La Dinastía II fue fundada,
hacia el año 2850 a.C. por el faraón Hotepsekhemuy. El problema de
esta Dinastía II es que los monumentos son todavía más escasos que
los de las Dinastía I. Las tumbas reales de esta época aún no han
sido halladas, aunque se especula que se encuentran en Saqqara,
esperando pacientemente con ser sacadas a la luz por los arqueólogos.
Existe mucha menos información
sobre los reyes de la II Dinastía, a excepción de los dos últimos
reinados (Peribsen y Khasekhemuy), que sobre los de la I Dinastía.
Por lo que sabemos del comienzo del Reino Antiguo en la III Dinastía,
la II Dinastía pudo haber sido un momento en el cual se estaban
sentando los cimientos económicos y sociales de un Estado
fuertemente centralizado que se desarrolló con unos recursos
realmente vastos. Sin embargo, esta gran transición no puede
demostrarse a partir de los restos arqueológicos de la II Dinastía.
Kathryn A Bard.
Historia del Antiguo Egipto.
Oxford. Edición de Ian Shaw
A finales de la II dinastía,
Egipto se reafirmó como una nación coherente y con un crecimiento
constante. El país posee una capital, una administración, gremios.
La institución real está sólidamente establecida. Se dan todos los
elementos para un nuevo salto adelante.
Christian Jacq
El Egipto de los grandes faraones
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