El
Ser Humano pertenece al Orden de los primates, caracterizado por
poseer el pulgar oponible, cuatro extremidades, ojos anteriores y
visión estereoscópica. El término primate deriva del latín
primas, en clara
referencia a aquel que se encuentra en el primer lugar, y es que
indudablemente son los primates los animales más evolucionados e
inteligentes de cuantos pueblan el globo terrestre. Esta terminología
fue introducida por el botánico sueco Carl Von Linneo para referirse
al grupo animal en el que incluía a los simios y a los seres
humanos. En la actualidad el concepto se ha ampliado, para incluir
también a los ancestros de simios y humanos.
Una
clasificación genérica, y un tanto simplificada, de los primates
quedaría de la siguiente manera.
= > Estrepsirrinos (lemures y loris).
= > Tarsiiformes (tarsios). Infraorden de los Haplorrinos.
B.- Haplorrinos (simios)
=> Platirrinos (monos del Nuevo Mundo)
=> Catarrinos (monos del Viejo Mundo)
=> Antropomorfos:
♠ Póngidos (Chimpance, gorila, orangután)
♠ Homínidos (Homo erectus, Homo neandertalensis, Homo sapiens).
Los chimpancés, el gorila y
nosotros formamos todos juntos otro clado; también compartimos en
exclusiva un antepasado. Dado que los chimpancés y gorilas viven en
África y, como se verá en este libro, nosotros venimos también de
África, parece razonable pensar que el antepasado común, aún
desconocido, vivió en África.
Se ha discutido mucho si los
chimpancés están más próximos a los humanos o a los gorilas,
aunque los estudios genéticos parecen inclinarse por la primera
posibilidad. En realidad, lo que ha ocurrido es que la línea
evolutiva del gorila se separó muy poco antes de que lo hicieran la
de los chimpancés y la humana, con lo que en la práctica es como si
las tres líneas se hubiesen separado al mismo tiempo. La línea de
los chimpancés se escindió luego para dar lugar al chimpancé común
y al chimpancé pigmeo o bonobo.
La Especie Elegida.
Juan Luis Arsuaga e Ignacio
Martínez.
Desde el punto de vista de la
taxonomía biológica, los Seres Humanos somos Primates, un orden de
mamíferos conocidos popularmente como monos. En ese sentido, el
debate eterno sobre si el hombre desciende del mono se vuelve
totalmente absurdo, ya que somos precisamente eso, monos. Eso sí,
unos monos (o primates, según prefiera cada uno) un tanto
especiales, con una serie de rasgos que nos diferencian del resto y
nos hacen únicos.
A juzgar por los dientes, las
manos, los ojos y varios rasgos anatómicos, es evidentemente una
clase de primate, aunque una clase sumamente rara.
El Mono Desnudo.
Desmond Morris
El registro fósil y las investigaciones basadas en Biología Molecular, sugieren que de un núcleo ancestral se fueron separando, en un proceso que duró miles de años, las distintas líneas evolutivas que dieron lugar a los primates actuales más próximos al hombre y a nosotros mismos. Las fechas propuestas para esas bifurcaciones quedan (aproximadamente) como sigue:
♠ Hace unos 24 millones de años, los gibones fueron los primeros en separarse.
♠ Los siguientes fueron los antepasados del orangután actual, que lo hicieron hace 15 millones de años.
♠ Después fue el gorila, unos 8 millones de años atrás.
♠ Por último, una línea de la que surgieron las dos especies de chimpancés existentes por un lado, y la línea de los homínidos que llega hasta nosotros por otro, se escindieron hace poco más de 5 millones de años en África.
El árbol de la vida ha crecido, ramificándose y echando tallos y retoños durante más de 3.000 millones de años. Entre las ramas que pertenecen al orden de los primates, existe una con 30 millones de años que corresponde a los simios. En los retoños que florecen al final de una de las ramificaciones de esta rama se sitúan los grandes simios vivios de África. Cerca, en un lugar oculto aún por el follaje, la rama de los simios da origen a la que ocupa nuestra familia zoológica: los homínidos. Nuestra especie, género Homo, especie sapiens (Homo sapiens), es un retoño de una ramita situada al final de ésta.
Marvin Harris.
Nuestra especie.
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