En 1896 se
disputaron en Atenas, los primeros Juegos Olímpicos de la Era
Moderna, gracias a la dedicación y el entusiasmos el barón Pierre de
Coubertain. Los mismos juegos en los que brilló el atleta local
Spyrodon Louis. En aquellas olimpiadas el alemán Carl Schuhmann, con
cuatro medallas de oro, se convirtió en el primer gran campeón
olímpico.
Carl
Schuhmann había nacido en 1869 en la ciudad de Munster, en pleno
proceso de unificación alemana, que culminaría en 1871, y en el
momento de participar en los juegos pertenecía al Berliner
Turnerschaft, un club de gimnasia fundado en 1863, y que sigue
existiendo en la actualidad.
Schuhmann
demostró ser un atleta completo y polifacético, consiguiendo vencer
en cuatro disciplinas olímpicas: salto del potro, lucha
grecorromana, barra fija y paralelas. Además fue cuarto en la prueba
de halterofilia y tomó parte en las competiciones de salto de
longitud, triple salto y lanzamiento de peso. Estamos ante uno de los
pocos atletas que ha conseguido medallas olímpicas en varios
deportes, los antiguos griegos, se habrían sentido muy orgullosos de
poder contar con un competidor así.
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