sábado, 29 de febrero de 2020

LA TITULACIÓN DE LOS FARAONES.




Uno de los aspectos más interesantes de la civilización egipcia era la compleja titulación real que servían para nombrar al faraón. Hasta cinco títulos conformaban el protocolo faraónico. Estos cinco títulos canónicos están documentados prácticamente para todos los reyes desde el Imperio Medio hasta el final de la época ptolemaica. Nombre de Horus, Nebti, Horus de Oro, Nesu – biti e Hijo de Re.

Aunque en una primera época el rey fue denominado con tres títulos y otros tantos nombres, luego pasó a poseer cinco títulos con sus correspondientes nombres, lo que totalizaba un protocolo de diez denominaciones.
Ana María Vázquez Hoys.
Antiguo Egipto.


El nombre de Horus. El primer título y también más antiguo (atestiguado durante el Protodinástico) era el Nombre de Horus (Her), y se inscribia en el interior de un rectángulo, el serej, que representaba la fachada del palacio real sobre la que se posaba un halcón, símbolo del dios Horus. Este título de Horus es la caracterización del soberano como materialización terrana del dios Horus. A este título le seguía un nombre, o epiteto, que variaba con cada faraón. En el Imperio Nuevo los soberanos agregarán a este título el título de Todo Poderoso, otro aspecto animal del faraón.


Título de Nebti. El segundo título recibe el nombre de Nebty, que significa las dos señoras, en recuerdo de la diosa buitre del Sur, Nejbet (diosa tutelar de la ciudad Nejeb) y de la diosa cobra del Norte, Uadjet (diosa tutelar de la ciudad de Buto), de manera que el faraón controla las dos tierras del país. La figura masculina del faraón encarna los poderes femeninos de las dos diosas, y según el pensamiento egicio, las dos diosas formarían un todo y el monarca incorporara esta dualidad. Tras el Nebty hay un epíteto que suele coincidir con el que sigue al Nombre de Horus.


Horus de Oro. El tercer título equipara, en cierta manera, al dios Horus con el Sol, haciendo referencia a la naturaleza divina del faraón. Este nombre resulta de la unión de dos signos jeroglificos, el oro y el halcón. El oro representa la divinidad del rey y el Sol. El oro simbolizada además el material con que están hechos los dioses y las imágenes de éstos.



Título de Nesu-biti, el Señor de la Caña y la Abeja. Nesu-biti significa Rey del Alto y el Bajo Egipto, cuya unificación marca el comienzo de la historia del país. La utilización de este protocolo expresa el derecho de soberanía sobre el país en su conjunto. Aunque es el cuarto título en orden, su existencia está atestiguada en la dinastía I. La caña vinculada al Alto Egipto y la abeja del Delta, son los símbolos heráldicos de las dos partes del país. El verdadero nombre está ligado, desde el Imperio Medio, al cuarto título del protocolo o Nesu-biti. Este praenomen que es el nombre de entronización del rey.


Hijo de Re. Atestiguado desde el reinado de Kefren, es el quinto título oficial y expresa la relación del faraón con el dios Sol. Se trata de una nueva condición dogmática del monarca, ligada a la creciente y extraordinaria influencia de la religión solar de la ciudad de Heliópolis. Este título viene acompañado del nomen, eso es, el nombre que el rey había recibido cuando nació.

Debe señalarse que los faraones son conocidos con el último de los nombres indicados, correspondiente al título de hijo de Re y que el praenomen y nomen aparecen escritos dentro de un círculo de forma oblonga, conocido usualmente como cartucho (en egipcia, shenu, rodear). Tal cartucho protegía mágicamente al rey de las fuerzas negativas y, al mismo tiempo, significaba que el rey era el gobernante de todo lo que estaba rodeado por el sol.
Ana María Vázquez
Antiguo Egipto

El protocolo faraonico, que se formo y se regularizo en una evolucion que va de la Dinastia I hasta la X, se componía de cinco titulos que precedian cada uno de los cinco nombres oficiales del monarca; estos cinco titulos son un autentico programa de su divinizacion progresiva. Asi el faraon es: 1.º, el Horus, es decir, el divino soberano que gobierna en el cielo y en la tierra desde tiempo inmemorial; este título es de origen predinastico y se escribia utilizando el serej. 2.º, nebti, o sea el de las Dos Señoras, es decir, el protegido y legitimado por las dos diosas Nejbet y Uto, señoras, respectivamente, de Hieracompolis y de Buto. 3.º, el Horus de oro, el titulo mas problematico y controvertido del protocolo faraonico. 4.º, nesu-biti, el Rey del Alto y del Bajo Egipto, literalmente, el que pertenece a la caña y a la abeja, yuxtaposicion de los titulos predinasticos usados por los soberanos del reino del Valle y por los del Delta, y que como tal yuxtaposicion la encontramos por primera vez usada por Den, faraon de la Dinastia I. 5.º, el hijo de Re, titulo documentado ya durante la Dinastia IV, pero no incorporado definitivamente al protocolo faraonico hasta la V, y que al emparentar al monarca viviente con la divinidad universal Re, realzaba las pretensiones universalistas e incluso cosmicas de la realeza. De estos cinco nombres, los mas importantes en la practica a partir de la Dinastia V fueron los dos ultimos, designados convencionalmente por los egiptologos, respectivamente, como el praenomen y el nomen del faraon. Pronto se adoptó la costumbre de escribir los jeroglificos de cada uno de estos dos nombres dentro de un cartucho, en realidad la representacion de un nudo sagrado que debia protegerlos. La importancia de los cartuchos a la hora de descifrar los jeroglificos resulto capital.
Josep Padró
Historia del Egipto Faraónico.


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