de expansión, que coincide mayoritariamente
con el territorio actual del cantón. En 1415 Lucerna obtuvo ciertos
privilegios de manos del emperador Segismundo del Sacro Imperio
Romano Germánico y logró convertirse en uno de los miembros fuertes
de la Confederación suiza. La ciudad consolidó sus
infraestructuras, desarrolló su economía, implantó sus propios
impuestos, se encargó de formar sus propios oficiales y las riquezas
obtenidas tenían su reflejo en el propio urbanismo.
El León de Lucerna....homenaje a los mercenarios suizos caídos defensores de las Tullerías cuando se produjo el asalto en 1792....para el escritor Mark Twain es "la roca más triste y emotiva del mundo"
El León de Lucerna....homenaje a los mercenarios suizos caídos defensores de las Tullerías cuando se produjo el asalto en 1792....para el escritor Mark Twain es "la roca más triste y emotiva del mundo"
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