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sábado, 13 de octubre de 2018

LA REGIÓN DE ALBANIA ENTRE FINALES DEL SIGLO XII Y PRINCIPIOS DEL SIGLO XIII.



Los albaneses no crearon ninguna entidad similar a un estado hasta el siglo XV. Sin embargo, organizados en tribus dirigidas por sus propios jefes, los albaneses dominaron y controlaron las montañas de todo el territorio que en el actualidad forma la República de Albania.

Los albaneses estaban (y en parte aún lo están) divididos en dos grupos a partir de dos dialectos diferentes: los Ghegs al norte y los Toks al sur. El río Shkumbi (Vrego) marca en cierta manera la frontera entre los dos grupos lingüísticos. El segundo límite destacado en el interior de Albania es el río Drin. El territorio al norte estaba orientado hacia Serbia y Zeta (actual Montenegro). Una y otra gobernaron con frecuencia estas tierras, y la influencia serbia tuvo un gran impacto en la organización política, relaciones comerciales y culturales.

Al cierre del siglo XII los serbios dominaban la ciudad de Skadar, y presumiblemente, también controlaban todas las tierras bañadas por las aguas del río Drin.

Al sur del Drin (de forma más intensa cuanto más al sur) la influencia Griega era muy fuerte. Este territorio había sido incorporado a la provincia (thema) bizantina de Durazzo (Durrës), y organizado por la Iglesia Griega. El metropolitano de Durrës ejercía aquí su autoridad.

A lo largo de la costa, y también en Durazzo, la iglesia católica romana trabajó activamente para mantener y mejorar la posición de sus instituciones tanto en Durazzo, como en otras ciudades costeras. A pesar de la rivalidad entre católicos y ortodoxos, los practicantes de ambos ritos parecían disfrutar de una coexistencia pacífica.

Durazzo había sido largo tiempo un destacado centro de comercio, el punto de partida y llegada, desde Macedonia, Tracia y Constantinopla, y otros enclaves más orientales, y la vía Egnatia, que unía Constantinopla con Tesalónica y Ohrid, finalizaba aquí. Aunque Durazzo tenía ciudadanos muy dinámicos que participaban en los asuntos locales, los bizantinos, y sus sucesores en el domino de la ciudad y el entorno a lo largo de la Edad Media, fueron capaces de mantener administrar la ciudad y controlar a sus habitantes. Así Durazzo no fue capaz de alcanzar el nivel de autonomía que encontramos en las ciudades de Dalmacia (Zadar, Split, Ragusa). De hecho ninguna ciudad al sur de Bar fue capaz de crear una comunidad autónoma, una ciudad estado configurada bajos su propias leyes y gobernada por un concejo local.

A finales del siglo XII, excluidos los grupos tribales de las montañas, muchos de los cuales funcionaban de libremente, de forma independiente del estado al que debían teórica sumisión, la única entidad política albanesa conocida era la de Krujë. Un cierto personaje, Progon, parece que tomó posesión de su castillo y del territorio circundante. La posesión de la fortaleza recayó en miembros de su familia, y desde 1208 en su hijo, o nieto, Dimitri, contra quien Venecia y Zeta sellaron una alianza, fue el único señor de Kroja.

jueves, 27 de septiembre de 2018

PAULUS ANGELUS.



Figura política y religiosa de la época de Skanderbeg en Albania. Recordado como consejero y colaborador de Skanderbeg. Conocido en Italia como Paolo Angelo y en albanés Pal Engjelli (1416 - 1469). Miembro de una familia de patricios católicos en Durrës acabó convertido en el obispo de la ciudad. 

Paulus estuvo en Apulia (septiembre 1461 – principios de 1462) cuando Skanderbeg asitía militarmente al rey Fernando I de Nápoles. A su retorno, en 1462, reorganizó su archidiócesis de Durrës. Desde el episcopado introdujo la fórmula bautismal en lengua albanesa, considerada la primera obra escrita en este idioma. 

En 1464 viajó como embajador de Skanderbeg a Milán y a Ragusa. Amigo de Skanderbeg convenció a Lek Dukagjini que dejara de lado a los otomanos y se aliara con él. 


sábado, 25 de agosto de 2018

TIRANA: OTOMANA, SOCIALISTA Y GLOBALIZADA.




Una capital improbable, cuyo nombre evoca a otro tiempo, a una época en que el mundo estaba dividido en dos bloques, Tirana simboliza lo lejano, lo inaccesible y lo desconocido, capital de un pequeño y orgulloso país que siempre quiso mantener su independencia contra todo, y contra todos, un país que fue oficialmente ateo y que defendía el único socialismo auténtico. El valiente Enver Hoxha rompió con la URSS, con la China de Mao y con la vecina Yugoslavia de Tito, decidió echar el cerrojo y aislarse del mundo. Del Occidental capitalista y del Oriental comunista.


La capital albanesa ha pasado en cien años de asentamiento otomano a capital de un estado socialista, para terminar abriendose a la globalización y al capitalismo occidental. Tras la declaración de independencia en 1912, Tirana pasó de ser una pequeña ciudad de provincias en el Imperio Otomano a la floreciente capital de una República Socialista.


Fundada por los otomanos, fue rediseñada sucesivamente por los arquitectos fascistas de Mussolini, por el partido comunista de Albania y por las autoridades de la nueva democracia, la más joven de toda Europa. Su alcalde Edi Rama llenó de color una ciudad que durante varias décadas era gris, anodina y un tanto triste.


José Ignacio Torreblanca en El Pais nos cuenta sus impresiones de Tirana “Miras a un lado y chocas de frente con un monumental palacio de congresos de estilo norcoreano presidido por un enorme mural donde se representa al pueblo en armas. Miras a otro y te tropiezas con el neoclásico típico del fascismo italiano, herencia de la ocupación por las tropas de Mussolini. Y si te vuelves, entonces ves una pequeña mezquita, una de las pocas que se salvó del régimen locoide de Enver Hoxha, que declaró el ateísmo religión de Estado, impuso un régimen de terror y destruyó una gran parte del patrimonio cultural del país. Un pastiche interesante, pero problemático desde el punto de vista histórico”.


La capital de Albania se sitúa a unos cien metros sobre el nivel del mar, rodeada de colinas y montes blancos (de ese color viene el nombre de Albania), en el valle del río Ishëm. Relativamente cercana al mar Mediterráneo, 30 kilómetros la separan de la costa. Precisamente una de las carreteras mejores del país unen Tirana con el histórico puerto de Durrës.


El origen de Tirana se relaciona con un castillo – Kalaja e Tiranës – mandado construir en su momento por el emperador Justiniano I y posteriormente restaurado por los turcos. Hoy tan solo quedan unas cuantas piedras de la fortaleza y de la presencia bizantina en la ciudad.


Sulejman Pashá, fue el verdadero fundador de la ciudad, en 1614. La Tirana otomana contaba con una mezquita, un hamman y un mercado. Su situación en una cruce de rutas de caravanes hizo posible su rápido crecimiento.


Una ciudad muy, muy diferente a la mayoría de las capitales europeas, nada que ver con Praga, Riga, Madrid o Bratislava. Aquí no hay grandes edificios, ni monumentos históricos, ni enormes rascacielos sedes de empresas multinacionales. El escrito ruso Ilya Ehrenburg, refiriéndose a la Avenida de los Mártires dijo en una ocasión que había visto muchas ciudades sin grandes avenidas, pero que en Tirana había visto por primera vez una gran avenida sin ciudad.


Sin embargo desde la caída del comunismo Tirana ha crecido mucho (de 200.000 a más de 600.000 habitantes) los arrabales se alargan hasta el infinito. Recuerdo más de una hora conduciendo, desde que vimos las primeras casas, hasta que llegamos al centro neurálgico, la céntrica Plaza Skanderbeg.


Cualquier visita a Tirana debe comenzar, casi obligatoriamente, en la Plaza de Skanderbeg, junto a la estatua de este guerrero medieval que combatió con éxito a los turcos. Durante varias décadas, una gran estatua del líder Hoxha, presidía este enorme espacio.


Tirana es una ciudad dual, bulliciosa hasta la media tarde, sosegada y tranquila después del final de la jornada laboral. La avenida de los mártires vertebra el corazón de la capital, comunica la Plaza Skanderbeg y el Lago Sur. Mezquitas, museos, el Mausoleo abandonado de Enver Hoxha, iglesias ortodoxas y el estadio nacional se disponen en este eje vital. Este conjunto urbano fue diseñado en los años '20 y '30 por arquitectos italianos.


Blloku era el barrio donde residia la élite, la nomenklatura comunista, incluido la de Hoxha. Una especie de ciudad prohibida, completamente vetada. Edificios construídos a lo largo de las sucesivas etapas, otomana, fascistas y soviética. Edificios que fueron coloreados por Edi Rama.


Tirana quiere convertirse en el futuro en una ciudad de referencia a escala mundial y ha proyectado un diseño novedoso para el año 2030, en el que conviven en perfecta armonía naturaleza y urbanismo.


Montañas blancas en el horizonte, la torre del reloj, el minarete de la mezquita (símbolo de la mayoría religiosa del país) y la silueta del héroe Skanderbeg, foman la postal típica de Tirana. Capital de la lejana, y enigmática Albania, una ciudad que poco a nada tiene que ver con las capitales europeas. Aquí no verás avenidas kilométricas, ni rascacielos que se pierden en un blanco océano de nubes.


Tirana puede parecer, a ojos de los extranjeros, una ciudad anodina, sin edificios históricos de relevancia, ni rincones pintorescos y sugerentes, eso sí, conviven en armonía mezquitas e iglesias, y sus vecinos harán lo posible para que te sientas a gusto. En definitiva un capital caótica, llena de color, rebosante de vida y prácticamente desconocida para el turismo de masas.



martes, 24 de noviembre de 2015

ALBANIA VENECIANA.



A partir del año mil los venecianos, que desarrollaron una auténtica talasocracia en el Mare Nostrum, comenzaron a visitar la región que se corresponde con las actuales Montenegro y Albania, a incluirla en sus activos circuitos comerciales, y finalmente a extender su control y dominio. Entre los años 1420 y 1797 (fecha en que Napoleón disolvio la República veneciana) existió la llamada Albania Veneciana, que tenía su centro (y capital) en la ciudad de Cattaro (Kotor) y su bahía, cuya influencia y control llegaba hasta el norte de Albania.


Esta estratégica región se convirtió en un auténtico baluarte contra los turcos en los Balcanes. Los dominios de la República de San Marcos se extendían desde las inmediaciones de la República de Ragusa al norte, hasta el puerto de Durazzo (Durrës) en la costa de Albania al sur. Las posesiones venecianas incluían (entre otras) a la propia Cattato (Kotor), Risano (Risan), Perasto (Perast), Teodo (Tivat), Castelnuovo (Herceg Novi), Budua (Budva) y Spizza (Sutomore). En territorio de Albania propiamente dicho, los venecianos controlaron fundamentalmente Scutari (Sködra), y tras la muerte de Skanderbeg pasaron a ejercer su influencia en toda la región del principado de Croia (Krujë). Ambas plazas fueron cedidas a los turcos en 1479.  

miércoles, 26 de agosto de 2015

LUIS DE NAVARRA.



Hijo menor de Juana II de Navarra y Felipe II de Evreux, del que heredó el condado de Beaumont-le-Roger. Hermano de Carlos II rey de Navarra y Felipe con posesiones en Normandía, Luis quería un poco de gloria para sí mismo. 

Siempre trabajó según los intereses de su propia familia, cuando Carlos II abandona Navarra en su intento de conseguir la corona francesa, Luis queda a cargo de los asuntos de gobiernos navarros. En el campo de batalla ayudó a su hermano en el conflicto abierto con el rey de Francia Carlos V. 

Casó en segundas nupcias con Juana de Anjou, hija del rey de Sicilia, y este matrimonio le confirió derechos sobre Durazzo y el Reino de Albania , antigua posesión angevina, en manos ahora de Karl Thopia , un noble albanés. Dispuesto a hacer vales esos derechos dirigió una expedición con el objetivo de recuperar los territorios, recibiendo la ayuda tanto de su hermano Carlos, como del propio rey de Francia. 


Luis de Navarra al frente de la Compañía Navarra, formada por merecenarios y veteranos de la guerra en Francia que habían combatido junto a él, se aventuró en tierras lejanas y extrañas, consiguiendo rendir la ciudad de Durazzo en el verano de 1376. Poco pudo disfrutar Luis de su nuevo feudo, pues murió poco después, pero para la historia, la tradición y la leyenda, quedará el momento en que Navarra conquistó Albania. 

El actor Xabier Elorriaga interpretó a Luis de Navarra en la celebrada cinta cinematográfica dirigida por Alfonso Ungría "La Conquista de Albania". 

lunes, 25 de mayo de 2015

ANTONIO GIUSTINIAN


Antonio Giustinian fue un veneciano muy vinculado a la historia de Albania medieval, pues pertenecía a una importante familia de comerciantes que operaba activamente en la región durante los años de dominio de la República veneciana. En origen, Antonio Giustinian era un oficial de aduanas en Scutari allá por 1419, en un ataque por sorpresa perpetrado en 1421 tomó el puesto de comercio otomano de Pirgo, situado en la desembocadura del río Seman en el sur de Albania, sin solicitar previamente permiso al gobernador de Durrës. Esta acción demostraba que Giustinian no tenía ningún reparo en actuar por su cuenta y riesgo. Es lo que tienen los territorios fronterizos, la estabilidad es demasiado débil (y arbitraria).

Aunque Venecia ordenó su devolución, los otomanos consideraron este acto como una transgresión del tratado de paz firmado por ambos estados, y envió un fuerte contingente al centro de Albania, de tal manera que a partir de septiembre comenzó a cundir el pánico por toda Durrës, ante la aciaga perspectiva de un ataque otomano.

Giustinian se casó con una dama de la nobleza veneciana, pertenciente a la familia Morosini, pero alrededor de 1423 la abandonó por una auténtica albanesa de pura cepa, Mara Thopia, la viuda de Balsha III, que además era la hija de Niketas Thopia. Esta relación enfureció a un pariente musulmán de la familia Balsha, Jukub Ostoja, que envió a un ejército contra Durrës en 1426. Nuevamente la histórica ciudad albanesa sufría por culpa de las decisiones de Giustinian. 


jueves, 16 de abril de 2015

JAN KUKUZELI.



Jan Kukuzeli o Ivan (John) Kukuzeli fue santo ortodoxo, músico y excepcional cantor de música bizantina nacido en Durrës (Albania actual) allá por el siglo XIII, pero de ascendencia eslava macedonia. De él se decía que de niño tenía la voz de un ángel, una cualidad que le catapultó a la escuela imperial de Constantinopla. Allí se convirtió en el director del coro de la Capilla del Palacio Imperial y en uno de los grandes músicos de su tiempo. En su madurez dejó de cantar, abandonó los fastos de la corte y se retiró como monje al Monte Athos.

jueves, 9 de abril de 2015

ARNOLD VON HARFF



Arnold von Harff fue un alemán, nacido en la región de Colonia, escritor, peregrino y viajero empedernido. Vistió un buen número de países de los que escribió en varios idiomas. Aunque durante el siglo ÇXV hubo algunos tímidos contactos entre Skanderbeg y algunos gobernantes germanos, fue Arnold von Harff el primer alemán (documentado) que visitó tierras de Albania. El trotamundos se detuvo en Durrës en la primavera de 1497 durante su peregrinación a Tierra Santa, allí recogió sus impresiones y escribió algunas frases y palabras en lengua albanesa. Y como buen caminante y peregrino, Arnold von Harff también visitó la tumba del apóstol Santiago en la ciudad de Compostela. 

martes, 7 de abril de 2015

REINO MEDIEVAL DE ALBANIA.



Conocido en las fuentes de la época como Regnum Albaniae, fue una pequeña entidad estatal situada en la actual Albania, fundado en 1271 por Carlos de Anjou, rey de Sicilia en los territorios bizantinos que había arrebatado al Despotado del Epiro. 

En 1272 en la ciudad de Durrës, alrededor de la cual basculaba este reino, Carlos sumaba a sus otros títulos el de Rey de Albania. Los intentos de seguir expandiendo el reino a costa de Bizancio fueron un fracaso y las Vísperas Sicilianas (1282) socavaron la autoridad de los Anjou en Albania. A duras penas los angevinos siguieron presentes en la región, hasta que un noble albanés Karl Thopia , de ascendencia angevina, conquistó Durrës, y se proclamó nuevo Rey de Albania. 


Sucesivamente la ciudad fue conquistada por Luis de Navarra que reclamaba sus derechos sobre ella, recuperada casi inmediatamente por Thopia, arrebatada por Balsha II y vuelta a recuperar (gracias a la ayuda turca), para que finalmente, en 1392, el hijo de Karl Thopia, entregase los exiguos dominios del reino a la República de Venecia. 

Carlos de Anjoua, ojito derecho de la curia pontificia, y el Papado se pusieron de acuerdo para fundar este reino; tanto la iglesia como la dinastía, tenían grandes planes para la región. Carlos de Anjou pretendía hacerse presente en el Mediterráneo Oriental, contando con una importante base estratégica para acosar Constantinopla e implantar el Imperio Angevino en los Balcanes. El Papado consiguió alcanzar el cénit del catolicismo en la región con la fundación de algunos obispados y la conversión de numerosos ortodoxos. A través del reconocimiento papal, el Regnum Albaniae, logró proporcionar una identidad a la nobleza local, que se estaba esforzando en conseguir el reconocimiento internacional. 

A pesar del nombre, el Reino de Albania poco o nada tenía que ver con los propios albaneses. Según palabras del historiador Pëlleumb Xhufi este reino fue "una invención de Carlos de Anjou", que nunca contó con base histórica legítima para presentar su reino como heredero del Principado de Arbanon. El reino mantenía una estructura política con el latín como lengua, completamente ajena al pueblo albanés. Simplemente se estableció una relación entre ocupantes y ocupados. 

lunes, 23 de febrero de 2015

PRINCIPADO DE VLORE.



El territorio albanés durante la Edad Media vivió continuos avatares, fragmentado en pequeños principados que crecían o menguaban a costa de sus vecinos, que cambiaban de manos continuamente, que nacían y desaparecían casi sin tiempo para madurar y desarrollarse. El principado de Vlöre (o Valona) agrupaba territorios de las modernas Vlöre, centro del principado y estratégica ciudad costera, Fier y Berat. En un principio este principado era vasallo del Imperio Serbio , consiguiendo su independencia en 1355, bajo el gobierno de Juan Comneno Asen, para caer rápidamente bajo los influjos y cantos de sirena veneciano. No obstante la República de San Marcos apoyó al déspota a sacudirse el yugo serbio. El principado de Vlore comenzó a prosperar gracias al intenso comercio con Ragusa y con la propia Venecia, a las que vendía ganado, azúcar, pimienta y otras especias. Su época de mayor esplendor y expansión territorial coincidió con el gobierno de Balsa II Balsic, casado con la legítima heredera, que llegó a extender sus dominios, logrando hacerse con la estratégica ciudad de Durrës. Tras la muerte de Balsa II el poder del principado se desmoronó, Venecia se desentendió y finalmente cayó en poder de los turcos en 1417. 

miércoles, 11 de febrero de 2015

KARL THOPIA.



Príncipe y señor de la guerra albanés, miembro de uno de los linajes más poderosos de su país, que nació en el castillo de Krujë y pasó toda su vida peleando por mantener sus dominios. Su ambición posibilitó la primera intervención turca en Albania y la tierra por la que tanto había luchado acabó en manos venecianas. 

El territorio de Albania ha sido lugar de paso a lo largo de la historia del Mediterráneo y de las potencias extranjeras. Factores ambos que propiciaron la fusión entre las sociedades autóctonas y los próceres foráneos. Un buen ejemplo de ello fue Karl Thopia. Karl fue el hijo de Charles Tanush Thopia y la princesa Helena de Anjou. Cuando sus padre murieron Karl reclamó sus derechos sobre la herencia territorial. 

En el año 1368 Karl se levantó en armas contra los Anjou y logró expulsarlos de Durres, una ciudad costeras de gran importancia estratégica y comercial. Thopia se convirtió en el príncipe del Reino de Albania (que había sido fundado por Carlos de Anjou, rey de Sicilia) un territorio que incluía la propia Durres, Krujë, Peqin, Elabasan, Mokra y Gora. 

Además de señor de la guerra, Karl o Charles Thopia fue un hábil diplomático y supo encontrar a un poderosos aliado en Venecia, que incluso lo consideró ciudadano de la república. La Serenissima reconoció la legitimidad del príncipe a cambio de jugosos privilegios comerciales en la región de Durres. Los venecianos, maestros de las intrigas, aprovecharon la derrota de sus enemigos (Anjou) para lanzar sus redes sobre la costa albanesa. 

En 1376, Luis de Evraux, hermano del rey de Navarra Carlos II que también reclamaba sus derechos sobre las posesiones angevinas, al mando de la Compañía de Navarra, un variopinto ejército de mercenarios y aventureros ávidos de botín, se lanzaron sobre Durres y la conquistaron. Luis murió al año siguiente por lo que Thopia pudo recuperar la plaza. 

Más tarde tuvo que enfrentarse a Balsa II Balsic, señor de Zeta, un principado situado al norte de Albania, en tierras que hoy pertenecen a Montenegro. Balsha expulsó a Thopia de Durres y la anexionó a sus dominios. 

Para lograr nuestros objetivos a veces vendemos nuestra alma al maligno, y eso es lo que hizo Karl Thopia. El príncipe albanés pidió ayuda a los otomanos y Murat I envió a un ejército que derrotó, y dio muerte a Balsa II Balsic en la batalla de Savra (1385). Este acontecimiento marcó el inicio de la intervención turca en suelo albanés, donde permaneció seis largas centurias. 

En 1388 murió Karl Thopia, que más bien que mal, había conseguido mantener su principado. Poco después, en 1392, su hijo y sucesor entregó (o fue obligado a ello) todos sus dominios a la República de Venecia. Estos territorios se convirtieron en el centro de la Albania Veneciana. 

jueves, 3 de julio de 2014

LA BELLA DE DURRËS




La "Bella de Durrës" es el mosaico de una chica romana encontrado en la ciudad costera de Durrës, en el mar Adriático, siendo además, la primera obra de  este tipo hallada en Albania. 

Durrës, conocida como Dirraquio en la Antgigüedad, es una de las ciudades con más historia de Albania, fue fundada por colonos griegos, y llegado el momento, pasó a manos romanas. El bello rostro de esta muchacha es una muestra del legado cultural romano, en un ciudad portuaria que llegó a ser conocida como la Taberna del Adriático, por obra del poeta Cátulo. 
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